PROHIBIDO

Rachel entraba y daba vueltas en la habitación furiosa "Estuviste a punto de matarla, no puedes solucionarlo todo de esa manera"

"Siempre lo he hecho así, es torpe, no es la primera vez que comete errores, su muerte, le haría un bien a todos los mundos" Dijo Crepúsculo des complicado, buscando en su saco algunas medicinas.

"No estoy de acuerdo, además es únicamente un rasguño, no me estoy desangrando, Prométeme que lo dejarás pasar, deja a esa pobre mujer en paz" Sugirió la niña.

"No te prometo nada, cuando la vea recordaré lo que hizo y mi instinto asesino saldrá a flote, eso no lo puedo evitar, en ese estado puedo ser peligroso, nunca más te atrevas a detenerme" Dijo Crepúsculo tomándola por los hombros y sentándola en la cama.

"No te prometo nada" Dijo la chica imitando su voz.

"¿Por qué no puedes ser obediente?" Preguntó Crepúsculo desapareciendo su herida.

Rachel se levantó del lugar "¿Por qué no puedes ser obediente?" Imitó nuevamente.

Crepúsculo mordió sus labios, estaba enojado, ella era difícil y tal vez por eso estaba loco por ella "¿A dónde vas?"

"Dormiré en otro lugar hasta que recapacites 'Asesino" Dijo la mujer provocandolo.

"No iras a ningún lugar, esta es tu habitación, si deseas estar sola, me marcharé" Dijo Crepúsculo, todos le temían, nadie se atrevería a ingresar a la habitación del mago, ella estaba protegida en ese lugar.

"¿Me dejarás sola?" Preguntó Rachel cambiando su tono, ella creyó que él rogaría por estar juntos.

Crepúsculo sonrió, era una niña ¿Qué más podía esperar de ella? "Recuerda que soy un asesino" Musito.

Rachel lo abrazó "Tuve miedo, no quiero verte matar a nadie"

Crepúsculo entendió, ella era una consentida, siempre le habían dado todo y no estaba acostumbrada al maltrato y la violencia, entonces la abrazó y susurró en su oído "Puedo asesinar de placer"

Rachel se inclinó a sus labios y besó al poderoso hombre, este se dejó embriagar por la dulzura de su mujer y desató la lujuria que lo acompañaba.

"¡Repite lo que dices!" Gritó Oscuridad el padre de Crepúsculo a la bruja Merlina.

La bruja se había escapado para delatar a Crepúsculo, ella estaba enamorada del hombre, pero su amor era enfermo y egoísta. La mujer al sentirse rechazada y celosa fue con el padre de este, a acusarlo de que había metido una humana en el mundo mágico.

"Se lo juro, la mujer se llama Rachel, es humana, lo sé, no lo delataré al consejo, pero debe matar a esa mujer y sacarla de ahí antes que todos lo sepan" Aseguró Merlina.

"¿Rachel?" Preguntó Oscuridad y Merlina asintió.

Oscuridad salió de la habitación a tomar aire, no podía ser la misma Rachel que él conocía, no creía a su hijo capaz de esa locura "Milton, ve a buscar a Ocaso, no le digas nada de Merlina"

Después de un tiempo "¿Lo sabias?" Preguntó Oscuridad a su hijo Ocaso.

"Padre lo siento" Dijo Ocaso.

"Lo dudé por un momento, creí que se trataba de otra Rachel ¿Mi bisnieta? ¿De verdad? ¿Qué le ocurrió a Crep?" Se preguntaba Oscuridad.

"Yo no podía decirte nada, ellos parecen estar enamorados..." Titubeó Ocaso.

"¿Enamorados? ¿Pero qué locura es esa? Esa niñita que cambia de pareja así cómo cambiar de bragas ¿Crees que está enamorada? Es un imbécil y un tonto tu hermano ¿De qué le han servido tantos años de vida?" Dijo Oscuridad sonrió irónicamente.

"¿Qué harás?" Preguntó Ocaso.

"Ve con los Lombardi y diles lo que ocurre, sacaré a esa muchachita del mundo mágico y espero que ellos me ayuden a que entre en razón, esa relación prohibida acabará con la vida prospera de los Yale" Sentenció Oscuridad.

"Pero padre..."

"¡Ve! No me hagas enojar más de lo que estoy, porque te juro que pagarás las consecuencias, me ocultas información que puede acabar con nosotros, eso es un delito" Gritó Oscuridad.

Ocaso fue a casa de su sobrina como le había ordenado su padre, debía obedecer, lamentaba que su hermano estuviera en problemas.

Por otro lado, la pareja disfrutaba cada día juntos, Rachel con sus locuras le sacaba una sonrisa al temible Crepúsculo todos los días, pero esos días felices tendrían su fin.

"Señor llegó su padre, desea hablar con usted" Informó Peter.

Crepúsculo se encontraba analizando unos informes de magia negra utilizada en el otro mundo, averiguaba quién se había estado camuflado a sus espaldas para realizar tal delito.

"¿Por qué no lo supe antes?" Preguntó el mago levantándose.

"Señor, nadie sabía, lo siento" Se disculpó Peter.

"Bien, ve con Rachel, dile que no salga de la habitación" Ordenó Crepúsculo.

"¿Para qué la escondes? Sé, qué te acuestas con tu sobrina" Irrumpió Oscuridad en la oficina del mago y Peter no pudo ocultar su asombro.

"Dicen que el sexo con una mago es genial, yo lo puedo corroborar ¿Es eso lo que te tiene preso entre sus piernas?" Preguntó Oscuridad.

"Te voy a dejar algo claro, la dejaré si ella lo quiere, mientras no" Advirtió Crepúsculo.

Oscuridad, en menos de un segundo estuvo cerca de su hijo propinandole un golpe, sus ojos se oscurecieron mostrandose temible, Peter quiso huir por el estruendo, el golpe habia sido tan fuerte que habia resonado en toda la habitación.

"Está muy fácil, esa mocosa te dejará por cualquier humano, es indecisa, le diste de regalo amor imposible, nada en ella tiene futuro, tiene un problema serio para conseguir pareja estable ¿Crees que eres el indicado? ¡No lo eres! Dañarás el buen trato con la familia, Luisa se enojará con todos por meterte con su princesa y si esa mujercita te envía al consejo, terminarás sin nada" Resopló Oscuridad.

Crepúsculo limpió la sangre que corría la comisura de sus labios y repitió "Me alejaré, solo si ella quiere"

En ese instante entró Rachel y empujó la puerta "Pero ¿Qué mierda...? Bisabuelo"

"Hola mi niña, veo que estas pasando muy bien, pero es hora de volver a casa" Dijo Oscuridad.

Rachel observó a Crepúsculo, ella sentía que con la mirada deseaba decirle algo, sintió un estruendo en su corazón y dijo

"Sí, es hora de marcharme, ya estoy aburrida"

Crepúsculo frunció el ceño y su padre no pudo aguantar la risa, la niña le estaba dando la razón, con su respuesta había demostrado que realmente su hijo no le importaba.

"Bien Cheli, pensé que estabas enamorada de tu tío" Provocó Oscuridad.

Rachel soltó una carcajada "¿Enamorada yo? No me enamoro de nadie, hoy me gusta uno, mañana otro y así, esa es la nueva honda y ahora que lo sabes, no deseo tener problemas con mis padres, entonces es hora de partir"

Crepúsculo escuchaba cada palabra de la niña, su semblante fue más serio de lo normal, se sentó en su silla y dijo "Bien padre, ya la escuchaste, ahora nesecito terminar algunos pendientes, déjenme solo"

"Bien hijo, estaré hospedado en alguna de tus habitaciones hasta que Cheli no esté aquí" Dijo Oscuridad.

Rachel tenía ganas de llorar, pero debía ser fuerte "Iré a alistarme ¿Cuándo me iré?"

"Mañana jovencita" Respondió Oscuridad y Rachel asintió con la cabeza saliendo del lugar.

"Te lo dije, esa muchachita no sabe lo que quiere y tú colocando en peligro todo nuestro imperio por tu sobrina" Dijo Oscuridad.

En la mansión Lombardi, Ocaso había reunido a toda la familia y cuando Confesó lo ocurrido Alexander deseaba levantar a golpes a su tío por ser un sapo.

"¡Maldito! Quiero su cabeza en el consejo y alejado de mi familia para siempre" Dijo Luisa.

"¡Madre! Calma, no puedes hacerle eso a mi tío" Defendió Alexander.

"¡Cállate Alex! Lo sabías y te callaste, eres un alcahuete, no sabes lo peligroso que es ese hombre" Dijo Luisa.

"¿En serio, madre? Parece que no conoces a Cheli, lo tiene envuelto, él es su juguete ahora y cuando se canse como siempre lo dejará botado y tampoco conoces a mi tío, con ella no es nada peligroso" Volvió a defender Alexander.

William escuchaba cada palabra sentado en el sofá, sabía el efecto que ocasionaba su pequeña en los hombres, era como recordar a su esposa en una de sus vidas anteriores cuando era bailarina de Pole Dance, el estaba seguro de que si Alexander no había hecho nada para rescatar a su hermana estaba en buenas manos, pero de igual manera quería golpear a sujeto.

"Trae de vuelta a mi hija y no levantaremos cargos contra Crepúsculo, solo espero poder golpear a tu hermano sin detención, así sea una sola vez" Dijo William.

"Padre no puedes golpearlo él es demasiado..." Titubeó Alexander.

"¡Fuerte! Lo sé, pero también sé que, si no voy a levantar cargos merezco una recompensa" Dijo William morando a Ocaso.

"Hablaré con mi padre sobre tu petición Willy, traeré a Cheli con bien dentro de unos días, lo siento Isa" Dijo Ocaso.

"¡Lárgate!" Gritó Luisa.

A Luisa no le importaba si era su tío, ella deseaba que pagará, pero era un decisión conjunta con su esposo y él había decidido otra cosa y aunque hubiese preferido un castigo para Crepúsculo, aceptaba la decisión de su esposo.