En un mundo de lujos y secretos, Jehan y Mia se encuentran en un torbellino de venganza y pasión. Después de que Jehan mata al padre de Mia, creyendo que era el responsable de la muerte de su propio padre, decide buscar a Mia para vengarse. Sin embargo, al conocerla, se enamora de ella y cambia sus planes.
Mia, ignorante de la verdad sobre la muerte de su padre, se siente atraída por Jehan, pero pronto descubre su terrible secreto. A medida que su relación se profundiza, deben enfrentar los fantasmas del pasado y la venganza que los rodea. Rubí, la media hermana de Mia, busca sabotear su relación, mientras Jehan lucha con su conciencia y el deseo que siente por Mia.
"Esclavos del deseo" es una novela de romance y suspenso que te sumergirá en un mundo de pasión, venganza y secretos. Sigue a Jehan y Mia en su viaje desde el odio al amor, mientras enfrentan los fantasmas del pasado y la venganza que los rodea. Descubre cómo el destino puede cambiar el curso de sus vidas .
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Capitulo 7
Narra Jehan.
Al salir de la casa de Rubí, íbamos directo a la Mansión de mi madre. íbamos en silencio hasta que le pregunté a Sofía algo.
— Sofía. Dime algo. Rubí y su hermana no se llevan bien — digo curioso sin apartar la vista de la carretera.
— Bueno hermano, la verdad es que no, no se llevan bien.— dice Sofía mirándome — No es por hablar mal de tu novia pero ella trata mal a Mía .
— Por favor, Sofía ¿cómo puedes decir eso de Rubí si ella no es asi ?— digo molesto.
— Hermano, el día que conocí a Mía, Rubí la estaba molestando y tratando mal delante de toda la universidad — dice Sofía.
— Seguro que Mía también la estaba molestando — digo molesto.
— Mira Jehan, Rubí me puede caer fatal, no la quiero para ti, pero no sería capaz de difamar a una persona solo porque no la quiero. Además, tu fuiste quién pregunto y yo siempre he dicho la verdad y estoy segura que a Mía la tratan mal — dice ella molesta también — El día que la conocí, hablamos de todo lo que le gustaba y nunca mencionó que le gusta ayudar a las empleadas de su casa. Eso es muy raro.
— Apenas la conoces. Quizás se le pasó decirte. No creo que Rubí la trate mal, es su hermana — digo serio.
— Media. Rubí te lo dejo claro o no es asi. Le molesta que Mía también sea hija de su padre. Estoy segura — dice molesta.— Mira las páginas de chisme en internet. Dicen que la mamá de Mía, la señora Isabel, murió a causa de un infarto provocado por su esposo Mateo cuando llevo a vivir a Lucía y a Rubí a su casa. El señor Mateo dijo que la señora Isabel estaba enferma desde hace años y que nunca se amaron, fueron obligados a casarse por sus padre. Yo opino que la odian solo porque ella tuvo lo que Rubí nunca pudo tener: Una familia feliz, y sobre todo privilegios que Mía si tuvo y ella no.
— No lo creo Sofía. Rubí no puede odiar a su media hermana. Ella no es asi — digo molestó.
— Hermano, tu estás ciego de amor. Si se le puede llamar amor a lo que sientes por ella. Espero cuando habrás los ojos no sea tarde — dice Sofía.
— Ya dejemos ese tema aquí — digo furioso — dile a mi madre que después vengo a verla.
— Está bien — dice mi hermana mientras se baja del auto y camina a la entrada de la mansión.
Sé que está molesta. No me gusta pelear con mi hermana,pero se que no tiene la razón. Rubí no es asi como ella dice es todo lo contrario.
Ella es amable, cariñosa, linda y humilde. Yo creo que la que le tiene odio es Mía. Estoy seguro de que esa tal Mía odia a mi Rubí.
Narra Mía.
He venido al sótano a recoger mis cosas e irme a mi habitación. Extraño tanto mi cama, mi ducha y poder dormir relajada.
Lo que me preocupa es que mi papá se trae algo entre manos. Estoy segura y no me gusta. Siento que algo malo va a suceder.
Pero bueno, me arreglaré e iré con el a ver al abogado. No sé si será el mismo que me llamo el otro día, pero esto tiene que ver con dinero y estoy segura que lo quiere para el .
Pero seguiré sus órdenes, ya que no quiero ser castigada de nuevo.
— Estoy lista — digo sin ninguna expresión.
— Bien, vamos. Nos están esperando — dice mi padre y salimos todos de la casa. Si todos: Lucía,Rubí,mi padre y yo, algo traman ya que no me han insultado ni nada por el estilo.
Después de un rato, llegamos a un gran edificio, todos bajamos en silencio, menos mi padre.
— Hija, el abogando Petrov me llamo y me informo que tu madre había dejado algunas cosas estipuladas en el testamento que no fueron leídas aquel día — dice mi padre muy amoroso y confirmo que algo se trae en manos.
— Muy bien, entremos a ver qué dejo mi madre — digo serena. Si de algo estoy segura es que no le daré lo que mi madre haya dejado a mi padre. Eso nunca.
Todos entramos y fuimos directo hasta el último piso. Al llegar, un señor de edad avanzada nos recibió y nos ordenó sentarnos. Nos leyó lo que mi madre había dejado para mi.
— Si. señorita. Su madre que en paz descanse, le ha dejado un lindo y grande departamento en los Estados Unidos que puede ir a adquirir cuando quiera, ya que lo compro cuando usted aún era menor de edad. También le dejo una fuerte cantidad de dinero disponible, que puede ser usada a su antojo — dice el señor .
— Muy bien hija excelente, abogado no es necesario pasar al nombre de mi hija. Haga los papeleos y póngalo a nombre de mi hija Rubí. Mía no necesita eso — dice mi padre muy feliz. Al igual que sus acompañantes.
— No. Mi madre lo dejo para mi, no para ti ni para ellas, padre — Digo muy molesta. Lo sabía, sabía que algo quería.
— No me hables así, Mía, Soy tu padre — dice el, molesto.
— Mi padre por conveniencia, por esto me has quitado el castigo, por esto me estás demostrando cariño — digo molesta — No necesito tu cariño ni tampoco que me quites el castigo.
— Muchacha malagradecida — Dice Lucía — Recuerda que aún vives en mi casa, se haran las cosas como tu padre quiera o te vas de mi casa.
— No seas ilusa, Lucía. Esa casa me pertenece más a mi. Esa casa era de mi madre, por lo tanto me pertenece — digo molesta.
— Basta, me cansé de ti Mía. Harás lo que digo o te irás con tu tía Anastacia a su rancho — dice mi padre molesto.— Y me encargare de que nunca puedas tomar posesión de ese departamento, al igual que el dinero.
— Ok está bien — digo viendo la cara de felicidad de mi padre piensa que he cedido — Me iré con mi tía a su rancho. Prefiero eso a que tu y tu familia se queden con lo que es mío.
— Pero ¿ que estás diciendo ?— dice mi padre sorprendido.
— Si. Mateo me iré con mi tía y espero nunca más verte la cara a ti y a tu familia — digo y salgo del edificio.
