Saga: Una Familia De Extraños: NUESTRO AMOR PROHIBIDO (I)

Han pasado cuatro dias... cuatro tortuosos dias donde Ryers esta pegado a Jen todo el tiempo

Ella solo respira y él rabano ese está suspirando y elogiando su respiración.

Estamos en una reunion donde estamos mirando nuevos proyectos y él esta aqui porque a Adrián le ocurrio la fantastica idea de invitarlo y claro. Jen esta en medio de él y mi padre. Mientras yo estoy frente a ella recibiendo al ignorada del siglo de su parte

Adrian no deja de mirarnos, preguntó porqué aparentemente hace solo una semana en la videollamada nos veiamos felices, pero ahora ni nos dirigimos la palabra

—Buenos dias, mi nombre es Amara. tengo una propuesta para desarrollar la tecnología indumentaria de.... —¿pueden creer que Ryers esta escribiendo notitas ridículas? ¡Y lo peor es que Jen las recibe y las lee como si fueran el ultimo descubrimiento del planeta! ¡O la cura para le cancer!

—¡Ejem!—carraspee dando un golpe a la mesa y todos se exaltaron. Eso es lo de menos, al menos Jen dejó de sonreír y el idiota dejó de verla como si fuera... bueno, no puede verla así, es verdad que es hermosa, pero el idiota no tiene derecho de verla así

—¿Señor ocurre algo? —preguntó la empleada despues de un silencio abismal al haber interrumpido su propuesta

—Sí¿Dígame, enserio cree que esta sera una buena propuesta? Necesitamos propuestas que a largo plazo generen ganancia y utilidad, no estas que en paso de unos meses pasaran al olvido y solo generan perdidas. Es inaceptable ¡Siguiente!

La empleada que ni recuerdo como se llama se fue a sentar y otro tomo su lugar para hacer la presentación. Hoy en la noche es esl tal baile de marcaras al que iremos. Al que Jen será la acompañante de el rabano irritante

Terminamos la reunion y todos se fueron exepto mi padre, que cerró la puerta con seguro ent otal silencio. Actué con normalidad con si revisara algo en el portatil y él solo se sentó frente a mi colocando las manos entrelazadas frente a la mesa

—¿tienes algo para decirme? —pregunté con naturalidad, pero solo alzo los hombros despreocupado

—Yo no. Creí que tu sí

—Para nada. Estoy ocupado, así que—me levanté de la silla para irme pero el carraspeó, asi que volví a sentarme —di lo que quieras decir y ya papá

—Bueno. Son cosas que me inquietan. Primero, ¿Jen y tu porque ya no se dirigen la palabra? ¿Porque actúas tan inestable estos dias? ¿Y porque Ryers te cae tan mal? Ah y no olvidé que trataste mal a esa empleada. Sabes muy bien que el ser su jefe, no significa que ella esté por debajo. Somos un equipo, es el lema de la empresa. ¿Porque te desquitaste con ella?

—No se de que hablas, le dije al verdad a la empleada, fui directo

—Lo fuiste, pero al hablarle solo veias a Ryers con odio. ¿Que hay con él? ¿Descubriste tal vez algo? Si es así dime, Jenny y él saldrán juntos

—¿Que tendría que decirte? Se ve que les apoyas la relacion ya y ni siquiera a iniciado

—Porque lo considero un buen hombre en lo que lo conozco y prefiero que mi hija haga las cosas abiertamente para asi poderla ayudar, no a escondidas. Además, es ella quien toma la decision de salir o no con él. Si ella quiere puede mandarlo a volar y tendría mi apoyo, lo sabes. ¡Así que di porqué demonios tienes esta actitud?

—No es nada. Tengo trabajo, ya te lo dije. Ahora, si no es molestia señor presidente, como gerente general aun tengo trabajo antes de tener que ir al innecesario baile de mascaras. Así que con permiso —salí de la sala de juntas  y entré a mi oficina, necesito un trajo urgente

Tomé el whisky y llené el vaso, me lo tomé de un solo y en eso llegó Adrian de nuevo

—¿Encerio vas a beber a esta hora?

—¿Que quieres que te diga? ¡Dilo de una vez, no soy adivino!

—Quiero que seas sincero

—¡Pues no me presiones. yo tengo mis propios malditos problemas como para averiguar que es lo que quieres escuchar para decirlo.

—Ese no es el punto.

—¡Pues di cual es y deja de marearme con preguntas innecesarias! —grité exasperado y la voz se me cortó. De la nada fue como revivir aquella conversación con Jen y solo me froté el rostro ates de darle la espalda tratando de respirar con tranquilidad. Entonces escuché sus pasos acercarse

—Oye, Nick. ¿Estas bien? —me tocó el hombro pero no volteé —creo que —carraspeó incomodo —nos estamos excediendo, perdoname si te presiono, no es mi intención. Pero eres mi hijo y solo quiero tu bienestar. Desde hace tiempo actúas raro. Hace casi tres años te mudaste y practicamente no volviste a casa, te aislaste y te volviste más frio. Incluso has... tenido que cubrir muchas cosas poco honorables. Y ahora

—Lo sé, se que no he actuado bien. Te pido una disculpa por eso, pero por favor vete, necesito estar solo

—Pero

—¡Por favor vete! Quiero estar solo. Estoy acostumbrado a estarlo. ¿lo puedes entender? Necesito MI VIDA, no está farsa—abrio su boca pero la volvió a cerrar en cuánto le grité, no fue ahí sino cuando me di cuenta de que tenia lagrimas en mis ojos y mi voz estaba más cortada y debil de lo normal —Quiero mi vida, la mia, no esta. Necesito saber quien soy y dejar de aparentar ¿entiendes eso? Recuerda que no soy tu hijo, así que por favor deja de tratarme tan bien. Así al menos no me sentiría tan culpable

Me quité el saco del traje y me senté en el escritorio sin poder verlo a la cara. Reconozco esa expresión, esta dolido, mucho en realidad. Y odio ser el causante de ese dolor. Luego de unos minutos en silencio se acercó quedando frente al escritorio

—Nick. No importa si hay sangre o no de por medio. Siempre te consideraré mi hijo, y no creo que esté mal. Te amo, amo a tus hermanos y amo a Jen. A todos por igual—suspiré tratando de que eso no me doliera

—Lo sé

—¿Entonces?... ¿Por que dices que te sientes culpable?

—No lo entenderías. Debo irme

—Espera—me detuve a medio camino —de todos mis hijos, tu eres quien siempre has sido más comprensible, eres quien siempre se deja de último y quien toda la vida a tratado de complacer y agradar. Pero escucha... no tienes porque hacerlo. Siendo el hijo perfecto o no, eso no cambiará lo que siento por ti. Solo ten cuidado de que por complacer tanto a los demás te olvides de quien eres y al final solo te coloques una mascara fingiendo que eres feliz, cuando por dentro solo sientes que te ahogas

—El problema es que no sé quien soy

—Tal vez es momento de que lo descubras. Tomas las mejores decisiones en el negocio familiar, tal vez porque para eso te reparaste toda la vida y te dedicaste solo a ella. Pero no olvides que la familia y el amor, valen más que eso. Tienes mi apoyo Nick, lo tendrás siempre

—...

—Te dejaré pensar un poco. Nos vemos en el baile de mascaras. Y... hijo... recuerda que el vivir para complacer, solo logra que te esfuerces demaciado y te pierdas de vista. Procura ser feliz, por tus propias decisiones y actos. No por la aceptacion de los demás

Salió de la oficina dejándome con sudor freo en mi espalda. Necesito pensar.

Tomé mi telefono y me dirigí al gimnacio clandestino de Sam. Al llegar, como siempre que voy me lanzó una bebida desde la entrada

—¿A que se debe la increíble aparición del gran señor del momento?—ironizó como siempre

—No estoy para esto. Necesito el saco de box —pasé de largo dejando la bebida en una butaca y me quité la camisa, luego me envolví los puños. Sam se acercó y empezó a beber una coca-cola mientras observaba

—¿Y? ¿Que pasó?

—¿De que?

—¿Encerio? ¿Tantos años de conocernos y tengo que preguntar siempre? No finjas que no soy tu terapéutico momentáneo sin ningun certificado que me respalde consejero de vida

—Si lo haces sin certificado es ilegal y podria demandarte —se acercó y tomó el saco de Box con media sonrisa para ayudarme

—Adelante, apuesto a que en la prision tambien me cuidarás el trasero

—No tientes tu suerte —seguí golpeando unos minutos más el saco de Box. Cada vez más rapido, uno, dos, tres, uno, dos, tres. Más y más, hasta que de la nada Sam lo corrió y si no fuera porque quitó el rostro lo habria golpeado, entonces de la nada me saltó encima dejándome en al suelo

—¿Que ha..

—¿Que hago? Por favor, deja de fingir que estás bien. Llevas golpeando ese saco veinte minutos como un maldito robot. Mírate las manos idiota. ¿que sucedió? —mire mis nudillos por encima de la tela y miré pequeños parches de sangre

—Es normal que sangre un poco

—No es normal si lo haces de esa forma. Tampoco es normal que siempre que estes atascado vengas a desahogarte hasta sangrar con ese saco en vez de enfrentar tus problemas

—¡No creas que me conoces!

—¡Te lo digo porque te conozco! Desde hace tres meses vienes casi todos los dias a la misma hora. Vienes de madrugada seguramente con la excusa de salir a correr. Pero solo vienes a golpear lo que sea para sacar tu maldita culpa. Enfréntalo de una vez

—¿Crees que quiero hacerlo? Si pudiera haria lo que más deseo, pero no puedo. Eso dañaría a Adrian

—Pero al menos sabríaslo que sucedería y dejarias de culparte. Es tu hermana, SÍ. PERO NO DE SANGRE. El destino los unio de uan manera retorcida pero eso no significa nada si no hay cariño de hermanos. Respetas a Adrian y lo entiendo, pero si amas a su hija, enfréntalo de una vez y dilo. Entonces y solo entonces sabras las consecuencias de tus actos. No te tortures más

—¡Quítate de encima!

—¡No hasta que me digas que dejarás de culparte!

—¡Quítate Sam!

—¡Que no! —empecé a forcejear y de un momento a otro lo lancé hacia atras y me levanté, el hizo lo mismo y me mandó un puño, lo esquivé y le mandé otro el cual esquivó, entonces de la nada me lanzó una patada de lado en el estomago, hice lo mismo y rodo en el suelo. Se levantó más enojado y me golpeó el rostro partiendome el labio

—¡Idiota, hoy tengo que ir a ese tonto baile!

—Pues ve a ver si así sientes algo en tus labios por cobarde!

—¡Imbecil!

—¿Porque, por decirte que eres un cobarde?—de una patada lo lancé al suelo y en menos de nada estaba encima de él a punto de golpear su rostro

—¡Cállate!

—¡Cobarde! —lo golpeé otra vez y siguió sonriendo con su boca llena de sangre

—No sabes nada

—Sé más que los demás, por eso te digo las cosas de frente. Hoy ve a ese maldito baile y enfrenta de una vez lo que sientes —ya me dolia el puño asi que me le quité de encima de me tiré a su lado, el hizo lo mismo.

Ambos respiramos agitadamente, entonces se levantó y me extendió su mano

—Debes irte o se te hará tarde —me levanté dejandolo con la mano estirada y tiré las vendas de mis nudillos al suelo llenas de sangre

—Vamos, se nos hace tarde

—¿disculpa?

—Solo ven, idiota —me siguió al auto y rapidamente conduje a mi apartamento. Al llegar el recepcionista quedó aterrado al vernos con golpes y a él con el labio partido

—Bueno, ¿porque quieres que vaya  a ese bailecito?

—¿No quieres conocer un poco más aparte de rejas oxidadas y sacos de box rotos?

—¿Y tener que alzar el dedo meñique para tomar el te? no gracias

—Quiero que distraigas a mi hermana

—¿A Jennifer?

—No, a Bridelys. Es muy perspicaz y asfixiante. Tiene tu mismo caracter, asi que podrás manejarla

—¿Está loca como yo?

—Comparada contigo está cuerda, así que o ella te vuelve loco o tu a ella. Al menos me dara tiempo de acercarme a Jen

—Muy bien. Pero necesitaré un traje —le señalé el perchero donde hay un traje ara él a la medida en una bolsa de ropa y al abrirlo silbó —uy, por esto los ricos, son ricos

—Iré a alistarme. Jen debe estar por—me quedé inmovil en cuanto recordé que Jen se fue la misma tarde en la que Adrian volvió y ni siquiera vino a recoger sus cosas porque ya se las habia llevado. Volví a serrar su habitación y respiré antes de ir a bañarme con agua fria

Estuve bajo la llave bastante tiempo hasta que mis musculos se relajaron. Luego me coloqué un traje negro, con una camisa negra y una corbata del mismo color texturizada. Además lleva unos gemelos de oro blanco, Zapatos negros de gala.

Me arregle la barba dejándola un poco más corta y me peine para atras, me apliqué perfume y salí junto a Sam que tambien estaba listo con su traje azul oscuro

—¿Listo? —me preguntó en el auto mientras se colocaba el antifaz

—No, pero aun así lo haré