¿Qué sucede cuando la mafia y el romance se juntan? Bastian es un bravucón de corazón frío que esconde un deseo particular: quiere amar de verdad. La vida le sonríe cuando Nadir aparece en la preparatoria como el estudiante nuevo y ambos se embarcarán en una relación bastante curiosa.
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13
Son las cinco de la tarde y el cielo está completamente nublado. Pretty Bones de Harmless suena en mis audífonos. ¡Me siento muy emocionado! Sacudo mi cuerpo al ritmo de la melodía, muevo mis pies descalzos y me aloco demasiado.
Salgo al balcón de mi habitación y entonces alzo la vista. ¡Fumando frente a mí desde su balcón! Su mirada se clava en la mía, una columna de humo sale de su boca y yo tengo una sonrisa en el rostro. Con la música sonando, decido saludarlo con la mano. ¡No me responde!
Yo sigo bailando, me sacudo de forma espontánea y no me da pena. ¡Me dejo fluir! Vuelvo a mi habitación, el ritmo me encanta y siento que la vida es...
Una llamada interrumpe mi momento.
—¡Hola!
—¿Por qué te escondes de mí?
—¡No te creas tanto! No me escondo de ti.
—¿Puedes salir al balcón?
No le respondo, lentamente me dirijo al balcón y sus ojos me capturan.
—Aquí estoy. ¿Se acabó tu cigarrillo?
—No.
—Fumar te daña los pulmones.
—¿Quieres fumar conmigo?
—Yo no fumo.
—¿Por qué bailabas?
—Me divertía.
—¿Tú solo?
—Sí. ¿Nunca has bailado solo? Es divertido. Te pones los auriculares, subes todo el volumen y que suene una de tus canciones favoritas.
A pesar de la pequeña distancia, me parece que en su mirada hay curiosidad por lo que yo acabo de decirle.
—¿Qué canción escuchabas?
—Pretty Bones de Harmless.
—No conozco ese cantante.
—Es bueno, me gusta.
—¿Qué harás más tarde?
—¡No lo sé! Quizá juegue videojuegos.
—¿Tienes consola?
—Sí. ¿Quieres venir?
Le toma menos de diez minutos llegar a mi habitación. No me da miedo dejarlo entrar así y es que está era la primera vez que él entraba a mi mundo íntimo.
—Te traje esto —me ofrece un snack de gomitas enchiladas y cacahuates—. Por lo del otro día.
—¡Gracias! Que buena onda de tu parte.
Acepto el snack y no dudo en probarlo.
—¿Puedo ver?
Parece maravillado con las fotografías que están pegadas en mi muro, observa con detenimiento cada una de ellas. Bastian huele a tabaco, sus manos se ven fuertes acariciando una fotografía mía a los quince años.
—¿Por qué siempre estás sonriendo? —Su pregunta me causa curiosidad.
—Pues porque para eso tengo los labios y los dientes. ¡Tengo que presumirlos!
Se gira a mirarme, hacemos contacto visual, tengo un gusano enchilado en la boca.
—Me causó curiosidad verte bailar como si yo no te estuviera viendo.
—Estaba en mi balcón y me sentía eufórico.
—Nunca he hecho algo así.
—¿Quieres intentarlo?
—¿Qué artista estabas bailando?
—Harmless.
Enciendo la bocina, conectó mi celular y buscó una canción. ¡Elijo Cool Kids! Comienza a sonar.
—¿Cómo se supone que se baila esto?
—Disfruta el ritmo.
Comienzo a mover mis pies, mis brazos. Él me mira con fijeza, su seriedad ya no me sorprende y creo que...
—¿Sabes inglés?
—No. ¿Tú?
—Sí, estoy escuchando la letra de esta canción.
—¿Y por qué no bailas? ¡Inténtalo!
De forma espontánea, me acerco a él para tomar sus manos y darle un impulso. Hago que se sacudan sus brazos, suelto sus manos, me dejo llevar por el momento y me subo a la cama. ¡Cool kids!
—Eres un chico genial —se anima a decir.
—¡Gracias! Tú eres un gánster muy serio.
Sonrío porque esa es mi naturaleza, veo que se anima a subir a mi cama y él intenta bailar.
—Never clear, which means I love you —pronuncia en inglés —. Never clear, which means I love you
—¿Qué significa?
—Nunca claro, lo que significa que te amo.
—¿Eso...?
—Eso dice la canción.
—Genial.
—Nadir.
Me toma de las manos, me mira con fijeza y tengo la respiración un poco agitada. Se está acercando a mí.
—¿Sí?
—¿Por qué no sales de mi mente?
