Calamidad no creía en fuerzas que manejen su existencia hasta que murió y fue seleccionada para ser la causante de todas las desgracias. En su nueva vida descubre que su muerte no fue un accidente, si no un asesinato planeado por su esposo y su amante hacia su persona. Siente sed de venganza y su nueva misión con sus nuevas habilidades decide que los descendientes de esa familia paguen, sin saber que el destino se cruzara en su caminó, como un simple mortal al igual que ella y las diferentes fuerzas estaran en conflicto por su unión.
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21- Empleo y casa
(*Calamidad)
Me desperté por el sonido constante y molesto de mi móvil. Gire en la cama sintiendo algo en mis pies y miro encontrándome con un gato negro.
-No... No... ¿Qué haces en mi cama?... Si quieres un lugar donde dormir te consigo una para ti. Le digo alzándolo para sacarlo.
Me encamino a la puerta y al salir escucho decir a mi amiga.
-AHAAA... AHI ESTAS PRECIOSO. Suspira Maia al ver al gato entre mis brazos.
-¿LO CONOCES?. Le pregunto.
-SI... SIEMPRE ME VISITA... SUELE DORMIR EN MI CUARTO. Me cuenta alzandolo y llevándoselo con ella.
Veo que el gato se le abraza del cuello y me mira con sus ojos verdes.
"¿Será Lian?", me pregunte.
"Es un vivo"
Sonreí a mis adentros, al notar lo pícaro que era para aprovecharse de ser mimado por las chicas, al parecer siempre se les aparecía, todas lo miman y arman un lugar donde le sirven un tazón de leche, sobre la comoda del pasillo.
Nuevamente mi celular sonó y corrí a atender.
📱Hola. Respondí al no conocer el número.
📱Hablo con Calida del Sur. Escuché del otro lado.
📱Con ella habla. Le respondi.
📱Somos de la inmobiliaria... El señor Heffernan accede a venderle la casa. Me informo.
Salte de la emoción antes de responder.
📱Bien... Cuando será efectivo. Le consulto.
📱Para cerca del medio día. Me respondió.
📱Perfecto. Le dije cortando y realice mi baile de triunfo.
Pero lo corte al ver la hora, tenía la entrevista de trabajo cómo abogada y no podía ser impuntual.
Corrí a bañarme, elegí un mono sin mangas en un tono oscuro, quería verme lo mas profesional posible.
Me llegó un mensaje de Pablo.
✉️BUENOS DIAS PRECIOSA. Escribió, acompañado con una foto de él con una taza de café.
Le respondí.
✉️QUE TENGAS UN LINDO DIA.
Y le envié una foto mía de como estaba vestida.
"Me gustaría ser esa taza", pensé a mis adentros deseando sentir sus labios.
Ellos anoche se despidieron al tener que ir a descansar para cumplir sus obligaciones o eso dijeron, la verdad solo creo que Pablo se los llevó para que no hagan locuras.
Tome mis cosas y salí apresurada.
-MAIA... ¿YA VAS A SALIR?. Le pregunté.
-SI... ¿QUIERES QUE TE LLEVE?. Me pregunto.
-Si... Sería genial. Le respondí.
Fui a la cocina, me servi un poco de café en un vaso termico y me lo lleve siguiendo a Maia que debía ir a su trabajo.
Me dejó de paso en el edificio de la firma, bajo de su vehículo dirijiendome a la oficina del señor Gon.
-BUENOS DIAS. Saludé al verlo parado de espalda como siempre mirando por su ventana.
Se giro en cámara lenta y fijo sus ojos en mi.
-Adelante... Cierra la puerta. Me pidió.
-¿Qué tal se ha sentido?. Le pregunté.
-Mejor... ¿Y tú?. Me preguntó.
-Bien. Le respondí.
Suspiro profundo mirándome fijo.
-Salgamos... Aquí me falta el aire. Expresa señalando la salida.
-¿Dónde vamos?. Le pregunto.
-Debo ver a un cliente... Serás mi apoyo. Me dice serio.
-De acuerdo. Le respondí sin entender nada.
-Trajiste tu auto. Me consulta.
-Ah... Me lo robaron. Le respondo.
-¿Qué?. Me consulta.
-Si... Al parecer ayer... Cuando fui a tu casa... Deje el auto cerca de un restaurante... Y alguien lo robó. Le comentó.
-Vaya... Qué lastima... ¿Lo vas a recuperar?. Me preguntó.
-Lo sacaron del mar... Así que... Ya no creo. Le respondo.
-¿Y cómo fue a parar ahi?. Me preguntó mientras subimos a su vehículo.
-Al parecer le fallaron los frenos. Le respondo.
-Que suerte que fuiste a mi edificio... No solo por salvarme... Sino para que no fueras tu al fondo del mar. Comenta pensativo.
-¿Fuiste al doctor?... Para hacerte los estudios. Le aclaró.
-Ya pedí una cita... Por cierto... Vi las cámaras de seguridad... Cuando llamaste a la puerta... Me descompense... Fuiste rápida al llamar al de seguridad... Y constante al no dejar de hacerme masaje de pecho. Me comenta.
-No fue nada. Le respondo.
-Claro que si... No cualquiera tendría esa persistencia... Ni la entereza para afrontar una situación así. Me comenta.
Llegamos a un domicilio cuya muralla era muy alta, no se veía la casa solo un enorme portón negro y nos dirigimos a la puerta que había en un costado, él toca el timbre para que nos atiendan.
-¿De qué se trata?. Le pregunto.
-Una señora... Solicito nuestro servicio. Me contó justo en ese momento nos atienden.
-Buenos días... Soy El abogado Gon Andrés y ella la abogada Del Sur Cálida. Nos presentó ante una señora de contextura robusta y baja que nos atendió.
-Buenos días... Pasen... Dejen sus zapatos en la entrada. Pidió señalando el interior.
Cruzamos el umbral y tenía en el interior flores, una fuente en el medio, con un techo de vidrio como sala.
-Bonito diseño. Comento el señor Gon.
-Me gustan las flores. Dijo la señora señalando un juego de jardín para sentarnos.
-Usted dirá. Le dijo el señor Gon.
-Mi pedido se debe a que con el hombre que estoy más de veinte años jamás quiso casarse, siempre puso escusas de que no era necesario de que estábamos bien y vengo a enterarme de que él era casado por una libreta que encontré entre sus papeles cuando me solicito que busque unos sobres que necesitaba, está por vender una de sus propiedades, debido a que nos hace falta el dinero... Y quería ver si nos respalda lo legal de algún modo... Porque tenemos un hijo menor... En realidad dos... Pero el primero esta por cumplir la mayoría de edad. Nos cuenta la señora.
-¿No sabia de su situación civil?... ¿Cómo es que ustedes viven juntos?. Le pregunto el señor Gon.
-Antes él trabajaba en una empresa que le demandaba que viaje mucho... Su ausencia no era mal visto... Ya sabe... Por su trabajo... Lo que si... Cuando le dije que estaba embarazada le molestó mucho... Alegando que no podría estar conmigo debido a su trabajo... Qué debería buscar otro empleo... Pero al final... Pudimos sobrellevarlo... Tuvimos ese hijo... Pasaron diez años... Y tuvimos el segundo... Por él que estoy preocupada para que sus estudios le siga pagando... Aunque del mayor aún le paga... Solo le falta poco para terminar su carrera. Nos cuenta.
-En el marco legal... Si él reconoció a sus hijos... Tiene obligaciones hacia ellos. Le dice el señor Gon.
-Eso es un alivio... Si... Llevan su apellido. Comento la señora.
-Puede decirnos como se llama su pareja. Le pido para anotarlo.
-German Heffernan... No le gusta que le tomen fotos... Pero tengo aquí una con sus hijos. Dice la señora y le quedo mirando sorprendida, mientras ella nos enseña la foto.
Ellos siguieron hablando. Pero me perdí en mis recuerdos y las discusiones que teníamos.
FLASHBACK
El debía viajar por su trabajo, por lo general apenas estaba en casa como dos días en la semana y solo el fin de semana se quedaba mas.
-¿Por qué no te puedo acompañar?. Le pregunté al sentirme sola porque viajaba mucho.
-Quisiera quedarme... Pero es por trabajo... Te aburrirías... Y quedarías en el hotel... No puedo llevarte conmigo a ver a los clientes. Me aclaraba.
-Es que te extraño mucho. Le aclaraba.
-Cuando menos lo esperes estaré aquí. Me decía despidiéndose apurado.
Nada lo detenía, si estaba enfermo igual se iba con la escusa que el resfriado no era nada, que tomaba algo y se le pasaba.
Incluso una vez apareció con la frente sangrando, me quedé sorprendida por ello, pero dijo que fue una torpeza suya al chocar con una puerta abierta en el trabajo, se puso una curita y se fue a su viaje.
(*Fin del Flashback)
-Yo jamás desconfíe... O no quise creer... Sin contar que sufro de agorafobia... Por lo que todas las atenciones siempre las tengo en casa. Nos cuenta la señora.
-No se preocupe... Averiguaremos sobre su tema... Y la estaremos informando. Le dice el señor Gon despidiéndose.
Salimos de la casa y veo que él suspira pesado.
-Lindo personaje resultó ser el señor Heffernan. Comento pensativo.
-¿Quién diría?... Sin contar que se lo representa en otro caso donde asegura que no es su hijo el joven Federico Kaplan. Le comentó.
-Si... Es una locura... Y la señora Lucrecia Palacios se enteró por una libreta que encontro. Me dice.
-¿Lucrecia Palacios?. Le pregunto.
-Si... A caso la conocías. Me consulta.
-No. Le respondí, siendo todo lo contrario.
No la conocía en persona, pero había oído de ella en el pasado, en mi vida pasada, Germán me había mencionado de una cliente que debía visitar en su casa debido a que tenía miedo de salir de su casa, que le tenía miedo a las multitudes y a prácticamente todo y era Lucrecia Palacios.
-Calida... No necesito hacerte ninguna entrevista... Se que eres muy capaz... Tendrás el puesto... Te daré algunos casos así me alivianas el trabajo... Últimamente me he estresado mucho... Y debo tomar las cosas más tranquilo... Debido a lo ocurrido ayer... Así que... Estás de acuerdo. Me consulta.
-Perfecto. Le respondo.
La verdad sentía un remolino de emociones, ganas de ir a colgar al maldito de German, del árbol más alto, pero no podía, ya no era esa persona, era otra, reencarne como cálida.
-Perfecto. Repite mirándome.
-Y ahora donde vamos. Le consulto.
-Vamos a comer algo... Aún no desayuné. Me comenta.
-Lo acompaño. Le respondo, de ese modo no me veré tentada a ir tras de Germán para ponerlo en su lugar.
-Desde que no eres la que hace el café... Lo tomo afuera de la oficina. Me comenta con una mueca.
Llegamos a una cafetería y nos sentamos en una mesa al fondo, al señor Gon no le agrada tanto estar cerca de otras personas.
-Extrañaba esto. Dijo mirando la taza blanca de porcelana ante él de forma circular.
-Puedo hacerle una pregunta. Le consulto.
-Ya lo haces. Me responde.
-¿Qué le provoca los ataques de pánico?... Creo que eso escuché que le dijo al médico.
Veo que tuerce la boca hacia un lado.
-Algo así... Siendo sincero... Lidiar con mi padre. Me responde y le da un sorbo a su café, mientras observa como tomo el mío acompañado de una media luna.
-Debe estrenarlo mucho... A caso lo sobre exigió siempre. Le consulto.
-Veo que te comiste toda la media luna antes... No intercalas... Y el café apenas lo tomas. Me dice.
-Me gusta disfrutar su sabor antes. Le respondo.
-Yo suelo hacer al revés... Tomo el café... Después la medialuna... Y el agua gasificada. Me responde.
-Prefiero el agua sin gas. Le comentó.
-Si me disculpa... Tengo otro compromiso. Le digo al ver la hora.
-Te invitaron a almorzar. Me consulta.
-Es más un trámite... Que debo hacer. Le comentó.
-Te llevó... Aprovecha que estoy generoso. Se ofrece.
-No lo diga dos veces. Le respondo.
-Podrias comprarte un auto. Me dice.
-Si ... Cómo no... Despilfarro en algo que es como tener un hijo y no como el resto del año. Le respondo irónica.
-Hay buenas ofertas... Es solo buscar... Pero jamás te metas en esos planes de ahorros... Que te vuelan la cabeza con eso de los intereses... Bla, Bla, Bla. Me dice.
-Por su manera de decirlo... Se ve que pasó por eso. Le comentó.
-¿Dónde te dejo?. Me preguntó.
-En diagonal a la plaza del centro. Le respondo.
-Ah... Cerca... Para retenerte un poco más... Haré como esos taxistas que te pasean media ciudad. Me dice con una mueca de diversión.
-No por favor... Debe ser antes del medio día... O perderé la oportunidad. Le suplico.
-Se ve que se volvieron estrictos con él cobro del alquiler. Me dice al ver que llegamos a la inmobiliaria.
Me despedí con una sonrisa sin responderle, me perdí en el interior del edificio, recibida por la recepcionista.
- Soy Cálida del Sur.
-Pase la están esperando. Me anuncia cuando le digo quien soy.
-Que bueno verla... Estos son los papeles... Quiero que se fije con atención... Y la venta estará concluida. Me anuncio el que me atendió.
Me puse a leer cada una de esas diez páginas que tenía adelante, el dueño ponía algunos requisitos para que la venta sea efectiva:
*No sacar el árbol que tenía en el jardín.
*No cambiar nada de la construcción.
"Qué locura"
"Si me vende se supone que puedo hacer lo que se me ocurra"
Reflexionó a medida que Leo cada una de ellas.
-Esto es riciculo... Si me vende se supone que está en mi decidir que hacer. Comento.
-¿Qué quiere hacer?. Me pregunta.
-Vivir en la casa... Con mis amigas... Qué colaboren con los gastos de servicios y alimentos... Poner mi estudio de abogados. Le respondo.
-Entonces solo firme... Si no cumple el contrato quedará anulado. Me dice.
-Eso que dice no tiene sentido... Yo soy abogada... Y le puedo Asegurar...
-Entiendo su falta de comprensión ... Pero si leyó bien en este párrafo... Le informo que fue declarado parte de la historia de esta ciudad... Una de las pocas casas que se mantienen... Puede vivir en ella... Pero debe ser responsable en que... Es un símbolo importante que los turistas van a querer apreciar. Me dice.
-O sea... Qué extraños vendrán a mi casa. Le digo afligida.
-Puede que no se dió cuenta en el pasado... Al ir a pasar las fiestas con sus familias... En la época donde venían los turistas. Me dice.