Cautiva

Después de que Lorenzo le haya dicho a Amalia que volviera a su puesto, él se quedó haciendo horas extras para poder tener todo listo e irse hacia Francia. Horas después vuelve a su casa, seguido por sus guardias, ya que eran casi las 11 de la noche y porque el mafioso más buscado y temido de toda Europa, no podía andar sin sus custodios por la cantidad de enemigos que tenía. Cuando llego las luces ya estaban apagadas, puesto que todos ya estaban acostados a esa hora. Se quita su chaqueta y se dirige hacia la cocina a tomar un vaso de agua. No tenía hambre, ya que había encargado para cenar de un restaurante y este le trajeron en su oficina.

Toma un vaso y se dirige hacia la nevera, saca el agua, coloca un poco en el vaso y lo dirige hacia sus labios para poder beber del líquido. Unos pasos se escucha acercarse hacia el lugar, Lorenzo no le dio tanta importancia, se coloca en una esquina y siguió en lo que estaba. Eileen entra en la cocina con una pijama algo corta. No se había percatado de la presencia de Lorenzo, ya que el sitio estaba a obscuras. Ella abre la Nevera y toma una botella de leche, lo vierte en un vaso y se lo toma.

Eileen_ Porque mierda no puedes salir de mi mente. Maldito imbécil porque demonios tenías que besarme. Por culpa tuya ahora no puedo dormir y debo meterme a la cocina como una maldita ladrona a tomar un vaso de leche y así poder dormir.

Susurraba ella regañando a Lorenzo. El que estaba en la esquina, le parecía divertía la manera de ser de Eileen.

_"No sé por qué te quejas si el beso te gustó más que comer pan con Nutella" (Se reprochaba ella misma)

Lorenzo hablo haciendo que ella saltara del susto, haciendo que el vaso que tenía en sus manos se resbalara y cayera al suelo, ya que ella no se había dado cuenta de su presencia. Giro lentamente hacia el sitio de donde provino la voz y se encontró con un hombre guapo recostado en la pared cruzado de brazos.

Lorenz_ Así que pan con Nutella.

_Mierda y mil veces mierda, como no me dí cuenta de que él estaba aquí. Que vergüenza, como pude ser tan descuidada y mencionar algo como esto _

Eileen _ No sé dé que está habla...

Lorenzo la interrumpió y poco a poco se fue acercando a ella, hasta quedar a menos un metro.

Lorenzo_ Claro que lo sabes. Ahora dime, como sería eso de comer pan con Nutella, porque dijiste que el beso te gustó más que eso.

Eileen- Eso... No fue así. Que te hace pensar que lo decía por tí. Ni que fueras el único que he besado y ni que besaras tan bien.

Lorenzo_ Tal vez haya sido así, tal vez haya sido el primero. Además, la manera en la que me correspondiste al beso no dicen lo mismo que tu boca. Quien sabe, tal vez se pueda repetir.

Con una sonrisa de burla en su rostro y sus brazos cruzados hacia adelante ella contraataca

...Eileen_ Ja, puede seguir soñando si gusta señor Martini, por que eso solamente puede volver a suceder en sus sueños....

Lorenzo_ Prefiero hacerlo realidad. No será tan solo un sueño preciosa, eso se hará realidad.

Eileen_ Que le hace creer que será de esa manera. Tiene el Ego demasiado alto.

Lorenzo_ Tal vez sí, pero obtengo lo que quiero y deseo.

Lorenzo se acerca a ella como un león a su presa, y lo único que ella hace es retroceder hasta que su espalda toca la fría pared que ya no la dejaba avanzar. Él la miraba con deseo, y no entendía el porqué una simple mujer provocaba esto en él. La miro de pies a cabeza, recorriendo cada centímetro de su cuerpo con la mirada. No podía evitar pensar en lo hermosa que se veía.

Eileen_ Que rayos crees que estás haciendo, ya aléjate de mí.

Lorenzo hacía oídos sordos hacia lo que Eileen le decía. Posa sus ambas manos en la pared de ambos lados de ella, haciendo que Eileen quede encerrada entre sus brazos sin tener escapatoria.

Lorenzo Mira a sus hermosos ojos verde esmeralda, eran los más bellos que habían visto los suyos, no podía quitar los ojos de los de ella. Esto a Eileen comenzaba a incomodarla, por lo que trataba de evitar esos ojos tan penetrantes, pero no lo lograba, algo de él la hacía querer ver más, algo de él lo atraía.

Lorenzo miró de sus ojos hacia su Boca, quería volver a probar su dulce sabor, quería besarla hasta dejarlos rojos e hinchados, quería besarla hasta saciarse de ellos. Acerca sus labios poco a poco a los de ella para volver a saborearlos, pero Eileen gira un poco su cabeza haciendo que él la tomé de la barbilla.

Eileen_ Ya suéltame, que Mierda crees que estás haciendo.

Ella se resistía tratando de apartarlo. Con sus pequeñas manos empujaba el pecho el Lorenzo para tratar de apartarlo, pero era imposible, era como estar empujando un muro, ya que él no se movió ni un solo centímetro. Lorenzo la toma de ambas muñecas y las coloca encima de la cabeza de Eileen haciendo que ella quede sin opciones. Él besa los labios el Eileen como si fuera el mejor caramelo del mundo, ella trataba de resistirse, pero le era imposible, perdió la poca cordura que le quedaba ante este hombre y se dejó llevar por la pasión.

Ella se iba quedando sin aliento al igual que él, y tuvieron que separarse para poder tomar un poco de aire y recuperarse. Lorenzo miró a Eileen y vio su cara sonrojada, eso la hacía ver tierna ante sus ojos. Eileen no pudo mirarlo a la cara, ella se había dejado llevar otra vez por aquel beso de su secuestrador.

Lorenzo _ No que solo en mis sueños_ Decía con una sonrisa burlona en su rostro.

Eileen_ Tu... Maldito Animal... Como te atreves_ Apretando los dientes, ella se acerca a él, levantando la mano para abofetearlo, pero su muñeca es sostenida en el aire por la mano de Lorenzo, evitando que pueda darle otra bofetada, ya que él sabía que esa mujer era capaz de volverlo a hacer, pero está vez fue más rápido que ella.

Lorenzo _ Esta vez no preciosa.

Acerca su rostro al de ella y rápidamente pasa si lengua por sus labios, haciendo que Eileen quede estática ante tal acto. Lorenzo la suelta y sin esparar respuesta alguna de su parte, el se aleja con una sonrisa de satisfacción en su rostro, dejando a la muy sonrojada y enojada Eileen sola en la cocina.