"He regresado de las profundidades del infierno, un viaje oscuro y tortuoso, para reclamar lo que me pertenece. Soy Lucía Casanova, la única heredera de una dinastía marcada por la traición y el secreto. Mis enemigos pensaron que podían arrebatarme mi legado, pero no conocen la furia que despierta en mí la injusticia. Ahora, con cada paso que doy, el eco de mi venganza resuena más fuerte. ¡El tiempo de la redención ha llegado!"
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Capitulo XXI Busca a mi hijo
Punto de vista de Camilo
Alfredo Santos realmente pensaba que podía engañarme. Yo sabía perfectamente que él estaba detrás de la tragedia ocurrida a la familia Casanova. También sé que mi hijo anda enredado con la única heredera de esa familia. Acepté ayudarlo solo con la intención de atraer a mi hijo; muchos están equivocados al pensar que mi único interés es que Dimitri se una a mis negocios, pero cuán lejos de la realidad están. Aunque extraño a mi hijo, sé que lo mejor que pudo hacer fue alejarse de este mundo.
La vida que llevamos, marcada por el poder y la ambición, consume a las personas como un fuego voraz. Cada decisión está impregnada de riesgos, y las alianzas se forman y se rompen como si fueran simples hojas arrastradas por el viento. Pero lo que Alfredo no comprende es que sus maniobras no solo son un juego para mí; son un juego peligroso que podría costarle más de lo que imagina. No me subestime, pensé mientras observaba cómo se movía en su mundo de sombras.
Dimitri... Su nombre resonaba en mi mente como un eco distante. A pesar de la distancia física y emocional entre nosotros, su bienestar siempre ha sido mi prioridad. Lo he visto crecer entre lujos y expectativas, pero nunca quise que se convirtiera en una marioneta en mis manos. Quería que tomara sus propias decisiones, aunque estas lo llevaran a caminos inesperados. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que es fácil perderse en este laberinto de intereses y traiciones.
La conexión entre Dimitri y la heredera Casanova me preocupaba tanto como me intrigaba. Ella era todo lo contrario a lo que había imaginado para él: una joven fuerte, valiente y con una historia tan complicada como la nuestra. Pero también era parte del legado de dolor que había marcado a sus padres; su familia era un reflejo del caos en el que me había sumido Alfredo.
Decidí seguir adelante con mi plan, no solo para desenmascarar a Alfredo, sino también para acercarme a Dimitri. Cada movimiento debía ser calculado; cada palabra medida. No podía dejarme llevar por la desesperación ni por el deseo de recuperar lo que una vez tuvimos.
Mientras contemplaba el horizonte desde mi oficina, comprendí que la batalla no solo era contra Alfredo Santos. Era una lucha interna entre el padre que deseaba proteger a su hijo y el empresario dispuesto a hacer lo necesario para mantener su imperio intacto. Sabía que debía actuar con cautela; cualquier paso en falso podría ser fatal.
La vida es un tablero de ajedrez donde cada pieza tiene su papel y cada movimiento cuenta. Y aunque esta partida estaba lejos de terminar, estaba decidido a jugar hasta el final, por Dimitri y por la verdad detrás del oscuro legado de los Santos.
“Ubica a mi hijo y dile que necesito hablar con él”, le dije a Sergey, mi mano derecha.
“¿Está seguro de querer hablar con Dimitri?, la última vez las cosas no resultaron como lo esperaba”, comento con preocupación.
“Debo ponerlo en alerta, sé que Alfredo anda no solo buscando dañar a los Lombardi, tengo la impresión que va detrás de él”. Dije pensativo.
“¿Crees que Alfredo sea tan estúpido de ir tras Dimitri?, aunque él no esté en este mundo sigue siendo tu hijo y un Ivanov no se toca”, Sergey hablo con firmeza, pero yo aprendí a leer la mente de esos miserables y estaba seguro de que Alfredo quería deshacerse no solo de los Lombardi,sinoo también de todo aquel que le represente un obstáculo en el camino y mi hijo y su mujer representaban eso para él.
Sergey salió de mi oficina dejándome nuevamente solo con mis pensamientos, él era leal a mí, pero no aprobaba el hecho de que mi hijo no aceptará mi legado, aún sabiendo que este imperio le correspondía a él, ya que Dimitri lo había rechazado, Sergey era leal y no aceptaba la actitud de mi hijo.
Punto de vista de Sergey
Sentía una gran admiración por Camilo, él era el padre que nunca tuve, por eso me molestaba que Dimitri no lo valorará, él tenía la oportunidad de estar con su papá y lo rechazaba solo por pertenecer a este mundo oscuro, pero yo no era quien para ir en contra de las órdenes de Camilo, él había pedido que buscará a su hijo y eso era lo que yo iba a hacer.
Llegue al edificio de oficinas de Dimitri, quién diría que mientras el padre era un criminal, el hijo se encargaba de hacer pagar a los malos por sus delitos, la vida era muy compleja, pero en este mundo cada quien es responsable por el camino que escogió seguir.
Me presenté en recepción con una hermosa mujer, al menos el idiota sabía cómo escoger a sus empleadas, desde que puse el lugar pude ver a las féminas que ahí trabajaban y todas eran realmente hermosas.
“Disculpe señor, pero su nombre no está registrado en la lista de visitantes del día”. Indico, la señorita muy amablemente.
“Eso lo sé, usted solo dígale que soy Sergey y que vengo de parte de su padre”, estaba hablando con la hermosa mujer, cuando una voz firme hablo a mi espalda.
“¿De parte del papa de Dimitri?”, voltee a ver de donde provenía esa melodiosa voz, que aunque se escuchó fría su tono era diferente, no sabía cómo explicarlo.
Voltee a ver de quién se trataba y mi sorpresa fue inmensa al ver esos ojos grises tan hermosos, la mire de arriba a abajo y me pareció estar frente a un ángel, que aunque mostraba una mirada implacable su belleza era innegable.
“¿Acaso se embobó o que?, le pregunté si es cierto que viene de parte del papá de Dimitri”, seguía escuchándose igual de fría, no pude evitar mostrar una sonrisa ladina antes de responder.
“Así es, hermosa dama, soy Sergey Luxemburgo y vengo en representación de Camilo Ivanov; el padre de Dimitri Ivanov.
Ella me miró con curiosidad, pero me guío hasta la oficina de Dimitri, en todo el camino no dijo una sola palabra, hasta que llegamos frente a una gran puerta. “Espere aquí, ya lo anunció con el señor Ivanov”.