El matrimonio, con el tiempo, irremediablemente, se transforma en rutina, pero cuando una retaila de "M" se unen, se convierte en dinamita pura, que detona en una peligrosa explosión, destruyendo la vida misma de forma Siniestra: Matrimonio de Mierda, Monotonía, Mentiras, Maldad, Misterio... Muerte! ¿Fue realmente el azar? ¿O fueron malas decisiones? ¡Las señales estuvieron siempre a la vista y, no las vimos! ¿O tal vez, no las quisimos ver?.. Este es más un drama, con eventos de suspenso sobrenaturales, espero lo disfruten.
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Capítulo XIV Dudas
Esa mañana, con una gran resaca, a las 11:00 H , Samanta se despierta, levanta a Herminia, después de haberse duchado y vestirse con algo cómodo. Desayunan en la habitación. Luego, ambas dejan el hotel, se dirigen a la peluquería, posteriormente compran algunos nuevos atuendos. Llegan a casa de su padre al atardecer. Justo para cenar.
- ¿Y a dónde fueron todo el día?- pregunta el padre.
-¡El asunto no es dónde estuvimos, sino qué descubrimos!- responde Herminia con malicia.
-Herminia, recuerda que los niños están presentes, ¡ya no digas nada más!- advierte Samanta.
-¡No es justo, siempre me dejan por fuera de todo!- responde Bruno, molesto.
-Lo siento hijo, era una broma. No es nada serio- sonrie Herminia, tratando de cambiar los ánimos. El padre entiende la situación cambiando de tema de conversación.
Ellas hablan de trivialidades, de la peluqueria y de las compras. Incluso compraron regalos para los niños y el padre. En ese instante, suena el celular de Samanta
-¿Es mi papá?- pregunta Arturo inocentemente.
- Sí, es él- Herminia la mira con severidad, pero ella se aleja al jardin, fuera de los ojos inquisitivos de la hermana y del padre; pero, el niño la sigue.
- Hola Robert-
-Sam, amor ¿Cómo estás? ¿y Arturo?- pregunta el descarado. No sabe que Samanta ya lo descubrió todo.
-Aquí está a mi lado, habla con él-
-¡Hola Papi!, ¿Cuándo vienes?-
-¡Hola campeón!, el lunes regreso, ¿Qué quieres que te lleve?- pregunta Robert
-¡Quiero un dinosaurio! Pero, de los que vuelan, un pterodactilo- responde el niño entusiasmado.
-Está bien, te llevo un dinosaurio, ahora pásame a tu madre-
-Sí aqui la paso, te quiero papi, chao- le da un beso al celular.
-Mami, papi quiere hablar contigo- el niño extiende el celular a su madre.
-Gracias amor, ve a lavarte los dientes, es hora de ir a dormir- el niño se va corriendo.
-¿De verdad estás en Málaga?- pregunta seria Samanta.
-¿Qué quieres decir? ¡Claro que estoy en Málaga, mira- pone el teléfono en videollamada, le muestra que está en la ciudad, llegando a un restaurant.
- Me voy a reunir con unos clientes aquí- señala el restaurant.
-¿Cuándo llegaste a la ciudad?- pregunta con desconfianza Samanta.
-No entiendo tu pregunta. Sabes que me vine ayer viernes en la tarde, te lo dije- responde con cara de pocker.
-Lo que pasa es que creí haberte visto ayer... - responde la mujer.
- ¡Por supuesto!, nos vimos ayer en la mañana, tontita- responde Robert sonriendo, como si de una broma se tratase.
- Creo que me confundí- ahora no está muy segura, sigue dudando Samanta.
-¿Quieres que te lleve algo en especial, una cartera, un perfume?- pregunta Robert, cambiando la conversación.
-No, no necesito nada, nos vemos entonces el lunes- responde ella.
-Sam, hablé con el contratista, la casa de playa del Puerto, estará lista con la nueva piscina para el verano, iremos juntos en familia-
-Eso es una buena noticia, le diré a Arturo- dice sin mucha emoción.
-Entonces mañana te llamo, duerme bien, te amo- se despide el muy descarado del marido.
-Hasta mañana, cuidate- contesta Samanta. Se queda pensativa.
Intenta llamar a Carolina, pero el teléfono aparece fuera de cobertura. Herminia y el padre se acercan, cuando ven que se tarda para entrar a la casa.
-Hija, Herminia me lo ha contado todo. ¿Todavía tienes dudas de Robert?- pregunta el padre preocupado.
-Perdóname Sam pero, creo que papá puede ayudarte con el investigador privado- se excusa Herminia.
- Extrañamente, Robert si se encuentra en Málaga, me ha llamado dese allá, ahora tengo dudas, no se si realmente fue a él a quien vimos- responde dubitativa Samanta.
-Si hay dudas, debes salir de ellas, acepta al investigador- con sensatez propone el padre.
-¡Vamos hermana, tú eres una mujer inteligente! Sabes perfectamente bien, que en avión estarás en pocas horas en Málaga, eso no tiene nada de extraño, no lo dudes más. Cualquiera que te escucha pensaría que, necesitas el dinero de Robert para vivir, y no lo contrario, él es quien más te necesita a ti ¿Es que acaso no lo ves?- expone sus razones Herminia.
-¡Está bien, contratemos el investigador privado! Realmente, necesito salir de dudas para tomar una decisión consciente y con pruebas feacientes- acepta Samanta como abogada, reconociendo los argumentos de su familia.
-¡Eso es hermana, se valiente!, nosotros estamos aquí para apoyarte - todos se abrazan. El padre antes de que su hija pierda el impulso, llama al Investigador Jerónimo Espinoza. A quien le da las instrucciones de que continúe siguiendo al implicado.
Jerónimo, es un expolicía, al recibir por teléfono los datos en cuestión, se queda ensimismado pensando en el pasado, se trata del hijo de aquel hombre de quien se sospechaba estaba implicado en la desaparición de muchas adolescentes, fue un caso que seguia hace 30 años, nunca se encontraron pruebas, pero su instinto de policía le decía que era culpable, cuando esa familia dejaron el puerto, para irse a la ciudad, dejaron de suceder las desapariciones, desgraciadamente ese hombre y su mujer fallecieron en un accidente de avión hace 4 años. Ahora, investiga al hijo, desde hace un tiempo, por orden de Ernesto Santibañez, las vueltas que da la vida. Se decía Jerónimo, mientras su hija Patricia, lo llama para que cenaran.
Es a los diez años es que entra la crisis de pareja, donde se empieza hacer balances, sumas y restas para darse cuenta si valió la pena el sacrificio y el esfuerzo