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Loco Por Mi Asistente

Loco Por Mi Asistente

Status: En proceso
Genre:Romance / Traiciones y engaños
Popularitas:16.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Yingiola Macosay

Solo Elena Mirel puede ser la asistente de Maximiliano Kade Deveron. Uno de los hombres más poderosos a nivel internacional.
Visionario, frío. Muchos le temen. Otros lo idolatran. Pero solo ella puede entender su ritmo de trabajo.

Pero la traición del novio de Elena hace que Maximiliano descubra que Elena le interesa más de lo que él se pueda imaginar.

Acompáñame a descubrir que pasará con este par.

NovelToon tiene autorización de Yingiola Macosay para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Tratando de hablar

El jet corporativo era amplio, impecable, silencioso. Ellos eran los únicos pasajeros. Los asistentes a bordo se volvían discretamente mientras Maximiliano trabajaba en su laptop y Elena revisaba presentaciones.

Intentaba no mirarlo.

Intentaba no recordar.

Intentaba no sentir.

Pero cada vez que él dejaba el teclado y la observaba de reojo, cada vez que inclinaba ligeramente la cabeza para estudiar su expresión, Elena sentía ese tirón invisible entre ambos, uno que había vivido latente durante años.

-- No has dormido bien. -- Comentó Maximiliano finalmente, apartando la vista de ella.

-- Estoy bien. -- Respondió Elena.

-- No te pregunté si estabas bien. -- Corrigió Maximiliano suavizando el tono. -- Te dije que no has dormido. --

Elena apretó los labios.

-- No es asunto tuyo. --

-- Lo es cuando afecta tu salud durante un viaje de trabajo. -- Replicó Maximiliano terminando la frase con un suspiro leve. -- Elena... sé que estás molesta por lo que pasó entre nosotros. --

Elena cerró la tablet.

-- No estoy molesta. --

-- Entonces, ¿Por qué me evitas? --

-- No lo estoy evitando. --

-- Lo estás. -- Afirmó Maximiliano con calma absoluta, como si estuviera dictando un hecho científico.

Elena apretó los brazos contra su pecho.

-- Señor Deveron... Maximiliano. corrigió después. -- Lo que pasó fue un error. --

-- No lo fue. --

-- Un momento de vulnerabilidad. --

-- Fue un momento real. -- Le dijo Maximiliano. -- No digas que fue un error y no lo minimizes . --

Elena volvió el rostro hacia la ventana.

-- No puedo permitirme mezclar mi vida personal con. --

-- Eso ya sucedió. --

-- No debería de haber sucedido. --

Maximiliano cerró la laptop de espacio, una precisión casi peligrosa.

-- Escúchame. -- Dijo con tono bajo, pero firme. -- No voy a disculparme porque querer cuidarte esa noche. Tampoco voy a fingir que no desearía volver a besarte ahora mismo. --

Elena tragó saliva.

Ese era el problema.

Ella también lo deseaba.

De una manera que le temblaba la piel.

-- Pero no lo haré. -- Añadió Maximiliano, volviendo a reclinarse en su asiento. -- Porque sé que te asusta lo que sientes. Y porque quiero que seas tú quien decida cuándo dejar de huir. --

El silencio se volvió de denso.

Casi tangible.

Elena no respondió.

Cuando llegaron a Londres por la tarde. La reunión era con un conglomerado europeo, posible aliado estratégico de la empresa.

Elena volvió a su papel de mano derecha en cuestión de segundos: fría, elegante, profesional. Respondía con seguridad, manejaba cifras, hacía preguntas incisivas. Maximiliano la veía y se le tensaba la mandíbula con orgullo silencioso.

Nadie imaginaba lo que estaba ardiendo bajó esa superficie.

Cuando la reunión terminó, los socios europeos los invitaron a una cena privada. Maximiliano aceptó. Elena habría preferido un cuarto silencioso donde esconderse de sus propios pensamientos, pero cumplió su papel de un solo título.

Durante la cena, los hombres no dejaban de elogiar Elena. Su elegancia. Su inteligencia. Su capacidad de negociación. Y presencia. Uno incluso comentó, con una sonrisa demasiado atrevida.

-- Si no tuviera tan claro que es parte de su equipo, señor Deveron, diría que esta mujer. Es inteligente. Hermosa, y peligra al mismo tiempo. --

Maximiliano sostuvo la copa con una calma que casi ocultaba el filo en sus ojos.

-- Lo sé. -- Respondió, pero no sonó como un cumplido de negocios. -- Créame... que lo sé muy bien. --

Elena sintió que la piel se le erizaba.

Desde ese momento, los ojos de Maximiliano volvieron a ella cada pocos segundos. No como un jefe. No como un socio.

Como un hombre que ya no sabía cómo separar lo que se quería, de lo que debía.

Cuando regresaron al hotel, Elena estaba exhausta. Maximiliano también.

Pero la atención entre ellos estaba más despierta. Que nunca.

Maximiliano tenía la suite presidencial. Elena, una habitación continua. No era raro, ya que así lo hacían durante años.

Lo que era raro era el silencio que se instaló cuando caminaron. Juntos por el pasillo vacío.

Frente a su puerta, Elena habló primero:

-- Voy a descansar. Tenemos que estar listos temprano. --

-- Lo sé. --

Pero Maximiliano no se movió. se quedó ahí, mirándola como si quisiera memorizar cada detalle.

-- Maximiliano. --

-- No tienes que huir de mí. -- Dijo con ese tono que siempre la desarma. -- No voy a hacer nada que no quieras. --

Elena inhaló lentamente.

-- No necesito que me cuides. --

-- Lo no sé. --

-- No necesito que me protejas. --

-- También lo sé. --

-- Y no necesito. -- Elena tragó saliva, incapaz de decir la última parte. Maximiliano dio un paso pequeño. No la tocó. Solo redujo un poco la distancia.

-- ¿No necesitas qué? --

Elena levantó la mirada.

La intensidad de esos ojos la golpeó como una ola.

-- No necesito qué. -- Dijo un susurro, temblando un poco. -- que estés tan cerca. --

Maximiliano exhaló, muy despacio.

-- Entonces dilo de verdad. -- murmuró. -- Dime que no me quieres cerca. --

Elena abrió la boca. Pero ninguna palabra salió.

Maximiliano lo notó.

Lo sintió.

Lo entendió.

-- Eso pensé. --

Dio un paso hacia atrás.

Se giró.

Comenzó a caminar hacia su suite.

Cuando estaba a punto de entrar Elena habló:

-- Maximiliano. --

Él se detuvo.

-- Lo que pasó... yo no puedo permitir que me afecte. No puedo perder mi estabilidad por... Esto.

-- Esto. -- repitió Maximiliano, un eco de dolor que ni el pudo ocultar. -- Si de verdad es "esto" , entonces deberías ser fácil ignorarlo, ¿No? --

Elena cerró los ojos.

-- No me hagas esto más difícil. --

-- No soy quien no hace difícil. -- Respondió él con un susurro grave. -- Es lo que sientes. --

Elena apretó la puerta de su habitación.

-- Buenas noches, Maximiliano. --

-- Buenas noches, Elena. --

Entraron a sus respectivas habitaciones.

Pero ninguno de los dos durmió.

Elena, porque su piel aún temblaba.

Maximiliano, porque el deseo de cruzar la puerta continúa lo consumía.

La mañana siguiente comenzó con una tención distinta. Más fina. Más peligrosa.

Bajó a desayunar, esperando encontrarlo allí. Pero Maximiliano no había llegado.

Suspiró, aliviada y decepcionada a la vez.

Diez minutos después Maximiliano apareció.

Traje oscuro.

Camisas sin corbata.

Mirada fija en ella desde el primer paso.

-- dormiste poco. -- Comentó apenas se sentó.

-- Y tú tampoco. -- Replicó Elena.

-- No. --

El camarero se retiró para darles privacidad.

Maximiliano apoyó las manos sobre la mesa.

-- Elena Tenemos que hablar. --

-- No durante un viaje. --

-- precisamente porque estamos en un viaje. --

Elena dejó la taza sobre la mesa.

-- Nada cambiará, Maximiliano. Necesito que lo entiendas. --

Él la miró como si estuviera escuchando una mentira.

-- Y tú necesitas entender algo. -- Dijo sin levantar la voz. -- Yo no pienso ignorar lo que siento por ti. --

Elena parpadeó.

-- No voy a negarlo. No contigo.

Elena abrió los labios, pero Maximiliano continuó.

-- Y tampoco voy a dejarte marchar emocionalmente, Elena. No otra vez.

-- No puedes decir cosas así. -- susurro Elena.

-- Puedo. porque es verdad. Y porque tú también lo sientes, aunque quieras enterrarlas. --

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Maria Mongelos
Mila se le adelantó a Max, él le dijo que no iba a casarse pero ella seguro que sí, ojalá Elena no se cierre
Maria Mongelos
Que bueno que Maxi se animo a decirle sus sentimientos, me encanta
Sakura
por favor que Elena no se ponga bruta ni terca y que deje que el le explique
Sakura
ya sabía yo que algo estaba tramando esa mujer y como consiguió el número de teléfono de Elena
Zuliner Chacon
Espero que Maxi le explique que la mansión es para ella y no para la putizorra aparecida, 🤬
JZulay
cuál es su juego ....???....
no está enamorada ni tampoco necesita esa acuerdo matrimonial 🤔🤨
JZulay
hija de su madre !!!!!....😤😤😤
Zuliner Chacon
Por fiiiiinnnnn acepto que ama a Maxi, bueno ahora les toca cada uno ser un libro abierto. 👏👏👏
JZulay
/Smug//Slight//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/ qué aburridos....se sentaron a charlar 🤔🤭😅
Elizabeth Yepez
bueno que no se ponga bruta y lo deje que aclare todo de una vez
Elizabeth Yepez
yo creo que esa Mila quiere a maximiliano para ella no por contrato, sino para que iba a llamar a Elena,
Elizabeth Yepez
yo creo que esa Mila quiere a maximiliano para ella no por contrato, sino para que iba a llamar a Elena,
Sam
será que si se decidió o se hechar para atrás otra vez ella.
JOGXANDY BELLO
Esperemeos que no se queden como bobos sin explicarse, pues es muy facil demostrarlo
Nena
Dios quiero atravesar la pantalla y darle cinco cachetadas a Elena🤨🤭 hasta cuando y en qué idioma Maximiliano tiene que decirle las cosas
Maria Mongelos
Es bueno que Maximiliano le diga la verdad a Elena, confianza ante todo
Maria Mongelos
Y este padre se cree con derecho de obligarlo a casarse?
Maria Mongelos
Ojalá no piense en aceptar
Maria Mongelos
Elena se rindió antes de saber lo que piensa Emiliano
Zuliner Chacon
Viejo de la 💩, jodes tu empresa y quieres joderle la vida a tu hijo, que cobarde y poco hombre. Maxi lucha por Elena mijooooo habla sin tapujo. Ojalá entre los 2 le consigan una solución a la empresa del viejo 💩 y así le cierran la sucia boca
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