Cuando sabemos que la vida nos tiene deparado un futuro, pero somos nosotros mismos quienes creamos los caminos que nos llevan ya sea a la toma de buenas o malas decisiones, todas las que he tomado de ninguna me arrepiento me han hecho el hombre que soy y llegar a ser lo que soy y nada ni nadie me hará cambiar de parecer eso era lo que creía hasta que supe que jamás tendría una oportunidad en su vida
NovelToon tiene autorización de Deyanira Noguera para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
21
Era hora de regresar a Singapur. Mientras el avión despegaba, observé cómo las luces de la ciudad quedaban atrás, apagándose en la distancia. Mi mente estaba llena de pensamientos, y una mezcla de emociones cruzaba por mí. Tendría que hablar con papá sobre el proyecto, algo que hasta ahora no había hecho. Sabía que no sería una conversación fácil. Los cambios que se avecinaban iban a ser monumentales, y su jubilación, que hasta hace poco parecía tan cercana, tendría que esperar.
Este proyecto en Pekín no era cualquier cosa. Era una oportunidad que no se presentaba dos veces en la vida, y aunque sabía que papá me apoyaría en todo, también sabía que la magnitud de lo que se nos venía encima era algo que nos sacudiría a todos. Su sueño había sido cederme las riendas de la empresa, dar un paso atrás y disfrutar de la vida que había construido a base de sacrificio. Pero ahora, esta oportunidad de trabajar en una remodelación de tal magnitud, en un país tan distante, lo cambiaría todo. Esto tendría que esperar.
Papá siempre había sido mi mayor apoyo. Desde pequeño, él me había enseñado que el éxito no se mide solo por lo que eres, sino por cómo lo logras. "Nunca dejes de ser quién eres", solía decirme, "aunque el mundo te empuje a cambiar". Y ahora, mientras me preparaba para modificar un proyecto en el que habíamos trabajado tanto, sentía su respaldo, aunque aún no le hubiera contado nada. Sabía que, pese a todo, él siempre estaría de mi lado. Sin embargo, esta vez había algo más, algo que no había compartido con él. Una duda que me estaba carcomiendo por dentro, algo que no podía ignorar, pero que tampoco estaba listo para enfrentar.
Esa duda... ¿Y si él fuera mi verdadero padre? La idea se había plantado en mi mente como una sombra oscura, creciendo cada vez más con cada mirada, cada conversación, cada pensamiento sobre James. Pero, al mismo tiempo, era un pensamiento que me aterrorizaba. Si había algo que no quería hacer era abrir una herida en nuestra familia que podría nunca sanar. Mamá, por ejemplo, nunca había hablado de su vida antes de conocer a mi padre. Su memoria parecía bloquear todo lo que había pasado antes de mi nacimiento, como si hubiera una barrera invisible que impedía que el pasado saliera a la luz.
Recuerdo cuando me contó la historia de cómo mi padre la encontró, la protegió y, eventualmente, se enamoraron. Siempre hablaba de él como si fuera su héroe, un hombre que llegó en el momento justo, cuando ella más lo necesitaba. Había sido una historia de redención, un cuento de dos almas perdidas que se encontraron y construyeron una vida juntos. Nunca hubo espacio en su relato para alguien más, y eso es lo que me desconcertaba. Si James, o cualquier otra persona, había formado parte de ese pasado, ¿por qué ella nunca lo mencionó? Era como si ese capítulo de su vida simplemente no existiera. Y aunque nunca quise cuestionarla, había algo en todo esto que ahora me hacía dudar.