La Justicia De Adela

—Bueno, eso aún no lo sé, quizás cuando encuentre a alguien interesante pueda dar esa respuesta… pero por el momento, no lo sé.

Al llegar frente al carruaje, Adela concluyo.

—Bueno, su alteza, gracias por acompañarme y por tan interesante charla, que tenga buen día y el sol de su gracia lo ilumine.

Adela subió al carruaje y dio la orden de volver a la mansión.

—Eso fue divertido

Se escuchó la voz de Camilo detrás de Francisco.

—¿Tú desde cuándo?

—Tranquilo, llegue recién, vine a buscar algo que había olvidado, pero fue muy divertida la charla que tuviste con esa joven, una escena memorable, te prometo que no la olvidaré.

—No es asunto tuyo, Camilo, mejor, vuelve a la mansión que tienes fuera del palacio y termina tu trabajo.

—¿Mi trabajo? ¿Te refieres al trabajo que debió hacer el príncipe heredero y eh tenido que hacerlo yo para cubrir tus errores?

El rostro de Camilo se había oscurecido por la molestia de tener que cubrir los errores de su hermano, quien jamás se interesaba en cumplir con sus deberes, y aún peor a Camilo jamás se le reconocía por enmendar los errores de su hermano quien tenía la obligación de hacerlos al ser el heredero al trono.

—No me cuestiones, hermano, te recuerdo que aunque seas hijo de mi padre, sigues siendo el segundo e incluso si fueras su primogénito, él no te escogería como heredero al ser hijo de esa asquerosa mujer.

Camilo apretó los puños con fuerza clavando sus uñas en la palma de su mano, y Francisco, quien observo la reacción de su hermano, sonrió con orgullo al notar que había logrado irritar a Camilo.

—Bueno hermano, salúdame a mi padre el rey, tengo cosas con las que debo tratar.

Camilo se volteó sin mirar a su hermano y se dirigió rápidamente a la salida, se cambió y se puso su capucha, lo que le tomo solo dos minutos y subió a su caballo mientras seguía el carruaje en el que iba la joven Adela.

**********

Adela golpeó la ventanilla del carruaje y dio la orden al chofer de llevarla al mercado. Camilo, que la iba siguiendo, se sorprendió cuando vio que el carruaje había cambiado su dirección, entonces Adela bajo del carruaje y se adentró al mercado, caminando al local para encontrarse con Doroty. Al llegar como de costumbre Doroty no estaba por lo que ella decidió simplemente dirigirse a la sala de entrenamiento, Camilo que la había estado siguiendo, llego al local y se quedó observando desde afuera por la ventana del local. Entonces noto que Adela no estaba adentro, entonces entro para comprobarlo preocupado, se dirigió rápidamente a la sala de entrenamiento y allí la encontró con el traje para entrenar que le había regalado Doroty practicando combate básico. Él no podía despegar sus ojos de las hermosas curvas de Adela las cuales se marcaban hermosamente en su traje, su pelo negro recogido en una coleta se movía y bailaba con cada movimiento que ella daba, sus poderosos ojos esmeralda mostraban decisión y valentía, mientras su cuerpo se movía ágilmente como una preciosa serpiente seduciendo a su presa.

Mientras la observaba descaradamente, Adela se percató de su presencia, él tratando de evitarla volteo y camino a la salida del local, pero no alcanzo a llegar a fuera cuando Adela tomo una de las espadas de entrenamiento de los mercenarios y la apunto contra Camilo que se encontraba frente a ella. Adela puso la punta de su espada sobre el hombro de Camilo y luego suspiro preguntando.

—¿Quién eres tú? ¿Me has estado siguiendo? Sé que eres quien vi ayer en mi habitación, ahora voltéate y responde.

Entonces Camilo volteo y miro los hermosos ojos esmeraldas que se encontraban frente a él, eran unos ojos que escondían audacia, Adela lo miro irritada.

—¿Quién…? ¿Quién eres?

Pregunto Adela.

—Es Camilo, trabaja para mi igual que el resto de los chicos, perdón por presentarlos tan tarde.

Contesto Doroty que había acabado de llegar y estaba presenciando la escena frente a ella.

—Sra. Doroty lamento haber entrado sin avisar, es que… Solo necesitaba un lugar para poder…

Doroty miro a Adela y se dio cuenta de la angustia que esta escondía en ella, así que se acercó a Adela y poniendo una mano sobre su hombro respondió.

—Tranquila, pequeña, puedes entrar a entrenar cuantas veces quieras si deseas desahogarte, solo recuerda no sobre exigirte.

—Gracias… Eh, lamento haber sido tan dura contigo.

Digo Adela mirando a Camilo, quien se encontraba frente a ella, desconcertado totalmente por el cambio de actitud de Adela.

Adela volteó y se dirigió a los vestidores, se cambió nuevamente al vestido que estaba usando al principio, mientras tanto llegaron los mercenarios, al salir de los vestidores con su hermoso vestido, se encontró con los mercenarios charlando en el local, todos la saludaron animados. Camilo los miraba sorprendidos, ya que era primera vez que veía a sus compañeros ser tan alegres y sinceros con alguien que no pertenecía a ellos, entonces Daniel se acercó a Adela y esta le sonrió amablemente.

—Srta. Adela, tengo el informe que pediste.

¿Hola mis ❤ que opinaron del capítulo?

¿A quién prefieren Uds. de los dos personajes masculinos de este capítulo?

A- Principe Francisco

B- Principe Camilo

C- Él 🦀 de la serenita 😋