La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor en una mujer sin tener la mínima intención de amarla, como curar aquellas heridas si es difícil de cerrar, y cada día el precio de vida es más difícil de pagar, después de alejar el dulce amor de su esposa, sin imaginar que su búsqueda en el amor termino cuando la conoció, de la cual la vida convirtió a Rafael Castro un mendigo del amor,
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La extraño.
Rafael.
La verdad que la señora se ve bastante dominante, pero trataré de suavizar su carácter.
Doña María---: Bien entremos para hablar.
Rafael hizo señas para que Martin lo siga pero el se hizo el desentendido, no siguió a Rafael, dejándolo totalmente solo con doña María, por su parte Rafael sintió un poco de temor pero de igual mostró tranquilidad y confianza a pesar de que ella no lo miro con buenos ojos al ingresar a la oficina, también miro hacía atrás para ver si Martin había ingresado, pero su amigo lo dejo totalmente solo.
Doña María---: Bien ahora quiero saber en qué lo puedo ayudar.
Rafael---: Necesito saber del paradero de Sara, me urge hablar con ella.
Doña María---: No entiendo porque razón usted la busca, se le olvidó algo en decirle o algún insulto que este pendiente.
Rafael---: No... es para darle el título de propiedad de la villa donde viviamos juntos.
Doña María---: Usted cree que con darle esa villa recompensará todo el maltrato emocional que le dió.
Rafael---: Yo no la maltrate.
Doña María---: Tan solo con no darle el lugar de esposa ya es un maltrato emocional, de tenerla como sirvienta, llamarla para que lo vea con su amante teniendo sexo no es un maltrato... pues pues para mí si lo es... yo no sé dónde está ella y si lo supiera tampoco lo diria.
Rafael---: QUE NO ENTIENDE.
(golpeando el escritorio y gritando).
Doña María---: COMO TE ATREVES A GRITARME...QUE TE CREES PARA ALZARME LA VOZ EN MI OFICINA.(enojada).
Rafael---: Es que yo,...
Doña María---: Tu nada, eres un patán que aprovechaste que mi sobrina estaba enamorada de ti, para humillarla, yo no te diré nada, pero te lo voy advertir deja a mi sobrina en paz, no te vuelvas a cruzar en su camino.
Rafael---: Lo siento, creo que vine al lugar equivocado.
Doña María---: Si, veniste al lugar equivocado, jamás te diré el paradero de mi sobrina, solo espero que la vida la premie con un buen hombre y se olvide de tu existencia, ahora vete antes que deje mi educación y mi paciencia a un lado.
Rafael---: Solo dígale que me perdone y que cuente conmigo para lo que sea, si me llama ahí estaré sin dudarlo (quebrando la voz).
Rafael abrió la puerta para salir, encontrándose con don Manuel que vio sus ojos cristalizado y un poco empañado por las lágrimas que Rafael retenía para que no salieran.
Don Manuel----: Quien era ese joven, que sale llorando de tu oficina.
Doña María---: Es el ex esposo de Sarita, quería que le diga sobre el paradero de mi sobrina.
Don Manuel----: Le dijiste.
Doña María---: No, pero el muy imbécil está bien enamorado de mi sobrina solo que no se ha dado cuenta.
Don Manuel----: Ay mujer, a veces los hombres somos brutos.
Por su parte Rafael salió de la empresa no le dijo nada a Martin, el quería estar solo así que ignoró la presencia de su amigo, tenía sentimientos encontrados, el fue un patán con Sara, pero jamás imagino que realmente fue un monstruo con su esposa, también recordó los momentos en que el la insulto y aún así, ella estaba ahí cuidando de él como una verdadera esposa.
Martin---: Dime la verdad amigo ella te agredió.
Rafael---: No, solo me hizo ver de cómo me convertí en un monstruo, Martin Sara es la mujer que realmente me amo,..y yo mendigando le amor a una mujer que se burló de mí, no le fui fiel es verdad, pero ella era la dueña de mi corazón o eso creí, ahora me siento en deuda con Sara....
Martin---: No se amigo, pero yo creo que sientes algo más que una simple deuda.
Rafael paro el vehículo miro a su amigo, ese comentario estaba fuera de lugar, el solo sentía por Sara gratitud, enamorado no estaba
Rafael---: No vuelvas a decir tal estupidez, yo no estoy enamorado de Sara, como podría estarlo.
Martin---: Porque te conozco, y se muy bien cuando un hombre es pendejo que no acepta su realidad, dijiste que Leonela te engaño, pero yo no te veo deprimido pero buscas a Sara como un loco, también piensas en ella, según tu es remordimiento, solo tu te engañas pero tampoco quieres asimilar que ella ya no está, tu empleada se ha ido.
Rafael---: Sal de mi vehículo.
Martin---: Si me bajo de tu tonto vehículo así como lo eres tú.(enojado)
Martin bajo dando un portazo, el muy poca veces se enoja con Rafael, pero esta deseaba golpearlo con todo sus fuerzas, su enojo era tanto que empezó a dar de patadas a un bote de basura para desahogar su coraje.
Mientras tanto Rafael llegó a un bar, no sabía nada de Sara, Leonela lo había engañado y dejado por otro hombre... su vida se había convertido en un caos, y las palabras de doña María hacían ecos dentro de su mente, el bebió como un cobarde que busca el alcohol para desahogarse. Rafael había bebidos por horas, como persona no se valía por sí mismo, entre balbuceadas pronuncio el nombre de su padre que al instante el dueño del bar busco el número telefónico de la familia Castro, que sus padres acudieron de manera inmediata en busca de Rafael su hijo que jamás en su vida lo habían visto de esa manera.
Angelica---: Santi, estás seguro que Rafael volvió porque estaba en España.
Santiago---: Claro que tu hijo volvió los guardias me lo dijeron, ahí está ese inmaduro, ven acá no en que estás pensando.
Rafael---: Solo de aquí salgo si me dicen dónde está Sara, dile que la extraño, que soy un idiota y que me perdone, dile que no se que me pasa pero sueño con ella.
Angelica---: ¿Sueñas con ella?(feliz)
Rafael---: Si madre y que mi corazón se alegra cuando lo hace.
Santiago---: Lo dices porque estás borracho.
Rafael---: SARAAAA (dónde estás) llévame a la villa quiero sentir su aroma otra vez en mi olfato.
Santiago se enojo con Rafael, su hijo era un indeciso, como podía extrañar a Sara si el mismo tomo la iniciativa del divorcio.