El Diario De Supervivencia

No sé por donde empezar, no porque es una historia muy extensa, sino, porque me resulta complicado hablar de ella. Soy la personalidad anfitriona de este cuerpo, pero solo conservo su nombre, no sus recuerdos. No, no lo considero mi cuerpo, este no es mi cuerpo, este pobre cuerpo le pertenecía al verdadero Niwedd, a solamente Niwedd, no a unos pares de desarmados asquerosos y perversos. Mi vida en este cuerpo es una pobre miseria sin fin, cada día ver sangre, cada día ver cuerpos caídos apuñalados, aunque prefería verlos así, que a verlos vivos, sufriendo y con coceduras en su cuerpo. Las mejores obras maestras de Kefor en el ámbito de la tortura. Odio esto, varias veces, intenté quitarme la vida para dar fin a este ciclo sin fin de gritos de agonía, darle fin a las veces que tuve que ver a las personas morir y sufrir, darle fin a las veces que sostuve yo, ese mismo cuchillo por aparecer repentinamente, darle fin a las veces que Kefor, Todd y Jacques me molestaban, darle fin a las veces que he tenido mi miembro dentro de una persona por culpa de Todd, darle fin a las veces que he vomitaba al tener trozos de carne en mi boca por culpa de Wendi. Sé que ella no es consciente de lo que hace, pero igual no puedo no odiarla, no exclusivamente a ella, sino, a todos, a las cuatro personalidades aparte de mí.

¿Quién comprenderá lo que siento?, ¿Las personas que tienen el mismo problema que yo?, ¿Las personas que tampoco tuvieron la suerte de tener personalidades que hallan cometidos errores leves y no a altos puntos como asesinatos?, ¿Asesinatos? No, es una palabra muy leve ante todo lo que paso, ante todo lo que las personas sufrieron, ¿Cómo llamarlo?, ¿Tortura? No, esa tampoco, ¿Sufrimiento eterno? Puede ser, no lo sé, solamente se que espero que esto termine, da igual como, si con un escopetazo, si con una soga en mi cuello, o con cortadas profundas en los brazos, cualquier cosa serviría, lástima que no tengo las agallas, soy un cobarde tal y como lo dicen ellos. Solo soy alguien que vive tomando alcohol para desahogar la miseria que vivo, al menos esos efectos también hacen retener a los otros, lo malo, es que recibo aún más gritos por culpa de ellos, más sucesos asquerosos provocados con el propósito de molestarme, claro, él que más hace eso, es Jacques, siempre me molesta, siempre me hace la vida imposible, más imposible de lo que ya lo es.

Cansado, cansado es también una palabra que busco, cansado físicamente, emocionalmente y psicológicamente, ¿Una personalidad puede tener personalidades también? Quisiera tener ese mismo mecanismo de defensa que tuvo Niwedd, aunque él ya no existe técnicamente, ya no sé si es un dichoso o una alma en pena, después de todo, él no pasa por mi mismo que yo, o tal vez si, ¿Él es yo?, ¿Él es alguno de los demás?, ¿Él es Kefor?, ¿Jacques?, ¿Todd?, ¿O Wendi?, quien fue él alguna vez...

Nadie sabe eso, solo Kefor creo, no estoy seguro, ni me debería de importar, lo único que me importa, es intentar ayudar a las demás personas en peligro que ingresan a este maldito hotel, hotel cinco, este hotel, del cual, ellos me impiden salir. No solo las personalidades, también los espíritus que han de odiarme de la misma manera que odian a los demás que realmente los mataron, y que comprendo a la perfección el porqué, no los culpo, yo también me odio. El diario es la única salvación que le quedan a aquellas personas aún con posibilidad de quedar con vida. Deje la copia de la llave que tanto me costó conseguir allí mismo, también un pequeño mensaje, pero dudo que sea suficiente eso, ya que nadie logra tomar este maldito diario, al menos sin ser capturado luego. Siempre las manos de aquellas personas terminan sosteniéndolo, solo para escribir su lastimera tortura lenta, la misma tortura que también vivo cada día inevitablemente, en un pobre y odio ciclo sin fin.