REINA VIUDA

ALONDRA.

La idea no me pareció descabella, pero aun tenia mis dudas y claro que estaba de acuerdo con matar a Marcos lo quería hacer desde el primer momento en que lo vi.

-         Pero quien me apoyara si quiero quedarme como reina regente, sabes que todo debe ser aprobado por la corte.

-         De eso me encargo yo, conozco los secretos de varios miembros de la corte y te los diré para que cuando llegue el momento puedas ponerlos de tu lado.

Fin del recuerdo.

Sali de mis pensamientos al escuchar que alguien llamaba a mi puerta, pase dije mirando a la puerta.

- Majestad el archiduque desea verla.

- Déjelo pasar capitán.

No me extraña que este aquí, creo que se había tardado en venir.

-         Disculpe la interrupción majestad, dijo haciendo una reverencia.

-         No pasa nada, ya necesito un descanso de tanto papeleo.

-         Si me permite vengo a ponerme a su disposición, como ya sebe conozco todo sobre el reino.

-         Gracias por el ofrecimiento, pero creo que usted ya tiene muchas obligaciones como para cargarlo con las mías.

Veo que el archiduque se contiene y me encanta ver su cara de insatisfacción, no soy tonta y se cuál es su intención.

-         Muy bien majestad, pero recuerde que si necesita ayuda sabe dónde encontrarme.

-         Claro, ahora si me disculpa tengo que seguir con esto.

Me hizo una reverencia y salió, por la cara que tenía creo que golpeara a alguien y eso que aún no sabe todo lo que tenemos preparado para él y su adorada amante, empezando esta misma semana me encantaría ver la cara del archiduque cuando reciba el regalo que le envié.

Me recosté en mi silla pensando bien cual será mi próximo movimiento, la dama misteriosa se encargará del archiduque pues él fue quien mato a su hermana y tiene algo preparado especialmente para él, pero igual le pondré las cosas difíciles.

Llame al capitán que custodia mi puerta y le pedí traer al mayordomo real, necesito comprobar si puedo confiar en él además que lo necesito para llevar a cabo mis planes de venganza., Espero por unos minutos antes que volvieran a tocar la puerta, adelante dije y la puerta se abrió.

-         Me mando a llamar majestad, dijo el hombre haciendo una reverencia.

-         Tome asiento, será una conversación larga.

-         Lo siento majestad, pero no puedo sentarme, es una falta de respeto puedo decirle lo que quiera aquí.

-         Bien, te ordeno que te sientes.

El hombre mayor me miro sorprendido, pero necesito que se sienta cómodo y poder observar todas sus reacciones y si está de pie con la cabeza agachada no podré hacerlo, no muy convencido se sentó frente a mí y le pedí que me mirara, me gusta mirar a los ojos cuando hablo así puedo saber si me mienten.

-         Te preguntaras porque estas sentado aquí, pero la respuesta es sencilla, necesito saber a quién le eres leal.

-         Por supuesto que a usted majestad.

-         Hace cuanto trabajas en este palacio.

-         Desde que nací, mi padre fue mayordomo real hasta su muerte y desde entonces yo ocupo su lugar.

-         Entonces conoces todos los secretos y lugares ocultos de este lugar.

 En ese momento lo vi un poco nervioso, pero si responde lo que quiero saber lo dejare en su cargo.

-         Si majestad, se cosas que nadie más y conozco lugares que usted no querrá conocer.

-         Claro que quiero conocer todo el palacio, hasta las cuevas más oscuras, te hare una pregunta y espero la respuesta correcta de eso de pende mi confianza.

-         Le diré lo que se majestad.

Lo mire y parecía decidido hablar y espere unos segundos antes de volver hablar, quería darle algo de misterio y ponerlo un poco nervioso, soltando un suspiro continue preguntando.

-         Ya que conoces todos los rincones y secretos, dime quien estaba en la habitación secreta del rey la noche en la que consumamos el matrimonio.

-         Esa noche llego el archiduque y una de sus amantes más frecuentes, una condesa del este de la capital.

-         Por donde entraron porque estoy segura que ellos no ingresaron por la puerta principal, el poco tiempo que estuve hay sentí la presencia de alguien aparte del rey.

 Es algo muy incómodo para mí, no le daria detalles de lo que paso, igual no pude ver nada de lo que me hacían, pero deseo saber quién más aparte del maldito Marcos me toco esa noche pues estoy segura que alguien más me toco ya que experimenté sensaciones diferentes.

-         Vera majestad, el palacio tiene túneles y entradas ocultas que la llevan a diferentes lugares, estos se crearon para que el rey pudiera escapar en caso de ser necesario.

-         Me imagino que conoces esos túneles.

-         Por su puesto, yo llevaba a los invitados secretos del rey al lugar que el decidiera pues como le digo cada túnel lleva a un lugar diferente del palacio.

-         Muy bien, desde ahora necesito que selles todas esas entradas y solo dejes una que yo usare y solo tú y yo sabremos cual es, también necesito un mapa de los túneles.

-         Hare todo lo que usted diga majestad.

Le pase papel y pluma para que me dibujara los túneles, pero adicional a eso le dije que iría a verlos esta noche, quiero conocer cada uno y no me pudo confiar del todo en este hombre, sellando las entradas puedo controlar el

ingreso del archiduque pues estoy segura de que ese hombre también conoce todos esos túneles y puede matarme mientras duermo.