La Ceo Del Diablo

Sabrina Romano:

Semanas, meses, ya cansados entre la organización, la empresa, y planear mi boda, Salvatore tuvo que viajar a Italia hace dos semana por asuntos importantes, pero diario me llama, Ame está aquí conmigo apoyándome en todo, junto a Monse, mi suegra viene y va a Italia para apoyarme con la boda, jamás creí que casarse fuera a si de cansada, y estresado...

estamos aquí en la tienda de vestidos de novia, hay muchísimos bellos, es la 3er tienda a la que entró, y no es por indecisa, pero que tan cierto es que cuando ves el vestido ideal lo sabes al instante, ese del que te enamoras con solo verlo en el aparador, bueno, a mí aún no me pasaba, estaba viendo, todos los vestidos, colgados, otros en un carrito, muy lindos, costosos, y con demasiado brillos, unos muy sencillos sin gracia, otros con mucho que mostrar, demasiado encaje, otros demasiado ostentosos de la parte de abajo, será que no encontrare nunca mi vestido ideal, y me casaría con cualquier vestido, no quería eso —Disculpe señorita, gusta que le ayude —mire a la vendedora —veo que está fastidiada.

—Algo, es que no encuentro mi vestido

—Ven conmigo, en esta área hay vestidos que son únicos en su existencia, solo existe un solo diseño —la seguí, mientras veía a mis acompañantes perderse en un montón de vestidos, con todo lo que no quería en el, entre a un cuarto con la vendedora, y mire a mi alrededor, había aproximadamente entre 10 o 12 vestidos colgados, pero mi vista se fue al vestido más sencillo de esa colección, si creeanme cuando dijo el más sencillo, para mis acompañantes lo sería, pero ante mis ojos es el vestido más hermoso que han visto, creo que acabo de encontrar mi vestido, es sencillo, de manga con tirantes, que deje el hombro descubierto, escote V, no tan pronunciada, la parte de abajo era larga, y lisa, la parte de arriba tenía bordado y entre la cintura tenía decoraciones en un tono azules, las mangas la parte que llegaba de la muñeca, arriba del codo, tenía piedritas azules y la tela era transparente, venía con un velo liso, que con la luz del sol que entraba por el ventanal, parecía brillar, mis ojos estaban literalmente viendo solo es pedazo de tela frente a mi, creo que sí es ese —puedes probarlo —asenti sin decir nada, lo llevó al vestidor, y ella me ayudo a acomodarlo, me ví en el espejo, y se ajustaba perfecto a mi cuerpo, como si hubiera sido diseñado para mí, me quedo a la perfección, no necesitaba ningún arreglo extra, y era obvio que no lo pediría, es parte de una colección, que solo existe un vestido de cada uno, salí y me pare frente a las demás, y todas me observaban de pies a cabeza, eso me ponía nerviosa

—Es ese —solto Ame

—Te sienta bien —dijo mi suegra

—¿Bien?, mírenla, se ve perfecta, sus ojos brillan, ese es su vestido —decia Monse con una emoción en su voz, sonreí y asentí.

—Si, es este mi vestido, con este me casare —las 3 me felicitaron, y después me cambié, hicimos el pedidos y todo eso, después nos fuimos a comer las 4, deje a Monse en casa, y lleve a mi suegra y cuñada, al departamento de Massimo, ahí se estaban quedando, cada que venían, fui a mi oficina a encerrarme, tenia algunas cosas pendientes

—Puedo —la voz de Celina me hizo levantar la vista, por su mirada sabía que no era nada bueno.

—A quien debo golpear

—A nadie —me dijo mientras sonreía —hablaron de la florería para saber que podían hacer, ya que tal vez tus flores no lleguen a tiempo —okey lo que no quería, era esto, los contratiempos con la boda, estábamos a un mes de la boda, ya creía yo que algo a si pasaría, todo iba tan perfecto, solté un suspiro cansado, antes de mirara a Celina de nuevo.

—Diles que es un pésimo servicio, y cancelas el pedido —ella asintió saliendo de mi oficina, tome mi celular y llame a Ame y le dije lo que pasaba

***Llamada****

+¿Alo?

-Ame, tengo un problema

-Que pasa

—La florería dijo que no llegarían las flores, y cancele el pedido.

—Okey, tranquila si, yo conozco a alguien en Italia que podría ayudar con eso, y te daría todo en dos semanas

—Gracias, me avisas si ocupas algo

—Si, tu tranquila.

****Fin Llamada****

Revise cosas de la empresa, y la organización, todo marchaba perfectamente bien, y eso me agradaba, mi único estrés ahora era mi boda, solo quería ir a un registro civil con Salvatore y ahí casarnos solo el y yo, sin tanto ajetreo, pero bueno, ya faltaba menos para ser la señora D'Angelo.... Nuevamente perdida en mis cosas, mi vista en la laptop y lo cabeza en todo lo que veía y revisaba —yo se que quitaría esa carita de fastidio —la voz de Salvatore me trajo a la realidad, que sin dudarlo me levanté y me lance a él, el me cargo, haciendo que rodeará su cintura con mis piernas, coloco sus manos sobre mis glúteos para levantarme bien, rode su cuello con la brazos y lo bese

—Te extrañe mucho amor.

—Yo también, pero dime qué pasa

—Nada grave, solo que cancele a la florería por qué me quedarían mal, pero ya Ame me ayudó.

—A bueno Amor, y como te fue con el vestido. —suspire cansada, pero sonreí

—Ya lo tengo, me queda perfecto

—Ya quiero verte con el puesto, tal vez sin el también —me sonroje y lo bese nuevamente, y a si acabamos haciéndolo en la oficina, si, agradecía que Celina ya se había ido, fuimos a la habitación que tenía ahí en la oficina, y como muchas otras veces, lo hacíamos ahi, hasta agotarnos y que el sueño nos vencío....