Carolina de recién 18 años acostumbrada a trabajar desde los 15 años que envuelva en problemas y cansada de abusos acepta emigrar al extranjero con visa de trabajo por una buena propuesta tratando de huir de todo eso.
Al llegar allá poco tiempo le duro la libertad, fue llevada con engaños solo para saldar con ella un gran deuda ofreciéndola en matrimonio, para el hijo de un mafioso.
Quien la lleva era en realidad un vendedor de droga, adicto y jugador de mal alma que debia a muchas organizaciones por producto y su virginidad de ella ofresio como pago, ella descubre que fue el pago de la deuda de su padre y por eso se la llevaron con engaños.
Acompáñame a vivir cada sentimiento de Carolina y para los que pedían segunda parte de la novela "Sueños Rotos" aquí nos encontraremos con lo que paso después de muchos años y veremos a Celeste...
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INSEMINACIÓN
Sebastián: "¿Qué paso mi amor?".
Carolina: "Cómo era el señor Miguel Grosvenor esposo de tu tía Celeste, se que tienes que haber visto una fotografía suya".
Sebastián: "Delgado rubio, alto de tez blanca, porque mi amor".
Carolina: "El sí está aquí lo vi caminábamos juntos aquí, me dijo que yo era hija de su esposa y que lo sabré pronto, que sabe que pase cosas feas porque mi alma se siente dolida, pero que recuerde que no existe mejor cura que el amor de una madre, que le diga a su esposa que aún no es su tiempo que tiene que gozar de su hija y sus futuros nietos, que para el seré una hija más una Grosvenor".
Sebastián: "Ven mi amor debí advertirte él se presenta en sueños a su hijo o a mi tía cuando están aquí, no sé porque te dijo eso mi amor, pero no creas que te estás volviendo loca, él fue un hombre muy bueno por lo que sé y murió muy joven, solo recémosle a su alma ya veremos porque te dijo eso por lo pronto hasta que veamos a mi tía no digamos a nadie de tu sueño ya".
Carolina rezo con mucha fe para el alma del señor Miguel Grosvenor y Sebastián quedo muy confundido por ese sueño.
Carolina y él almorzaron tranquilos viendo la cascada, pero Carolina después del sueño sentía que esa cascada estaba bendecida y después de lo que paso en la grieta marina no quería faltarle al respeto, su cuerpo estaba sin bañarse adecuadamente y solo metió la mano al agua y se bendijo con ella.
Tomaron el camino de regreso a la casa y subieron a bañarse, Carolina estaba muy tranquila como si esas palabras en el sueño le hubieran dado paz y Sebastián lo sentía, pero estaba intrigado porque le dijo eso a ella, cenaron algo ligero todos se despidieron de Teresita y su esposo.
Fueron en el Jeep a la pista donde estaba el jet y partieron rumbo a New York donde los esperaban ya dos camionetas Carolina no quería bajar, pero Sebastián les hablo.
Sebastián: "Esas tres camionetas nos llevarán a nuestro nuevo hogar y ese que está ahí es mi primo Miguel que no sé que hace aquí, pero a él le pedí las camionetas, bajemos tranquilos, Jimmy tú dejas aquí el Jet y te vienes con nosotros no te voy a arriesgar, todos a las tres camionetas, amor nosotros vamos con Miguel".
Bajaron y se subieron a las camionetas Carolina traía la mirada baja ya cuando estuvieron en la camioneta y rumbo a su destino Sebastián le presento a Miguel a su esposa y Miguel se le quedó mirando.
Miguel: "Mucho gusto Carolina perdón mi cara de asombro, pero te pareces demasiado a alguien que ya vas a conocer".
Carolina: "Mucho gusto Miguel si ya me dijo Sebastián que me parezco un poco a tu mamá".
El camino no fue corto tomo como una hora y llegaron a lo que se veía como una casa grande, también con portón y paredes muy altas, pero al entrar en el medio había una casa y a los costados dos edificios de tres pisos con departamentos independientes.
Sebastián: Aquí viviremos mi amor, en ningún lugar estaremos más seguros que aquí, en la casa grande vive don Omar Hamilton y nadie lo toca ni con la mirada y menos a su hija o su nieto".
Miguel: "No te pongas nerviosa, tranquila que ellos bajen su maleta y ustedes vengan conmigo que pago por ver la cara de mis tíos y ya están en casa".
Carolina entraba bastante asustada, porque recordaba las palabras que le dijo el señor Miguel Grosvenor en su sueño en la cascada.
Entraron tomaron asiento en la sala de pronto sale una mujer hermosa de largos cabellos negros, haciendo sonar sus tacones.
Miguel: "Mamá ya llego Sebastián con su esposa, ven para que los saludes".
Celeste: "Sebastián hijo cuanto tiempo sin verte, ella debe ser tu esposa Carolina, que hermosa eres".
Sebastián: "Hola tía y gracias por prestarnos uno de los departamentos para vivir han pasado tantas cosas que temo por su seguridad".
Carolina: "Señora Celeste es un gusto conocerla".
Miguel: "Espérenme un ratito hay dos personitas que quiero que conozcan a Carolina".
Celeste: "Carolina tu carita se me hace tan conocida como si te conociera de toda la vida, hijita dime de donde eres, tu acento no es de aquí".
Carolina: "Soy de la ciudad de Arequipa en Perú".
Geral e Iván venían casi forzados por Miguel, estaban a medio tomar su café y se vinieron con todo y tazas.
Iván del verla boto el bocado de café que traía en la boca y casi se ahoga, Gerald la veía y no podía creerlo.
Geral: "Que broma es esta, es igual a Celeste, ¿Sebastián ella es tu esposa?".
Sebastián: "Si señor Geral".
Geral: "y como la conociste de donde salió".
Carolina: "Perdón no quería causar esto, yo no sabía que venía para acá, pero yo soy de Arequipa y soy el pago de una deuda con el papá de Sebastián, pero cuando lo conosi su papá me dio a escoger y decidí casarme con él no fue obligada".
Ivan: "De Arequipa dices, de casualidad tu mamá no se hizo un tratamiento de fertilidad para tenerte".
Carolina: "Mi mamá tuvo cáncer en los ovarios y se los extirparon ella trabajaba en una clínica de fertilidad y según lo que me contaron mis abuelos cuando ella murió es que allí en esa clinica le consiguieron óvulos y los inseminaron sé los pusieron a ella, pero solo sobreviví yo".
El silencio en esa sala era sepulcral y todos se veían sin hablar nada o explicar más, pero a Celeste se le veía más apenada y algunas lágrimas rodaban por su rostro.