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El Hermano Silencioso

El Hermano Silencioso

Status: En proceso
Genre:Amor prohibido / Amor tras matrimonio / Amor de la infancia / Arrogante / Matrimonio arreglado
Popularitas:5.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Crisbella

La primera regla de la amistad era clara: no tocar al hermano. Y mucho menos si ese hermano era Ethan, el heredero silencioso, la figura sombría que se movía como una sombra en la mansión de mi mejor amiga, Clara.
Yo estaba allí como refugio, huyendo de mi propia vida, buscando en Clara la certeza que había perdido. Pero cada visita a su casa me acercaba más a él.
Ethan no hablaba, pero su presencia era un lenguaje. Podías sentir la frustración acumulada bajo su piel, el resentimiento hacia el mundo que su familia le obligaba a soportar. Y, de alguna forma, ese silencio me llamó.
Sucedió una noche, con Clara durmiendo en el piso de arriba. Me encontró en el pasillo. Su mirada, siempre distante, se clavó en la mía, y supe que la línea entre la lealtad y el deseo se había borrado. Me tomó la cara con brusquedad. Fue un beso robado, cargado de una rabia helada y una necesidad desesperada.
No fue un acto de amor. Fue un acto de traición.

NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo VIII Alianza y condena

El plan era simple, pero la ejecución se sentía como una agonía. La lealtad se había convertido en un disfraz, y mi nueva función era la de la mejor actriz. Tenía que acercarme a Alexander para proteger a Clara, y ese acercamiento, por necesidad, alejaría a Ethan. Al menos, en público.

El día siguiente fue una danza cuidadosamente coreografiada de falsas sonrisas y tareas triviales. Me aseguré de estar siempre cerca de Clara, pero con un ojo puesto en Alexander. Cuando él llegaba a la mansión por la tarde, yo me pegaba a él como mi sombra.

—Alexander, Clara está abrumada con los detalles de la música —le decía, arrastrándolo lejos de su móvil—. ¿Podrías escuchar estas tres opciones y darle tu voto de calidad?

Alexander, sorprendentemente, caía en el juego. Parecía genuinamente aliviado de tener a alguien que gestionara a su nerviosa prometida. Me miraba con una gratitud superficial, pensando que yo era su aliada en la tarea de calmar a Clara.

—Olivia, eres una salvación. Eres mucho más práctica que Clara —me dijo en un momento, mientras revisábamos un menú de diez platos.

—Es mi trabajo como dama de honor —respondí con una sonrisa forzada.

Mientras tanto, Ethan era una sombra constante. Lo veía al fondo de las salas, en los pasillos, siempre con el traje pulcro y el teléfono en la oreja. Nuestras miradas se cruzaban a menudo, y en esos breves instantes, el pacto se reafirmaba: Cómplice.

Pero en las sombras, la tensión se estaba volviendo insoportable.

Habían pasado tres días desde la llamada telefónica en el estudio. Tres días de farsa.

Una noche, cerca de las once, me levanté para ir por un vaso de agua. Al salir de mi habitación, vi una nota de papel doblada que había sido deslizada por debajo de mi puerta.

La recogí, mi corazón latiendo en anticipación. La letra era inconfundiblemente la de Ethan: dura, angulosa, directa.

"Terraza. Ahora."

No preguntaba. Ordenaba.

Me puse una chaqueta sobre el pijama y caminé en silencio hasta la terraza principal. Era un espacio amplio y sombrío, rodeado por pilares de piedra y con vistas a los jardines oscuros.

Ethan estaba allí, apoyado en la barandilla de piedra, mirando la noche. Su figura recortada contra la oscuridad era imponente. No llevaba traje; solo una camiseta negra ajustada y pantalones deportivos. Parecía que acababa de salir del gimnasio, o de una pelea.

Se giró al escuchar mis pasos, y sus ojos oscuros me atraparon. Ya no había rastro de la fría profesionalidad que mantenía en la cena. Solo pura tensión.

—Estás en mi territorio —dije, tratando de sonar a la ligera.

—Estás poniendo demasiado esfuerzo en tu papel, Liv —su voz era baja, rasposa, y me envió un escalofrío por la espalda.

—Estoy siguiendo tus instrucciones, cómplice. Mantuve a Alexander lejos de su oficina por tres horas hoy, hablando de música de tango para el primer baile. Está completamente distraído.

—Lo sé. Y me está costando mucho no ir allí y romperle el cuello —dijo, dando un paso hacia mí.

—Ese no es el plan.

—El plan está funcionando demasiado bien. Estás demasiado cerca de él.

Me detuve. ¿Celos? ¿O solo miedo de que descubriera la verdad?

—Es necesario. Él se relaja cuando estoy cerca. Cree que estoy de su lado, que lo ayudo a manejar a Clara.

—Yo no quiero que él piense que estás de su lado —escupió Ethan. Se detuvo a medio metro, la cercanía quemaba—. ¿Sabes lo que es verte reír con él en el almuerzo? Sentir que lo estás validando. Es insoportable.

—Es por Clara —insistí, aferrándome a la única verdad sólida que me quedaba.

—No. Ahora ya no es solo por Clara. —Ethan cerró la distancia que quedaba. Su mano se levantó y rozó mi mejilla, un gesto que deshizo todo el profesionalismo de mi fachada—. No me miras como lo miras a él, Liv. Me miras con peligro, con conocimiento.

—Tú eres el peligro —mi voz era apenas un susurro.

—Y tú eres la única que se atreve a mirarlo de frente. —Su pulgar acarició suavemente el borde de mi labio inferior, el lugar donde me había besado—. No uses a Alexander para castigarme, Liv. Sé que estás enojada por el ultimátum, pero si te acercas demasiado... vas a quemarte.

—Ya me quemé —dije, sintiendo la punzada de la honestidad. Mi cuerpo reaccionaba a su toque con una intensidad que invalidaba cualquier argumento racional.

Ethan gruñó, un sonido de pura frustración. Se inclinó y me besó, pero no fue una súplica como la última vez. Fue una toma de control. Una liberación de la tensión acumulada de tres días de silencios incómodos y miradas furtivas. Me tomó el rostro con ambas manos, besándome con una urgencia que no me dio espacio para la duda.

Era un beso robado en el territorio del enemigo. Sabía que estábamos en el lugar equivocado, a la hora equivocada, pero la adrenalina de la traición era un afrodisíaco.

Cuando se separó, estaba jadeando.

—Tienes que dejar de hacer eso —le exigí, mi voz temblorosa.

—No. Tú tienes que dejar de buscarme —replicó Ethan, su aliento caliente contra mi boca—. Te doy una regla, y la rompes. Te doy otra, y la rompes. Entras en la guarida de Alexander. Me llamas a mi oficina... No puedes controlarte.

—Tú eres el que me llama a la terraza en medio de la noche.

—Te llamé para esto. —Me tomó la cintura, tirando de mí hasta que no hubo espacio entre nuestros cuerpos. Podía sentir el calor de su piel a través de mi pijama—. Necesitaba recordarte que eres mía en el silencio, Liv. Necesitaba que te dieras cuenta de que el juego es entre nosotros. Alexander es solo el telón de fondo.

—No soy tuya —protesté, pero la protesta sonó débil.

—Eres la única verdad que me queda. Y mi verdad no puede ser pública. Si quieres que esto funcione, si quieres que salvemos a Clara y a esta maldita empresa... Necesitas esta salida. Necesitas dejar de fingir que tu lealtad es la única cosa que te detiene.

Me besó de nuevo, esta vez con una ternura salvaje que me desarmo. Me estaba pidiendo que me rindiera al secreto, que aceptara que nuestra relación era el precio que teníamos que pagar para salvar a Clara.

Me aferré a él, la razón finalmente cediendo ante la necesidad.

—Una regla —le susurré contra su boca, buscando un último vestigio de control—. Solo podemos vernos aquí. En la terraza. Cuando estemos seguros de que nadie nos ve. Y solo para...

—Solo para romper las reglas —terminó él, su voz cargada de promesa y peligro. Me besó una última vez, un beso que selló nuestra alianza y nuestra condena.

Luego se alejó, su rostro volviendo a la sombra del heredero silencioso.

—Vete antes de que no te deje ir —ordenó.

Me fui, pero al igual que la noche anterior, el corazón me latía con la certeza de que ya no había escapatoria. Yo era la cómplice del hombre que me desestabilizaba, y mi castigo sería pasar las próximas semanas dividida entre la farsa diurna y el incendio nocturno de la terraza. La lealtad a Clara era el escudo, pero Ethan era la espada. Y yo la estaba empuñando.

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Maria Gonzalez Gonzalez
yo también opino que ellos Liv e Ethan deberán de tener su propia casa y no estar en esa mansión donde lo s suegros estan en todo 😡
vanessa vilchez
Liv y Ethan deberían mudarse y tener su propia espacio xq a ese señor no le importa su felicidad solo el dinero y el estatus..
Maria Gonzalez Gonzalez
buen merecido lo tiene Alexander por avaricioso😡
Maria Gonzalez Gonzalez
maldito infeliz de Alexander es todo un truan, espero y Ethan pueda resarcir el problema o la trampa .
🤎 Lisseth 🤎
Excelente gracias 🙏
Elilu 🇲🇽
es que Alexander al final de cuentas eres un fanfarrón porque si fueras tan solo un poquito de astuto no anunciarías que llevas ventaja y como te la pasas anunciando tus siguientes pasos te neutralizan.
vanessa vilchez
Asi se hace 👏👏
Maria Gonzalez Gonzalez
interesante 😜😂
Elilu 🇲🇽
Liv , mija tu déjate llevar , Ethan te ama , si , su carácter es del asco pero hasta ahora no te ha ofendido ni maltratado.
Elilu 🇲🇽
bueno Ethan y Liv es hora de jugar juntos contra el imbécil de Alexander él creía tener el sartén por el mango y va perdiendo.
Marshaan Sanchez
valla valla el señor es un signo de dinero y mis hijos están para ellos cuando yo necesite hago intercambio
Marshaan Sanchez
no no estoy enamorada de como describes paso de tensión a la inquietud de ese hombre que puede se un huracán en las sombras 🥰
Marshaan Sanchez
cómo pasado el tipo
Marshaan Sanchez
Huy mi amor yo como tú pruebo mil veces ese cafecito cerrero pero sabro 😂🥰
Marshaan Sanchez
oh este hombre es el café bien cargado de la mañana que despierta y su lo pruebas te ase adicto 😂🤣esto encantada con tada personaje te desconectan de la realidad y te hace imaginar cada escena 👏muy bien
Marshaan Sanchez
oh la novela hasta ahora es atrapante y con limoncito pinta que habra amor y odió y mucho que vencer oh Dios me atrapante mi querida escrictora como todo lo que escribes
Elilu 🇲🇽
a ver Liv si tú eres una genio en finanzas ponte a trabajar y deja de sacar a colación el bendito beso, te graduaste con honores anda libera a Clara de este nefasto negocio ayudando a Ethan a sacar todo a la luz.
Elilu 🇲🇽
ni modo Liv ya te inmiscuyeron en la plática y hasta es sus asuntos familiares. ahora toca aguantar vara.
vanessa vilchez
Ethan queriendo salvar a su hermana y ella quiere salvarlo a él..Eso es amor de hermanos 🥰
vanessa vilchez
Él lleva todo el peso de proteger a su hermana y la empresa y su padre solo piensa en dinero y negocios....
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