El Alfa Enamoró Al Amigo Del Protagonista

POV Edric

Esa noche fue diferente a todas las demás. Desde el momento en el que entramos a mi apartamento, el ambiente estaba cargado de una energía especial, llena de amor y complicidad. Cada gesto, cada mirada, parecía resonar con un significado más profundo, como si estuviéramos redescubriéndonos el uno al otro de una manera completamente nueva.

Nos miramos con ojos brillantes y sonrisas suaves, llenos de emoción  y anticipación por lo que esta por venir, Con cada caricia y cada beso, nuestros corazones latían al unísono, sincronizados en un baile de amor y pasión que nos envolvía por completo.

Nos deshicimos de nuestras ropas lentamente, como si estuviéramos saboreando cada momento, cada caricia, cada ro e de piel. Cada contacto era como una promesa susurrada al viento, una declaración de amor que resonaba en el silencio de la habitación.

Cuando finalmente nos encontramos completamente desnudos, nos abrazamos con fuerza, sintiendo el calor de nuestros cuerpos fundirse de manera apasionada. Nuestros labios se encontraron en un beso lleno de ternura y deseo, sellando nuestro amor con cada movimiento de nuestras lenguas entrelazadas.

Exploramos cada centímetro de piel con manos suaves y delicadas, como si estuviéramos descubriendo un tesoro oculto. Cada gemido, cada suspiro, era una melodía de placer que llenaba la habitación elevando nuestra unión a nuevas alturas de éxtasis.

Nos entregamos el uno al otro totalmente, sin reservas ni inhibiciones. Cada caricia era un susurro de anhelo, cada beso una promesa. Nos movimos juntos en perfecta armonía, nuestros cuerpos sincronizados en un baile de deseo que nos llevaba más allá de los límites del placer conocido.

Cada momento era como un sueño hecho realidad, una fantasía hecha carne y hueso en la que nos sumergimos con abandono total. Nos perdimos el uno en el otro, nuestros corazones latiendo con fuerza mientras nos dejábamos llevar por la excitación.

En ese momento, me di cuenta de lo afortunado que era de tener a Jacob a mi lado, de poder compartir este amor único y especial que nos unía de una manera que nunca había experimentado antes. Nos abrazamos con fuerza, prometiéndonos el uno al otro en cuerpo y alma.

Esa noche, hicimos el amor como nunca lo habíamos hecho antes, pero también nos entregamos el uno al otro de una manera que trascendía el físico. Fue un momento de profunda intimidad y conexión, un recordatorio del amor que nos teníamos.

Nos habíamos entregado con una pasión desenfrenada que nos hizo alcanzar el clímax, recordándome por qué todo esto era especial y nuevo para mí. Había dejado los juegos atrás y había encontrado a la persona que me complementaba de una manera única.

Después de alcanzar el clímax juntos, nos quedamos abrazados, sintiendo nuestros corazones con agitación que se convertía en calma, entre jadeos y suspiros. Nos miramos a los ojos con una sensación de profunda gratitud, sabiendo lo que todo esto significaba. Era una noche especial, una noche que marcaba una diferencia en nuestra relación y dinámica, dejándonos claro por lo que teníamos que luchar.