El maltrato se manifiesta de diversas maneras y no siempre a través de la agresión física. A menudo, la vida nos coloca en situaciones donde la baja autoestima nos juega una mala pasada, afectando nuestra percepción y bienestar. Sin embargo, la autoconfianza puede proporcionarnos las herramientas necesarias para transformar nuestras vidas de manera sorprendente, permitiéndonos superar los desafíos y reconstruir nuestra autoestima. En este contexto, es fundamental reconocer las distintas formas de maltrato y trabajar en el fortalecimiento de la autoconfianza como medio para alcanzar una vida plena y saludable.
Es necesario comprender que tenemos valor y no somos simples objetos al servicio de los demás.
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capitulo 21 ver la realidad que no quiere ser vista
La mamá de Elizandra empezó a analizar los hechos de aquel entonces .
Gustavo apareció de repente como lo hacía siempre en el intuito de cruzarse con su Elizandra y obligarla a verlo por allí.
— Buen día señora.
¿Hay algún cafecito por ahí??.— su ex suegra estaba diferente.
— No preparé el desayuno hoy.
Elizandra tuvo a sus hijos esta madrugada.— le informaba analizando lo que su hijo le había confesado al teléfono.
— Entiendo,me imagino que va a llevarle algunas cosas.
La puedo dejar en el hospital no tengo problemas.— se ponía a las órdenes sin imaginar hasta que punto había llegado la pelea madre e hija por su culpa.
— Gustavo ......es inútil que quieras acercarte a mi hija.— empezó diciéndole.
— ¿Porque lo dice?.
Pensé que nos queria ver juntos.— Gustavo no comprendía que estaba sucediendo.
— En eso...creo que me equivoque.
Conozco a mi hija,ella no perdona la traición,yo la eduque así.— afirmaba mirandolo fijamente a los ojos esperando una satisfacción.
— Pensé que usted...— imaginaba que sabía lo que había pasado entre los dos en el pasado y aún así quería juntarlos, darle una oportunidad.
— No ...no lo sabía,claro que apenas me entero.
Tienes razón quería juntarlos, no fue ella quién me comentó de lo que pasó entre ustedes.
Creo que tengo la culpa por no ponerme de su lado cuando me necesito y no entenderla o no querer entender cuando te dejó.
No digo que seas un mal tipo ,nada de eso.
Pero no te quiero de yerno.
Gracias por el ofrecimiento , aún puedo pagarme un taxi.— le señalaba la puerta.
— Señora ...yo..
Fui un tonto y solo cuando la perdí me di cuenta todo lo que la amaba.— intentaba disculparse.
— Soy una mujer mayor ,con experiencia.
Dejame darte un consejo gratis.
No es que la perdiste y te diste cuenta que la amabas, no fue nada de eso.
Fue la única que no corrió a tus brazos después de la traición.
Creo que lo que decía tu esposa era razonable y verdadero.
La engañaste con la misma mujer que a mi hija, ¿ no es así??.
No necesitas responder.
Creo que ya entendí la respuesta.— le señalaba la puerta.
Gustavo se fue aburrido, hasta a su aliada había perdido.
Tal vez tuviera razón, pero su corazón no entendía tales razones y vivía roto, desde que lo dejó.
Es más, las demás mujeres eran solo herramientas para pasar el tiempo.
Si Elizandra lo llegara a aceptar haría las cosas diferentes para que nunca tuviera dudas del amor sincero que tenía por ella.
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En el hospital la muchacha que estaba en la cama al lado de Eli, había pasado por una cesárea.
Aun no conocía a su bebé.
La enfermera vino a revisar a ambas. Los gemelos ya reclamaban a su madre.
Era hora de ponerlos a mamar.
Con una almohada entre sus piernas,siguiendo las indicaciones de la enfermera y colocándose en una posición cómoda empezó a hacerlo .
La mujer al verla sin acompañante, le colaboraba.
Un abogado con una pareja llegó a visitar a la chica algo dormida aún por el efecto de la anestesia.
Estaba claro que no se quedaría con su hijo y lo estaba entregando en adopción.
Enseguida llego la mamá de la muchacha y firmó como testigo de toda esa especie de transacción.
El papá de Elizandra al igual que ella estaban atentos e indignados con la situación.
Algo adormecida la madre la instaba a firmar la adopción consentida,pero otra enfermera,trataba que desistiera.
— Es tu bebé, tu decides si lo quieres dar en adopción o no.
Hay muchas madres solteras que salen adelante solas con sus hijos.— era un argumento valido.
— No me lo puedo quedar.— miraba a su madre.
— Espero que no se meta en ésto.
No quiso abortarlo y estuvo bien.
Además estos señores le van a dar una buena vida .
Sin problemas económicos, con estudios.
¿Que más puede aspirar mi hija??.— le daba una especie de advertencia a la enfermera para que no se metiera donde no era llamada.
— Aunque es menor de edad ,la decisión sigue siendo de ella.
¿Quieres que te lo traiga y después decides??.— sentía que si veía a su bebé no lo daría a ese matrimonio, ni obligada.
— No podré dejarlo ir si lo veo,lo firmaré. — así lo hizo.
Estaba tan enojada con la actitud de la mamá de la adolescente,y la siguió junto a los futuros padres adoptivos que se retiraban de la maternidad.
Fuera de su vista le entregaban a la mamá un sobre grande con dinero.
Sin dudas le estaban comprando al niño,eso era más indignante aún.
En un arrebato fue por el bebé para que la adolescente lo viera.
— Te traje a tu hijo,mira que hermoso es.
No deberías darlo en adopción.
Hay muchas ONG que ayudan a mamás solteras y jóvenes.— se lo mostraba.
La chica cerró inmediatamente los ojos con fuerza.
— ¡¡Llévelo!!, se lo suplico.
No quiero verlo.—casi lloraba.
— Abre los ojos,se parece tanto a ti, es tan tranquilo.— jugaba con el niño y le besaba la frente.
— Por favor no me torture ,el ya tiene otros papás.— escondía los brazos para no tomarlo entre ellos.
—¡¡Que se piensa que hace!!.
¡¡Deme al niño!! ,el ya no es nada nuestro.— se lo quitó para entregárselo a la mujer que esperaba por el,para marcharse.
— ¡¡Usted vendió a su nieto!!.— le recriminaba la enfermera.
— ¡¡Y eso a usted que le importa!!.
Toma ,ahí tienes el dinero para comprar el I Phone, la ropa y todo lo que quieras.
Deja de llorar ya lo llevaron.
En cuanto a usted me voy a quejar ,se lo advierto.— había cambiado a su hijo por cosas materiales, era tan absurdo.
— Hágalo,yo también me pienso quejar ,pero con la policía. — salió de la sala enojada.
Las asustó tanto que obligó a su hija a vestirse y dejar el hospital antes que vinieran a hacer problemas.
Trajo una silla de ruedas.
La pobre muchacha casi se desmaya al levantarse de la cama,pero siguió las instrucciones de su madre.
Cuando la enfermera regresó para disculparse por haberse metido ya no estaban.
— Ya se fueron.— explicaba Elizandra cambiando los pañales de uno de sus hijos.
— Deje que la ayudo ,¿y su acompañante??.— le preguntaba.
—Es que vino mi hermano y le pedí que llevara a casa a mi papá.
Estuvo toda la madrugada aquí conmigo, necesitaba dormir un poco.
¿Sabe si me darán el alta??.— pretendia irse y ponerse a trabajar cuanto antes .
— Tal vez mañana si esta todo bien con estos dos príncipes.
¿Y el papá?.— indagaba.
— Soy solo yo y mis hijos.— besaba a su bebé y empezaba a cambiar al otro.
— No pensara en darlos en adopción.
¡¡Que mundo loco!!.
¿Sabe porque me metí??.— le preguntaba.
— Porque se dio cuenta que estaban vendiendo a la criatura ,eso sí que es de cuarta.— pensaba igual que la enfermera.
— Tambien,pero no es todo.
Yo fui mamá soltera ,si es que se puede decir que fui una mamá.
Di a mi bebé en adopción porque estaba peleada con el papá.
Me arrepenti toda mi vida.— le contaba.
Se quedaron en silencio unos instantes y la enfermera continuó con su historia
— Siempre digo que fue un castigo , lo que pasó en mi vida, por darlo a unos extraños.
No lo vendi como ellos ,pero apenas nació mi hijo,los padres adoptivos, lo registraron como hijo suyo.
Años después tuve cáncer de útero y jamás pude dar a luz nuevamente, ni podré.
Por eso digo siempre que fui castigada por dejar a ese ser indefenso que era parte de mi .
Nunca quise ver su rostro ,ni guardé una ecografia ,ni nada.
Es como si nunca hubiera dado a luz a un bebé en mi vida.
Desde que supe que estaba aquí dentro de mi , traté de conseguirle una familia para que se lo llevaran.
Me consolaba con eso de que hay padres que no tienen esa oportunidad y que yo podía proporcionarlo en ese momento.
—¿Volvió con su ex,el que odiaba??.
Bueno ,no se si lo odiaba o estaba solo peleada.— le preguntaba Eli.
— No,nunca y tampoco le dije que había tenido a su hijo.
Hasta me mudé de ciudad para que no me viera embarazada .
Después cuando la rabia pasó ya no podía contar con el,tenia otra pareja.
Intente buscar a mi bebé, recuperarlo una semana después que lo entregué a ese matrimonio.
Pero era tarde, la familia se había mudado al extranjero y no tuve más rastros de ellos.
Creo que tenían miedo que me arrepintiera de la decisión.
Siempre busco que las mamás se queden con sus hijos para que no sufran como yo... toda una vida.
Aún tengo la esperanza que algún día, esos padres adoptivos le cuenten su procedencia y venga a conocerme.
Me gustaría que supiera que me arrepentí y que quise recuperarlo.
A veces en mi mente me imagino como será su rostro, si se parece a mí o tiene rasgos de su padre.— parecía nostálgica.
— Lamento por usted, se ve que es buena gente.— se lo decía Eli ,en forma sincera.
— Tu también me caes bien.— cargaba a uno de los gemelos mientras su mamá terminaba de atender a su hermanito.