Ella es Noel, una periodista apasionada y amante por su trabajo, sueña algún día llegar a ser la conductora del noticiero estelar, pero al investigar la historia que la llevaría a un ascenso posible, sin saber que esa misma historia la haría vivir en carne propia el sufrimiento, el maltrato, la venta y el tráfico...
¿Tu que tan dispuesta estarías para salvar tu propia vida?.
¿Estarías dispuesta a hacer lo impensable?.
¿Doblegarte o ser doblegada de las maneras más crueles e inimaginables?.
Dime, ¿Tú, que harías?...
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Capítulo 23.
Noel.
Jamás imaginé que Balder me confesar que tiene sentimientos por mi, ni en mis mejores sueños me había sucedido eso.
Por un momento me limitaba a solo verlo, aún no me lo creía hasta que vi su rostro de decepción por no responder, tengo miedo, no lo niego.
No se, si pueda ser una mujer completa para él, no se, si pueda darle el mismo amor que él me pueda dar, me aterra pensar que en algún determinado tiempo tampoco pueda responderle de la manera que él necesite por las noches.
Solo, no lo se, pero verlo a punto de irse mi corazón me hizo caminar hacia él e impedir que abriera esa puerta y se fuera, aún tengo miedo a pesar de sus cálidas palabras que reconfortante mi corazón.
Pero tan poco quiero que se aleje de mi, yo lo quiero y creo que lo amo, aun mis sentimientos están confusos, pero lo único que no es confuso es que siempre al estar a su lado me siento segura, protegida y nuevamente me siento que para alguien soy importante.
Ese beso, nuestro beso, fue tan hermoso y mágico, mi corazón lo sentía latir con mucho frenesí, mi respiración era muy pesada al igual que la de él.
Al separarnos volvió abrazarme, suspiré y aspiré con profundidad su colonia tan adictiva, su aroma era tan varonil y perfecto que con solo oler su fragancia mis piernas temblaban y mi corazón se aceleraba.
- Noel, solo quiero que me des una oportunidad para sanar tu corazón - sonreí al escucharlo, sus palabras eran alimento para mi alma rota.
Mis ojos se cristalizaron y al derramar la primera lágrima asentí - solo quiero comenzar de nuevo y estar junto a ustedes.
Él sonrió ante mis palabras, sus dedos se deslizaron por mis mejillas limpiando el rastro de mis lágrimas, volvió a sonreír y me abrazó con más fuerza.
- tranquila cariño, te prometo que te daré un nuevo comienzo junto a nosotros. - asentí sin parar de llorar, definitivamente él era un gran hombre que con sus palabras, te desarmaba por completo, solo para entregarte algo tan valioso como lo es la esperanza, que eso es lo que he necesitado desde hace mucho tiempo.
Volver a creer, confiar en alguien, sentirme protegida, amada y sobre todo volver a creer en el amor, del cual pensé que no estaba hecho para mi.
Al separarnos dejo un pequeño beso en mis labios, tomo mis manos y también las beso. - gracias por esta oportunidad, te juro que te cuidaré cariño.
- gracias Balder, gracias por todo. - él estaba a punto de darme otro beso cuando la puerta se abrió, al ver a Eva entrando al despacho, con su rostro sonriente de inmediato me separe de él, no se, pero su pequeña presencia me hacia sentirme nerviosa por estar haciendo algo malo a sus espaldas.
- papi, Noel, no quiero estar sola en el jardín. - Balder la cargo, la lleno de besos mientras su pequeña risa retumbaba en las cuatro paredes de este desastroso despacho.
- vayamos al jardín a pasar un rato en familia. - al escuchar las palabras de Balder, me sorprendí y abrí mis ojos tan grandes qué él se dio cuenta y solo negó.
- ¡si!, vamos Noel. - girto Eva con mucho entusiasmo, al salir del despacho, Balder tomo mi mano, nos sentamos en los sofás y pasamos una tarde tan maravillosa.
Jugando y riendo por las ocurrencias de esa hermosa niña, la noche comenzaba a hacer su presencia, entramos a la casa y ya era hora de la merienda de Eva, la mesa estaba lista y servida.
Así que tome su mano y la lleve al comedor mientras Balder iba de nuevo a su despacho, nos sentamos y la vi comer, Eva estaba feliz, su mirada y su efusividad lo demostraban.
- anda princesa, hoy prepararé yo la tina. - ella gritó de emoción por lo que había dicho.
- ¡siii!, ¿también me leerás un cuento?.
- claro, el que desees te lo leeré.
Termino de comer, nos levantamos y fuimos a su habitación, mientras Eva saltaba en su esponjosa cama yo aliste la bañera con agua tibia para que se relajara y tuviera un excelente descanso.
Salí del baño y la ayudé a quitar su ropa, puse su bata rosa, y mientras desanudaba sus trenzas me tomo por sorpresa al sentir su fuerte abrazo, pero al escuchar sus palabras sonreí y mi garganta se anudo.
- te quiero Noel, gracias por estar a mi lado.
- yo también te quiero mi pequeña, y siempre voy a estar a tu lado. - eso último se que no lo debí haberlo dicho, porque no se si en un futuro siga al lado de Balder, que espero que sí.
Bese su frente y la lleve al baño, la bañe mientras ella no paraba de decirme que me quería y me abrazaba, eso me partía el corazón por su amor que me ofrecía sin condición.
Puse su pijama, seque su cabello, y después de el ritual antes de dormir, la arrope, me acosté a su lado y le leí su cuento favorito, y se que es, porque siempre lo lleva para todos lados.
A medio cuento, Eva ya se había dormido, bese su pequeña cabeza y continúe hasta leer el último parrafo, la arrope bien y salí con el mínimo de ruido, al cerrar la puerta, una mano me hizo brincar del susto.
- ¡por Dios!, Balder me asustaste. - negó mientras besaba mi mano.
- lo siento cariño, ¿aún está despierta mi hija?. - Negué, mientras abría de nuevo la puerta sólo para asegurarme que Eva seguía dormida.
- después de su baño y su cuento favorito, cayó rendida, perdón por no haber evitado qué se durmiera - él asintió, tomo mi mano haciéndome caminar.
- tranquila cariño, mejor vayamos a cenar, te preparé algo especial.
Sonreí por las bonitas intenciones de Balder, bajamos las escaleras yendo hasta el jardín donde aquel kiosco qué estaba situado en medio del amplio jardín, estaba iluminado.
Caminamos tomados de la mano acercándonos al Kiosco qué dejaba ver una mesa para dos, subimos las pequeñas escaleras, todo estaba adornado tan hermoso y tan romántico.
Pétalos rojos adornaban el suelo de madera, aquella mesa para dos era especial, con sus velas iluminando la tela aperlada del mantel, todo esto era tan maravilloso y especial, pues este era la pauta para un nuevo comienzo.
Al girar para ver a Balder, él sostenía un hermoso ramo de flores entre sus manos, - gracias todo está hermoso.
- esto y muchas cosas más te mereces Noel - me entregó aquel ramo y me abrazó - te quiero Noel.
- y yo a ti, Balder.
Nos sentamos, sirvieron la cena, junto a una copa de vino tinto, la comida estaba exquisita y mejor aún con su hermosa compañía.
Platicamos de miles de cosas, el tiempo avanzó como agua en el río. - lo haremos a tu manera cariño, entiendo que pienses que Eva quizás se moleste, pero créeme que no lo hará.
- gracias por entenderme, solo necesito un tiempo para saber como decirle, que su papá y yo estamos juntos. - Lo vi sonreír cuando dije aquella palabra. - ¿qué te causa risa?.
- nada, solo que escucharlo de ti que lo nuestro es algo oficial me hace sonreír.
Asentí mientras sentía mis mejillas arder, se levantó y estaba a punto de besarme cuando una voz nos interrumpió.
- perdón por la hora patrón, pero aquí está lo que me pidió - Balder de inmediato giro su cuerpo hacia aquel hombre, tomo aquella carpeta y hojeo su contenido y lo vi sonreír.
Al verme solo beso mi frente. - cariño, me tengo que ir, cuida por favor a Eva, Bill estará a cargo, si necesitas hablar conmigo, él me contactará.
Solo asentí, mientras lo veía bajar junto al hombre, entraron a la casa y los perdí de vista, suspiré al ver a mi alrededor, me levante, tome el ramo y apague las velas y solo me fui a mi habitación, quedándome con la buena sensación de esta noche junto a Balder.