Mi Pequeña Mentirosa

Salimos, prácticamente Aaron me arrastro a la salida, y nos fuimos rumbo a la luna de miel.

Alessa: ¿A donde vamos amor??

Aaron: Es una sorpresa mi pequeña.

Así abordamos el jet privado rumbo desconocido, una vez que despegamos Aaron me dio la mano y me arrastro a la habitación.

Aaron: Iba a esperar a llegar amor, pero no veo la hora de sacarte ese vestido.

Empezó a besarme, bajando las tiras de mi vestido y se quedó con la boca abierta cuando esté termino de caer

Aaron trago grueso y la lujuria reflejo en sus ojos.

Amor, esto es el mejor regalo de bodas- dijo y comenzó a besarme con pación. Un gemido se escapó de mi boca cuando él roso mi entrada ya húmeda con sus dedos.

Aaron: Siempre tan lista para mí, mi Diosa.

Alessa: Aaron por .... Por favor!!!- Tartamudeaba

Aaron: ¿Que queres mi reina? Solo dilo

Alessa: te quiero dentro ahora!!- Dije entre gemidos ahogados

Y ahí estaba mi demonio, me embistió tan fuerte que no puede no gritar de placer. así seguimos haciéndolo hasta que nos tocaron la puerta diciendo que habíamos llegado.

Me coloque un vestido cómodo y salimos.

Alessa: 😲 amoooorrr Grecia????

Aaron: Lo mejor para mí Diosa.

Llegamos al hotel y no podía creerlo, realmente es todo hermoso,los paisajes, la gente, el clima. Pero perfecto y hermoso mi adorado esposo que parece que es insaciable.

Alessa: Amor!! enserio??

Aaron: No puedo mas nena, te deseo tanto, quiero sentirte, tenerte y amarte por y para siempre.

Comenzó besando mi cuello desde atrás, acariciando todas y cada unas de mis curvas, besando y mordiendo todo a su paso. No aguanto más y rompió el vestido, me inclinó sobre la cama y me penetró

Dios O el diablo nose pero que esto es esquisto no puedo y no quiero parar.

Alessa: Aaaaaahhhh si, Dios si si

Aaron: Dios no está acá preciosa, esto es obra del diablo Italiano.

Así se pasaron toda la noche y parte de la mañana encerrados en la habitación entregándose al placer y al amor. Quedando totalmente rendidos.

El tercer día de su luna de miel decidieron salir a conocer las playas de Grecia. Un lugar hermoso y realmente afrodisíaco para dos recién casados que se negaban al matrimonio y ahora no pueden vivir sin el otro.

Amor esto es realmente hermoso- Dijo Alessa

No tanto como mi esposa en traje de baño- Respondió Aaron.

Mi esposo no se queda atrás dijo Alessa con un cierto tono de picardía y coquetería en su voz.

Él creyó que iba a besarlo pero ella salió corriendo por la arena, parecían niños jugando, riendo y corriendo, por toda la playa.

Pasaron unos hermosos días inolvidables, donde salieron, disfrutaron y se entregaron a la pasión como nunca antes Alessa pensó que podría hacerlo.

Alessa: Hoy puedo decir que soy la mujer más feliz del mundo,con un gran hombre a mi lado.

Y quien sabe quizás con el fruto de ese amor creciendo en su vientre.