La Diseñadora

Entonces no podemos perder tiempo...

- De verdad muchas gracias Santiago...

- Estoy a la orden --me regalo una hermosa sonrisa y arranco el auto--

- No sabía que tenías otro auto!

- Sí, pero me gusta más la camioneta porque para mí es más cómoda o debe ser que ya estoy acostumbrado a ella.

- Sí, puede ser... Aunque pensé que por ser un auto más pequeño era más cómodo.

- Todo es cuestión de gustos.

- Ciertamente...

Santiago me llevo a la universidad donde casualmente él había estudiado, llegué unos minutos antes de entrar a la primera clase, le agradecí con un pequeño beso en la mejilla y baje rápidamente...

Varios días después...

Vengo distraída hacia el área de la piscina a tomar aire fresco y a mirar las estrellas desde la grama, me acuesto en ella, respiro y me quedo mirando hacia el cielo...

- Sabes mamá? Cómo me hubiese gustado vivir todas estas etapas contigo, no me importaría cambiar el departamento donde vivo gracias a Michelle solo por el hecho de estar contigo... --mis lágrimas empezaron a rodar-- después de todo lo que he vivido si Dios nos diera la oportunidad de estar juntas yo la tomaría sin mirar a los lados, no sabes la falta que me haces madre... Te extraño mucho...

- Estoy seguro de que ella te está haciendo compañía en este momento...

- Santiago --me levanté rápidamente y limpié mis lágrimas-- Desde cuando estás allí?

- No mucho --se sentó a mi lado y me tomo las manos, fue algo bastante tierno-- Tina! Yo no he pasado por ese dolor pero me imagino que debe ser muy fuerte; si necesitas llorar yo te puedo prestar mi hombro, si necesitas un abrazo yo te puedo prestar mis brazos, si necesitas hablar con alguien yo te puedo escuchar, pero no soy muy bueno para eso de los consejos... --de verdad que en ese preciso momento necesitaba todo lo que Santiago me estaba ofreciendo, porque tengo a mi amiga del alma Michelle ella me escucha siempre que la llamo está para mí, pero en este momento si necesito un abrazo de verdad, necesitaba ese calor que transmiten unos brazos, no lo dude y acepte esa muestra de cariño, me acerque y me abrace a él, llore, llore y él acariciaba mi cabello-- Llora Tina, estoy aquí para ti...

- La extraño muchísimo Santiago, no sabes cuánto...

- No lo sé, pero me lo imagino... --me decía mientras me mantenía abrazada--

Esa noche entendí que la soledad no es tan buena pero tampoco es mala y muchas veces necesitamos la compañía de alguien... Compañía física, un cuerpo a cuerpo y que tus verdaderas amistades siempre están para ti para lo que sea; como mi amiga Michelle que está a toda hora y en todo momento que la necesito, pero la mayoría de las veces está a través de la línea telefónica realmente sé que nuestra relación es muy valiosa, pero en este preciso momento necesitaba eso, un abrazo alguien que me transmitiera esa calidez que me dijera que estoy viva que no estoy sola y que es normal extrañar a la persona que tanto quiero a pesar de que ya no está físicamente conmigo.

- Te sientes un poco mejor? --me pregunta después de unos largos minutos que me quedé en silencio abrazada a su cuerpo--

- Sí, gracias... --me despego un poco de él-- Yo estoy agradecida por estos minutos... Siento mucho esta escena...

- Tina! No te preocupes... Somos amigos y los amigos estamos en las buenas y mucho más en las malas... --me dijo mientras tomo mis mejillas entre sus manos, me miro directo a mis húmedos ojos, limpio la lágrima que salía de ellos y me volvió a abrazar--

Realmente desde esa noche entre Santiago y yo surgió una muy linda amistad, luego nos reuníamos de vez en cuando a conversar de sus cosas y de mis cosas, aunque todavía no tenía la suficiente confianza para contarle lo que me sucedió aquella noche. Los días fueron pasando para la universidad muchas veces me dio el famoso aventón o la cola, otras veces me pasó buscando por la tienda o a la universidad, le comenté sobre mis pasantías pues estaba preocupada porque ya iba corriendo el semestre y pues no había conseguido lugar para hacer la pasantía y para mi gran sorpresa no sabía que en su trabajo estaban buscando una persona para hacer los ambientes porque la que tenían se enfermó...

- Tina, déjame ver qué hago por ti...

- Sería buenísimo porque no sabes lo difícil que me ha sido conseguir dónde hacer mis pasantías...

- Estoy casi seguro de que ya te solucione ese pequeño problema.

- Pequeño? --le digo algo incrédula-- No! Santiago, para mí no conseguir pasantías es un gran obstáculo, tu no sabes todo lo que me he esforzado en mis estudios y que a la última hora no pueda presentar mi trabajo final... Eso, eso es de muerte. --le digo al cruzar mis brazos--

- No te molestes Tina, también lo que no consiguen hacer sus pasantías pueden hacer un trabajo especial...

- Sí, pero no es igual a qué te evalúen en un proyecto completo palpable a un informe escrito.

- En eso tienes razón...

Y así fue, Santiago me consiguió la pasantía dónde él trabaja y yo feliz de la vida. Hablé con la señora Matilde pues tenía que abandonarla por un tiempo...

- Señora Matilde de verdad no me gustaría dejarla, pero usted sabe que es un requisito de la universidad.

- Tranquila mi niña --mientras me toma de las manos-- Yo sé perfectamente que es por tu carrera, estoy muy feliz porque estás por lograr una de tus metas.

- Gracias señora Matilde por todo su apoyo.

- Recuerda que tus esfuerzos tienen que dar frutos y tienes que crecer profesionalmente...

Bueno al principio no era mucho lo que podía hacer allí en el estudio fotográfico pero me servía para presentar mi trabajo y que me aprobaran las pasantías; empecé a revisar el lugar y hacer algunas propuestas de modificaciones las cuales aprobaron y luego hice unas excelentes mejoras a un set que perfectamente lo adapte para hacer tres escenarios sin necesidad de cambiar a cada rato la utilería... Santiago, todos los jefes y directivos estaban muy contentos con mi trabajo, el cuál desempeñe lo mejor posible, restaure y acondicione espacios que ni se imaginaron que podían usar...

- Tina! Muchas felicidades ese escenario es una maravilla, mira como nos facilita todo sin necesidad de perder tanto tiempo...

- Muchas gracias Señor Luján, esa era la idea principal, ustedes ganan tiempo y espacio en un ámbito bastante cómodo.

- Pues déjeme decirle señorita que lo ha logrado a la perfección, de verdad que no se me había ocurrido en todo este tiempo hacer uso de ese pequeño espacio y mire que le quedó muy bien...

Este mes trabajando en la empresa me he mantenido bastante ocupada y muy motivada pues me doy cuenta que no me equivoqué al escoger mi carrera, me puedo expresar abiertamente a través de las estructuras, diseños y colores sin descuidar la necesidad del cliente...

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