Ella es Noel, una periodista apasionada y amante por su trabajo, sueña algún día llegar a ser la conductora del noticiero estelar, pero al investigar la historia que la llevaría a un ascenso posible, sin saber que esa misma historia la haría vivir en carne propia el sufrimiento, el maltrato, la venta y el tráfico...
¿Tu que tan dispuesta estarías para salvar tu propia vida?.
¿Estarías dispuesta a hacer lo impensable?.
¿Doblegarte o ser doblegada de las maneras más crueles e inimaginables?.
Dime, ¿Tú, que harías?...
NovelToon tiene autorización de Paulina chavez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20.
Noel.
Las puertas de aquella camioneta se abrieron y bajaron hombres, pero al ver aquel sombrero gris y esas botas de cuero sabía perfectamente de quien se trataba, era él, Balder, ¡Gracias a Dios!, es él, y por fin pude respirar con profundo alivio.
Pasaron aquellos hombres por nuestro costado e hicieron una especie de escudo o barrera protegiéndonos a ambas, siendo totalmente un dejavu el suceso.
Y vi a uno de aquellos hombres sacar de la parte de atrás de la camioneta una de las armas que me mostró aquella vez Balder, la puso sobre su hombro, se posicionó y disparo por donde nosotros veníamos, las explosiones hicieron su presencia con su estruendoso sonido junto al suelo vibrante por su fuerza descomunal.
Balder se acercó a nosotras y me ayudó a levantarme, iba a hablar, pero hice un ademan para que no lo hiciera y solo le sonreí, me tomo de la mano y nos llevo a la camioneta y subimos, al avanzar unos cuantos metros, separe a Eva de mis cuerpo quien estaba aferrada con mucha fuerza, estábamos a salvo y era hora de que viera a su padre, así que le hable con una voz tenue y dulce. -- mi amor, abre tus ojos.
Eva los abrió poco a poco, y al ver a su papá que estaba a su lado sonrió ampliamente siendo tan contagiosa esa sonrisa para ambos, lo abrazó y grito con un poco de euforia. - ¡si!, ¡mi deseo se cumplió!.
Balder sonrió sin entender a que se refería su hija y le cuestionó. - ¿deseo, cual deseo?.
-- si papi, Noel me enseñó un juego donde pedí un deseo y si se cumplió, porque estás aquí con nosotras, papi.
-- ¿qué pediste hija?. - se separó de él y me abrazó nuevamente dejando un beso en mi mejilla.
-- qué no nos dejarás papá, eso pedí y mi deseo se cumplió.
Balder sonrió mientras me veía, el abrazo de Eva cada vez era más fuerte hasta que sentí un dolor punzante en mi hombro.
Y mi rostro demostró el gran dolor que sentía por el agarre de Eva -- ¿estas bien?, Noel. - al verlo solo negué, comenzó a inspeccionarme cada centimetro hasta que llego a mi hombro.
Me movió con sumo cuidado y me queje por el sutil movimiento, Balder se detuvo y solo toque su pierna para que continuará -- estoy bien, perdón por quejarme, pero es que duele y mucho.
Negó ante mi respuesta, me movió con mucha delicadeza y al lograr ver mi herida se preocupó, lo sabía por qué en sus ojos se notaba, pero no quería demostrarlo por la presencia de Eva, pues lo que menos quería es que ella se asustara y yo estaba muy de acuerdo con la reacción serena ante ella.
Eva se acurrucó entre mis brazos y se quedó dormida, al contemplarla sonreí porque yo desearía tener su inocencia y estar al margen de todas las adversidades malas de la vida misma, besé su frente y para mi misma me hice una promesa de protegerla de todo y de todos.
Mientras acariciaba su hermoso cabello, Balder de nuevo me movió y rompió mi blusa, me sorprendí por un instante, pero al verlo entendí que tenía que hacer algo para detener el sangrado.
-- tranquila, estarás bien. - sonreí y asentí ante sus cálidas palabras.
-- lo se, mientras yo esté a tu lado, se que estaré bien, gracias Balder. - me sonrió y asintió.
De una bolsa de tela color negro sacó un frasco junto a gasas, limpio mi herida mientras soportaba cada roce sutil de esas gasas, me puso un vendaje y me ayudó a recargarme de nuevo en el respaldar.
-- en Milan te atenderá un médico. - asentí y seguí observando a Eva, pero al sentir su mirada levanté mi vista y ahí estaba su mirada intensa observandome.
-- Balder, por favor dime que Demetrius ya no me buscará?.
-- lamento no poder confirmar tus palabras, pero se nos escapó, lo teníamos acorralado y por maldita desgracia se hizo escurridiso y en nuestras propias narices.
Asentí, y sin darme cuenta mis lágrimas rodaron una a una por mis mejillas, al sentir su tacto me hizo cerrar los ojos por un instante.
-- lo único que deseo es ya no ser perseguida por ese monstruo. - asintió a mis palabras que más parecían una petición de mi parte. - y tu, ¿estas bien?.
-- tranquila. yo estoy bien, y descuida que me encargaré de desaparecerlo, lo único que quiero es que estés bien, no me gusta verte llorar.
Sus dedos seguían acariciando mi mejilla, suspiré al sentir sus cálidos dedos sobre mi fría piel, limpio nuevamente mis lágrimas, y me tomo por sorpresa su cercanía, tanto que me quede paralizada mientras lo observaba mucho más de cerca.
Y con esa inesperada cercanía solo confirmé lo atractivo que era este hombre, sus rasgos tan varoniles, su voz tan ronca y vibrante, y sus ojos tan profundos e hipnotizantes de esos que te invitan a nunca dejarlos de ver aunque sientas nervios recorrer por todo tu cuerpo.
Al estar perdida en su mirada por un instante me olvide el cómo respirar y pasar saliva siendo dos funciones independientes y al intentar hacerlo para disimular mi nerviosismo simplemente me atragante.
Y una tos inesperada me invadió, siendo tan dramática y dolorosa a la vez, pero después de unos cuantos minutos pude controlarme y fue el momento exacto cuando habíamos llegado a la posta privada donde estaba un jet a nuestra espera.
Balder cargo a Eva y me ayudó a bajar, los pocos pasos que dimos para subir la escalerilla, él nunca me soltó de la mano y eso me hacía sentirme tranquila y nerviosa a la vez.
Era una sensación nueva para mi, pero aunque es nuevo quiero que se repita miles de veces porque me hace sentir que soy parte de algo o de alguien, aunque es muy pronto para hacer afirmaciones a algo que aún no tiene pies ni cabeza.
Balder solo ha sido amable, generoso y protector conmigo, lo agradezco demasiado, pero creo que mis sentimientos me están llevando por otro camino del que quizás no sea compartido.
Estaba viendo el fondo de la ventanilla cuando una voz me hizo salir de mi divagante y volátil mente, al voltear estaba Balder sentado junto a mi.
-- Noel, yo se que te ha impactado mi respuesta, pero te prometo que lo encontraré.
-- gracias - solo pude contestas esa simple palabras.
Balder pensó que mi viaje mental era por saber que aún sigue vivo Demetrius, pero en realidad que mi polémica o mi guerra interna es solamente por él, nunca me imagine que en tan poco tiempo uno puede enamorarse de un hombre y de su hija.
Sentí nuevamente su mano sobre la mía, y al instante mis mejillas las sentí arder al igual que las puntas de mis orejas, mi corazón estaba acelerado casi queriéndose salir de mi pecho.
Pasé saliva mientras que su bello rostro se acercaba a mi, estaba paralizada por completo por cada movimiento de Balder, pero aun así no quería que se detuviera.
Mis ojos se fijaron en sus sonrientes labios, y al instante los míos se resecaron pidiendo a gritos que los suyos los humectaran.
Su mano fue hábil y se posó tras mi nuca, era el momento del que no había deseado aún, pero hoy quería que ocurriera, hasta que.
-- señor Berlusconi, abrochen su cinturón estamos por aterrizar.
Y esa delgada voz rompió con el momento único que quizás, ya no se vuelva a repetir.
Tomamos nuestros asientos, Eva junto a mi y él, en el asiento de atrás.