**Saga Vannecelli**
Sandra es una joven encantadora y divertida, apasionada por las carreras ilegales de motocicletas. Es hija adoptiva de Santiago Vannecelli, sublíder de la mafia italiana, y de la empresaria María Romero. Desde los 15 años, Sandra se enamoró de su primo Thyler Vannecelli, y juntos hicieron una promesa: informar a su familia sobre su relación cuando ella cumpriera 17 años. Sin embargo, el gran día llegó y nada salió como esperaban. A partir de ese momento, la vida de Sandra se convierte en un caos, repleto de traiciones, lujuria, odio y amor.
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Capítulo 21 La celebración de Anuel en la escuela
Renzo Vannecelli
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-Experimenta una profunda alegría en mi corazón al tener finalmente la oportunidad con ella, y no estoy dispuesto a dejarla escapar. Deseo hacerla feliz, ya que se lo merece. Reconozco que una parte de su sufrimiento fue a causa de mis acciones, lo que se ha convertido en un peso para mí. Mi única preocupación es Thyler, ya que tengo la certeza de que no tomará la situación de la mejor manera. Podría pensar que mis intenciones son de venganza y que lo he traicionado, pero esa no es la realidad. No puedo negar que experimenté sentimientos de rabia y celos. Sin embargo, solo buscaba comprobar si realmente la amaba. Él fue infiel a Sandra; si realmente la amara, jamás la habría traicionado, pero lo hizo a la primera provocación. Reconozco que he actuado de manera manipuladora, y la forma en que manejé la situación no fue correcta, lo que me convierte en un traidor. De eso me arrepiento. No obstante, la última decisión estaba en su manos. Ya no puedo hacer nada al respecto. Mi atención se desvía al momento en que veo a Sandra descender por las escaleras con ese vestido.-
Realmente parece de la realeza; se ve magnífica. Le ofrezco la mano y ella la acepta. Le doy un suave beso en la mano y le digo-Te ves hermosísima, pitufina; con ese vestido pareces de la realeza'.
-Ella me sonríe y responde-No exageres, quien realmente se ve encantador eres tú con ese traje, pareces un conde.
-Solo le sonrío y le digo- Creo que en una vida pasada lo fui, porque me siento muy confortable con él.
- Ambos sonreímos y nos subimos al automóvil. Hace una semana, ella me entregó la invitación como acompañante para asistir juntos a la fiesta anual con temática medieval de la escuela.
Tomé su mano y le di un beso mientras ella sonreía. Al llegar, rodeé el automóvil para ayudarla a bajar; su vestido es realmente hermoso, aunque imagino que debe ser pesado. Ella me tomó del brazo y caminamos hacia la entrada. Al llegar, observé que había dos chicos en la entrada, quienes comenzaron a revisar nuestras invitaciones.Ellos comenzaron a realizar revisiones, lo cual me resulta extraño, ya que durante nuestra fiesta no había este nivel de seguridad. Al pasar, me acerqué a Sandre y le pregunté- ¿Por qué nos revisaron tanto?
-Ella cruzó los brazos y respondió- Por culpa de ustedes. Desde su fiesta anual, se implementaron medidas de seguridad más estrictas para evitar que se repitieran los incidentes que ocurrieron en esa ocasión.
-Levanto una ceja, recordando lo que sucedió. Una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras evoco un recuerdo de hace dos años, en nuestra fiesta temática de los 80. Habíamos añadido alcohol a las bebidas, y los profesores estaban bajo la influencia de sustancias. Fue una experiencia increíble. Le comento-Ya lo recuerdo, fue una gran fiesta.
-Ella sacudió la cabeza en señal de negación y me dijo-Vamos, te presentaré a mis amigos.
- Mientras caminábamos, notamos que todos nos miraban. Todos los hombres dirigían su atención hacia Sandra, lo cual era evidente, ya que era la mujer más hermosa del lugar. Las mujeres la observaban con desdén, y puedo entender su reacción; la belleza de mi novia no tenía comparación y realmente captaba la atención de todos. Esa situación me emocionaba aún más, ya que ella era solo mía. Entonces, me presentó a los hermanos Degli; sabía quiénes eran, aunque nunca había tenido contacto con ellos. En ese momento, llegó una chica con una sonrisa radiante. Observo que Sandra muestra signos de incomodidad, y ella me presenta a la joven que no deja de mirarme, aunque yo elijo ignorar su atención. Invito a Sandra a bailar y nos dirigimos al centro del salón, donde comenzamos a disfrutar al ritmo de las canciones de esa época. Todo a nuestro alrededor nos observa, pero yo me enfoco en ella, nuestras miradas se conectan y siento que, en ese momento, estoy ante una princesa, mientras que yo asumo el papel de un caballero dispuesto a enfrentar el mundo por ella. Sin duda lo haría. Continuamos bailando hasta que finalizó la canción. Su amigo Brayan le solicitó que bailara con él, y yo se lo concedí mientras me dirigía a la mesa para servir algo de beber. Al llegar, tomé un vaso y, al dar un sorbo, me di cuenta de que solo era jugo, lo que me llevó a hacer un gesto de aburrimiento. Noté que algunos profesores me observaban y me dirigían miradas despectivas, así que les sonreí de manera burlona. Comprendo que me desdigan, ya que en el pasado actué de manera traviesa junto a Gian y Caelis. Dado que Thyler era una persona muy tranquila y no tenía conflictos con nadie, echo de menos esa etapa en la que éramos tan cercanos. Estoy ingiriendo una bebida cuando la misma chica de hace un momento se me acerca y me dice- Hola, Renzo. Así que Sandra te dejó solo por bailar con Brayan, no me sorprende.
-Yo levanto una ceja y le pregunto-¿De qué hablas?.
-Ella toma un sorbo de su trago y responde- Bueno, comenta que ellos son pareja, al igual que su hermano; en otras palabras, se trata de una relación poliamorosa.- Ella me mira con deseo, me toma de la mano y me dice con una sonrisa de lado- Ella es una fácil, no hablemos más de ella, vamos a bailar.
- Me irritan las mujeres insensatas e hipócritas. Le respondo- No vuelvas a hablar así de Sandra si no quieres quedarte sin lengua. No me toques más, mujer sucia. Ahora ve, no quiero perder mi tiempo contigo.
- La veo sorprendida por mis palabras y, mientras ella se aleja, Sandra regresa con una expresión seria y me pregunta- ¿Qué ocurrió? ¿Qué te dijo ella?.
-Con una voz tranquila, le dije- Debes ser selectivo con las personas que te rodean; esa chica habla mal de ti.
-Noté que su rostro reflejaba incomodidad, pero luego, esbozando una sonrisa, respondió- Ya vuelvo, debo ir al baño.
-La observé alejarse hasta perderla de vista, mientras yo permanecía en el mismo lugar.
Continuo disfrutando de este jugo y decido entablar una conversación con los hermanos, quienes son amigos de Sandra desde hace tiempo. No percibo que ellos tengan algún interés inapropiado o malas intenciones hacia ella. Además, confío plenamente en Sandra; es diferente a las demás mujeres, por lo que no debería sentir celos.
Al cabo de unos minutos, ella regresa. Observando su vestido, noto una gota de sangre, lo que me hace suponer que no tuvo una larga conversación con aquella persona. Entonces, toma mi mano para que bailemos juntos. Después de varios minutos de música alta, escuchamos unos gritos provenientes del baño. Ella, con calma, me dijo- Creo que es el momento de irnos.
-Al salir de la fiesta, la ayudé a subir al coche y, al rodearlo, noté que las personas estaban corriendo. -