una mujer se queda sin trabajo, y por causa de sus deudas, abre un canal en una red social para leer el tarot a la gente, una chica la contacta y ella ve que un asesino serial la esta acechando, entonces decirle ayudarla para escapar de el, pero pronto el asesino cambia de victima, y es ella la que sufrira su acecho
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capitulo 21 - una noche agitada
Marisa esta dando muchas vueltas en su catre, transpira y parece que tiene fiebre,
Despierta sobresaltada y en la oscuridad puede ver una extraña figura muy oscura observandola,
Ella ve que sus manos son grandes y huesudas, y nota un extraño anillo,
Ella no le teme, pero ve que su voz no sale de su garganta y piensa,
- aun estoy dormida, entonces
Cuando saca una gran fuerza de ella para echar a esa cosa de alli, escucha la voz de Liliana que dice,
- por fin despertaste, pense que estabas descompuesta,
Marisa de a poco abre sus ojos y con dificultad, dice,
- estoy bien, solo estoy un poco estresada,
- nosotras estamos igual, dice Andrea,
- ¿que hora es?, pregunta Liliana,
- no tenemos enchufe, asi que estamos sin carga para los celulares,
- debo tener algo de carga en el mio dice Marisa,
Ella le pasa su celular a Andrea, pero cuando lo va a encender ve que sigue apagado,
- parece que estaremos incomunicadas, dice Andrea regresandole el celular,
- mejor asi, no podra ese loco rastrearnos, dice Liliana,
Andrea y Marisa asienten,
- bueno, cuando yo era niña queria ser monja dice Liliana sonriendo,
- a si?, dice Marisa riendo,
- si, pense que era buena idea despues de ver la pelicula de cambio de habito,
- muy buena pelicula dice Andrea,
- si, muy buena dice Marisa,
En ese momento escuchan unos golpecitos en la puerta y ruido de llaves,
- te lo dije, nos habia encerrado, dice Andrea molesta,
Una monja enciende la luz y dice en voz baja,
- hola pequeñas, yo soy sor Maria,
¿Porque estan despiertas tan temprano?,
- no sabemos que hora es?, dice Andrea, no nos funcionan los celulares,
- lo lamento mucho, pero aqui no usamos celulares ni tampoco tenemos otra forma de comunicacion con el exterior ,
- esta bien, dice Marisa,
- ¿me preguntaron la hora?,
Son las tres de la madrugada, faltan dos horas para el desayuno,
Pero si quieren por ser el primer dia se los puedo traer aqui,
Las tres se miran y Andrea pregunta,
- seria genial desayunar aqui, y despues que haremos?,
- pueden venir con nosotras a nuestra huerta para cosechar nuestro alimento del dia y luego hacer limpieza junto con las demas,
Despues vamos a la ciudad para
Ayudar con nuestros trabajos de caridad,
- y cuales serian esos trabajos?, pregunta Andrea,
- sería ir a un comedor que tenemos para dar alimento, proporcionar ropa, medicinas,
También atendemos junto con los médicos problemas de salud,
- nunca vi un comedor, dice Liliana,
Marisa se queda pensando que ella fue en varias oportunidades por comida y medicina cuando no podía costearse un techo, y esos recuerdos son muy dolorosos para ella,
- por ahora no iremos con ustedes, nos quedaremos a ayudar con los alimentos, dice Andrea,
Sor Maria la mira y se sorprende de lo que dijo,
Ella piensa que estas mujeres no son monjas,
Y al menos una de ellas no debe ni saber rezar,
- muy bien, volveré a las cinco con el desayuno, dice sor Maria,
Se retira pensando preocupada que tal vez estas mujeres pueden traer serios problemas al convento,
Marisa decide volver a dormir,
Cierra sus ojos pensando en su madre que tanto extraña,
Pero Andrea y Liliana se quedarán despiertas, ellas no se sienten relajadas en este lugar,
- no me gusta que nos encierren, dice Andrea molesta,
- no confían en nosotras, no nos conocen dice Liliana,
Marisa vuelve a soñar, pero esta vez escucha una voz que ella no conoce,
- dámelo, dámelo, tú no lo necesitas, eres un estorbo para mí, dice esa voz furiosa de mujer,
Marisa se siente agotada y al intentar abrir sus ojos,
Ve a una mujer con un gran cuchillo a punto de clavárselo en el pecho,
Ella patea esa imagen cuando escucha un grito que dice,
- ¿que demonios te pasa?,
Porque me golpeas?, grita Liliana asustada,
Marisa despierta jadeando,
Andrea se asusta y corre a darle un vaso con agua,
- estás bien?, le pregunta mientras le da suaves palmadas en la espalda,
- creo que tengo fiebre, dice Marisa cerrando sus ojos otra vez,
- deben ser pesadillas, dice Andrea preocupada,
Tranquila te pondré un paño húmedo para bajarte la fiebre,
Si no le pediré a la monja algún medicamento,
Andrea le coloca un paño húmedo en la frente,
Marisa se relaja y piensa que es su madre quien la cuida,
Liliana
