Diosa Reencarnada

Molly pregunta también:

-Pero, supongo que los magos de tierra y de agua son útiles para esos fines, ya que si se unen, se puede cavar la tierra con más facilidad ¿Verdad?- concluye orgullosa Molly, ya que ella posee maná de agua.

-Eso es lo que dicen, pero todavía el poder de tierracontrol, no llega a tantas profundidades, estan buscando métodos alternativos-

-Tengo entendido que si muchos magos del mismo maná de tierra se unen podrían llegar a esas grandes profundidades- piensa en voz alta Carl, luego se da cuenta de su impeudencia...

-¿Cómo sabes eso?- preguntan todos al unísono.

-¡No, no, solo es una suposición, nada más!- exclama apresurado Carl.

 -Bueno, supongo puede ser una buena idea... Lo malo es la guerra que está provocando el Imperio Prustino, va a retrasar la explotación del metal. Y yo voy a tener que abandonar la Torre de Magos para ir a esa guerra - expresa Eddy consternado.

-¿Qué? ¡No puede ser Eddy! ¿Es necesario que vayas?- pregunta Molly visiblemente preocupada, evidentemente le gustaba Eddy.

- Sí, el ducado de donde provengo, está ubicado en el reino de Cretonia, y además esas minas están en la jurisdicción de mi padre, es mi obligación defender el territorio y al tener 18 años, no puedo negarme - suspira con seriedad y preocupación, Eddy.

-¿Y cuándo te irás?- pregunta Carl, haciénsose el indiferente.

-En una semana, debo presentar un examen, para pedir un certificado tierracontrol, y luego volveré en unos años, para terminar mi formación, no se cuánto tiempo durará esa guerra- dice con tristeza Eddy.

-Entonces ahora entiendo por qué Gareth no está aquí, de seguro se fue con su hermano el Principe Egor, a la guerra- reflexiona Carl.

-¿Creen que también debo alistarme en la guerra?- pregunta Carl, de forma casual, haciéndose el inocente, cuando en verdad, él sabe de qué forma comenzó esa guerra y quiénes están por detrás.

-No creo, todavía no tienes vientocontrol, si vas, solo estorbarías- le dice Molly, burlándose de él.

- ¡No es verdad! Mi desempeño del vientocontrol es bastante bueno, y es  mejor que tu aguacontrol, ademas mi manejo con la espada es excelente- dice con orgullo Carl.

-¿Y tu vas a participar Irina?- pregunta Molly.

- A diferencia de ustedes no tengo tanta confianza con mi fuegocontrol, apenas hace poco tiempo, despertó mi maná, creo que si la guerra dura unos años más, pueda participar,  tal vez en dos años, para ese entonces manejaré mejor mi fuegocontrol, además solo tengo 16 años - explica Irina

-Supongo que al ser mujer, no es tu obligación participar, además con 16 años tampoco serias de utilidad - expresa Carl con sarcasmo, él tiene 18 años.

-Quiero aclarar, que no es que "no quiera", simplemente ahora estorbaría, no manejo la espada ni nada parecido, para ser de ayuda en una guerra- aclara contrariada Irina, todavía con sobrepeso, a los ojos de todos, en esas condiciones, fuera de forma, no es apropiado que se aliste en una guerra.

-Eres la más honesta de todos, cada uno cree que tiene control de su maná y la verdad es que nos falta mucho todavía. El único que si tiene fuegocontrol nivel Dios, es Gareth, supongo por eso se fue. Dicen que incluso es mejor que su hermano Egor- dice en voz baja, Molly.

-Bueno chicas, vamos a seguir preparándonos para las evaluaciones, nos vemos- se van Eddy y Carl.

- Nosotras también debemos prepararnos para las evaluaciones finales, ¿No te parece?- le dice Molly a Irina. Ella asiente, recoge el mapa lo lleva a su lugar en el estante,  luego se sienta al lado de Molly, saca sus apuntes y libros de su mochila, se disponen a repasar.

El tiempo pasaba, e Irina no había vuelto a ver a sus compañeros, desde hacía varios meses, la mayoría de los chicos se habían alistado en el ejercito. Molly, fue también enviada al frente para ayudar como maga en un equipo de Magos asignados por la Torre. Ella también quería ir para acabar de una buena vez con esa guerra. Pero el sello de su poder letal, se lo impedía.

Transcurrió otro año, la guerra estaba sin dar atisbo de finalizar. Irina con 17 años, ya solo le faltaba el último sello de su cerebro, para dejar salir todo su poder. Ese día por fin le quitarían el sello de su cabeza, ese último sello controlaba la forma explosiva letal y también su transformación... Durmió por 15 días, al despertar, la metamorfosis en su cuerpo ya se había producido.

Al despertar se levanta de un salto de la cama, se observa el cuerpo tocando con las manos, su rostro está más alargado casi angelical, su cuerpo es diferente, dejó de ser obesa, ahora ha alcanzado su potencial de crecimiento, es esbelta, muy alta 1,80 y muy bien proporcionada, no se detiene mucho en contemplar su figura, se viste apresuradamente, de suerte que las túnicas de magos, le queda igualmente bien, su traje interior al ser de maná negro se ciñe a su cuerpo perfectamente. Va en busca del maestro Andrei.

- Maestro, ya estoy lista, quiero practicar, quiero alcanzar el control de mi magia letal, quiero participar en la guerra, para acabar con esas matanzas- explica Irina. Cuando la ve se sorprende:

-Bien, sin los 7 sellos, es momento de poner en práctica tu magia en conjunto. Para eso, por tu tipo de magia, y para evitar daños a terceros, debemos ir a un área deshabitada, a una zona desértica - responde el Mago, viéndola con admiración, y muy extrañado, sus cabellos dejaron de ser rojo intenso, están más claros, y sus ojos son azulados verdoso, ahora es una belleza nivel Diosa, aunque tiene un poco de preocupación, por el poder total de la magia letal.

En el área desértica asignada para la práctica, Irina con su traje negro ajustado con maná, realizado especialmente para la protección de su cuerpo, comienza a hacer uso de su magia, primero tratando de hacer magia de fuego:

-Concéntrate, debes concentrarte en hacer que sean solo tus manos las que produzcan esferas de fuego-

Irina se concentra, ya ella por su propia iniciativa dominaba ese proceso, desde hacía un año.

-¡Maestro, lo logré, puedo hacerlo!- Irina produce una esfera de fuego azul en la palma de su mano.

-Irina, el color del fuego que produzcas tendrá la fuerza destructiva, la llama azul es leve, la llama naranja es moderado y el rojo es destructivo, pero cuando logres obtener el fuego púrpura, podrás producir también la forma explosiva, que es la máxima potencia, es la más peligrosa porque puedes también, destruirte a ti misma, por eso debemos ir progresivamente, dominándolos uno por uno, paso a paso ¿Entiendes lo que digo?- explica detalladamente el maestro Andrei, muy preocupado.

-¡Si maestro, entendido!- responde Irina emocionada, sigue haciendo sus prácticas de esferas de fuego y lanzándolas fuera de su mano, a los objetivos, unas grandes piedras, dispuestas a diferentes distancias.

Cuando realiza por primera vez el fuego naranja, sus ojos se tornan naranja, todo su cuerpo se enciende, y vuela transformada en una gran ave de plumajes de fuego: ¡Era un gran Ave Fénix!

Andrei no puede creer lo que está viendo.