Alexander Williams, es obligado a casarse con Valentina, la chica Curvy, para así el obtener el puesto de jefe en las constructora familiar.
Valentina no sabía quién era su prometido hasta el día de la boda, para ella fue el hombre más guapo, varonil, que ha visto en su vida, y fue amor a primera vista.
Para Alexander, fue lo peor del mundo, la miro con desprecio, incluso la tocó solamente en su noche de bodas, y eso porque estaba ebrio.
Valentina descubre la infidelidad de su esposo, y eso le causo un profundo dolor porque apesar de su indiferencia ella lo ama. Sabe que su esposo le pedirá el divorcio y aunque su corazón roto, está preparada para poner las cartas sobre la mesa, porque Alexander no se puede divorciar, al menos que ella lo quiera, fue algo estipulado en el contrato que el cabecilla les hizo firmar.
Valentina, le impone reglas a Alexander para así firmarle el divorcio ¿qué reglas serán?
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¡¡entonces haré de tu vida un infierno!!
Alexander hace un gesto de desagrado.
—por lo visto tu también lo deseas
—¿Yo?— frunce el ceño Valentina, y las lágrimas se deslizan por su mejilla, —lo que más deseo, es tener tu amor, pero tú... Ya quieres divorciarte para correr a los brazos de tu amante
—¡Perfecto! Me alegra que lo sepas, así nos evitamos una conversación estúpida
—¿Estúpida? ¡No tienes sentimientos! ¿No me llegaste al menos apreciar?— Valentina sintió como si un cuchillo se lo atravesaran en el corazón
—jamás sentí algo por ti, no eres mi tipo, eres muy intensa, me case por obligación de un heredero, ni tan siquiera me diste un hijo
—¡Solo me tocaste una maldita sola vez!— gritó ella con todas sus fuerzas, Alexander está perplejo —¡Era mi primera vez y fuiste un patán! ¿Así querías que yo tuviera un hijo tuyo?
Lo que a mí no me haces, a tu amante sí, ojalá alguna vez me hubieras hecho gemir de la forma en que se lo hacías a ella hace unas horas en tu oficina, ojalá alguna vez te hubiera escuchado jadear de placer, pero no, ¡Tu me desprecias! Y yo... También fui obligada a casarme contigo.
Alexander Williams está sorprendido.
—te quieres divorciar para irte a los brazos de esa mujer, ella te ama y tú también la ama, mientras yo... Yo... Alexander, ¿No tuviste algo de arrepentimiento? Yo que si estoy atenta de tus cosas, tu alimentación, yo que vivo más por ti que por mi, ¿A mi si no me amas?
—¡Jamás llegaría a amar a una mujer como tú! No sabes cuánto deseo poder divorciarme de ti y darle a Lore ese lugar que ella sí se merece, a Lore la amo mucho antes de conocerte, pero mi padre tuvo que ¡obligarme a casarme contigo!, a una mujer que tan solo desprecio, porque Lore era la que iba hacer mi única esposa, ¡Tu lo arruinaste todo!
Valentina sintió nuevamente el cuchillo atravesar su corazón con aquella confesión.
—no te puedes divorciar de mi, así tú quieras, no lo puedes hacer al menos que yo lo desee, así está estipulado.
—¡No pienso estar atado para toda la vida con una mujer como tú! Te sugiero que firmes el divorcio y acabamos con esta farsa
—¡No voy a firmar! No lo pienso hacer para que te vayas a los brazos de esa mujer
—¡¡Entonces haré tu vida un infierno!!
—¡Siempre lo has hecho!— pego ella un grito desgarrador
—¡Entonces dame el maldito divorcio!
Valentina empieza a llorar, y lo único que sintió, fue ese impulso de salir corriendo a su habitación.
—¡Valentina!— gruñe Alexander y corre detrás de ella, pero la chica logra encerrarse en la habitación que ambos comparten, fue una orden estricta del cabecilla, si Alexander no obedecía, no lo dejaría a cargo de la constructora —¡¡Valentina!!— toca fuertemente la puerta —¡Abre maldición!— gritó con arrogancia.
Valentina ingresa al baño, y abre la llave, deja que el agua recorra su cuerpo, mojando hasta el lindo vestido con él que ella le iba a dar la noticia, de que había estudiado de manera virtual, administración, para trabajar junto a él y así pasarán más tiempo juntos.
Está totalmente mojada.
—¿Qué hago si lo amo...? Amo a mi esposo, Dios ayúdame— súplica ella deslizándose por la fría pared de mármol —¿Qué hago?— se aferra ella a sus piernas mientras el agua sigue recorriendo su cuerpo.
Muchos pensamientos divagando por la mente de Valentina que la hacen llorar más de la desesperación.
Mientras que Alexander, está con un genio de los mil demonios, lo único que necesita es divorciarse de Valentina para irse con la mujer que él ama, pero Valentina no cede a su petición.
Al día siguiente, Valentina aún seguía durmiendo, no tenía ánimos de colocarse de pie, lo peor es que es domingo, día en que sus suegros vienen para almorzar en familia, ella siempre suele tener todo listo a tiempo, todo impecable, pero esta vez, sus suegros no ven lo que esperaban todos los domingos.
—¿Acaso no hay nadie en esta casa?— hablo en voz alta el cabecilla
—buenos días padre— saluda Alexander, aunque está enojado, sus padres no puede enterarse, de que él le está pidiendo el divorcio a Valentina
—buenos días cariño ¿Y Valentina?— pregunta su madre
—ella... Aún duerme
—¿Cómo es posible? ¿No será que viene bebé a bordo? Las mujeres suelen dormir más cuando están embarazadas— la madre de Alexander se emocionó
—no te hagas ilusiones, ella solo está cansada, iré a buscarla, por favor esperen un momento
Los padres de Alexander se miraron con extrañeza, ya que Valentina es la primera que siempre los espera para recibirlos.
Alexander toca la puerta fuertemente.
—adelante— ordena Valentina mientras se mira al espejo, él pensó que ella dormía aún, aunque despertó hace poco.
—mis padres ya llegaron— le informa él
—lo sé— respondió ella y acomoda su cabello, ya sus ojos no brillan al ver a su esposo.
Ella pasa por el lado de Alexander, pero él la agarra del brazo.
—cuidado con lo que haces— la sentencia
Valentina se suelta de su agarre, y sin decir algo más, salen de la habitación, Alexander detrás de ella, porque no le gusta para nada la actitud que tiene Valentina.
—buenos días señor y señora Williams, lamento la tardanza— saluda sonriente Valentina
—buenos días querida, me extraña no verte al entrar a casa ¿Estás bien?— pregunta la señora Williams
—Si.— miente ella, pero la señora Williams sabe que algo malo está pasando —lamento el día de hoy no recibirlos como lo merecen, por favor sigan, llamaré a un Chef para que venga hacerles un delicioso almuerzo, ya que me siento algo indispuesta
—¿Qué tienes querida?— pregunta él cabecilla
—resulta que hoy es un día importante para su hijo Alexander, un día que él estaba esperando con ansias que llegara, así que... Querido espero, deberías ser tú el que le informe la gran noticia a tus padres— Valentina pasa saliva, ella siempre a sido tan reservada, pero es que esa tracción y confesión, hirió su corazón brutalmente, y quizás es eso, la lleno de valor, porque ha soportado suficiente
—¿Cual es esa noticia hijo?— pregunta la señora Williams, todas las miradas, están fijas en Alexander
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Holaaaaaa lectoras, tarde pero lo hago, terrible los comentarios de las nuevas, lindas lean antes de iniciar y eviten los malos comentarios.
Por otro lado gracias, gracias por darle la bienvenida a esta historia, ya estamos de número 9 en votos y vamos por más, dejen muchos comentarios y me gusta en cada capítulo, las quiero muchísimo.
ME muero ¿que piensa hacer Valentina
Por otro lado, leí que mis lectoras le dieron palo y seco a una lectora incoherente, jajaja gracias amores, se que me quieren, yo también 💜