El Rey de las Bestias

- ¡Levántate es hora de despertar.!

La hermosa voz de Siria me despierta pero ahora en lugar de sonar como la voz de un ángel, es como un general liderando a las tropas.

En cuanto salgo me dice que extienda las manos y me coloca unos grilletes en las manos y en los pies, son bastante pesadas pero a parte de eso no se siente nada diferente.

Rápidamente empieza a explicar.

-A partir de hoy todo lo que hagas usaras estos grilletes, limitaran tu energía, cualquier movimiento que hagas tendrás que invertir 10 veces la fuerza, en las mañanas correrás 1 vuelta a todo el clan, de ahí iras con Douglas y entrenaras en la herrería durante 12 horas.

Estaba a punto de protestar cuando Siria con su hermosa sonrisa continuo.

-Por último entrenaras conmigo en la arena de batalla, conseguí algunos guardias que me ayudaran a entrenarte, necesitas aprender a pelear contra múltiples oponentes de manera simultánea.

Ese día comenzó el infierno, cada mañana alguien me levantaba gritando desde afuera de mi cabaña, me obligaban a correr durante varias horas hasta que por fin completaba 1 vuelta al clan, gracias a esto entendí la magnitud del clan, solo el perímetro era más de 1,000 kilómetros.

De ahí me presentaba con Douglas quien me hizo solamente limpiar minerales de hierro durante 1 año completo, era realmente aburrido y cansado, mantener el material fundido y limpiarlo es más difícil de lo que parece, Douglas se veía realmente feliz mirándome, al parecer estaba muy agradecido conmigo ya que lo ilumine y logro convertirse en un maestro artesano.

Estaba tan agradecido que dijo que no descansaría hasta que me volviera tan bueno como el, sus palabras me conmovieron, pero su entrenamiento espartano no era solo un juego, durante 12 horas no me detuve ni por un segundo de retirar impurezas

Por último Siria consiguió 10 guardias de nivel maestro para mí, su única tarea era atacarme con todas sus fuerzas, no importa como intente no logre si quiera rasguñar a uno de ellos, pero día a día me sentía realmente mas fuerte.

Al inicio fue realmente difícil pero poco a poco me fui acostumbrando a solo correr, el camino del rayo era cada vez mas sencillo, moverme a la velocidad del rayo se volvió lo más natural para mí.

El entrenamiento en la herrería fortaleció mi espíritu divino, ahora soy capaz de ver todo a 100 metros alrededor de mí, puedo teletransportarme en esa área con facilidad.

También mis reflejos son cada vez mejores, una vez que entro en estado de batalla también entro en la forma Ymir automáticamente, ni siquiera necesito intentarlo, Siria tenía razón mi cuerpo se mueve antes de que pueda pensar, al sentir el viento y las perturbaciones a mi alrededor soy capaz de prever por donde vienen los golpes, lamentablemente sigo siendo demasiado débil contra los maestros.

Después de un año de tortura Siria vino conmigo y con su enorme sonrisa me dijo que ya estaba listo por lo que pasaríamos a la fase 2 del entrenamiento, me puso grilletes nuevos, estos detenían totalmente mi energía, a partir de ahora solo entrenaríamos el cuerpo, con toda mi energía detenida el infierno comenzó de nuevo.

No podía usar el camino del rayo así que tenia que usar solo mi cuerpo para dar la vuelta al clan, pero esto me hizo ver algo nuevo, es posible que no pueda usar mi energía espiritual pero eso no significa que desaparezca, puedo inyectarla dentro de mis músculos y fortalecerlos en cuanto Siria vio esto me mostro nuevamente esa sonrisa tan magnifica con la que me robo el alma la primera vez.

Al practicar en la herrería, por fin empezamos a forjar armas, durante este año había acumulado toneladas de materiales refinados listos para convertirse en armas, me entere que uno de los principales negocios de la familia es vender armas, somos muy conocidos en la región por lo que siempre hay muchos pedidos.

Empiezo a forjar y se vuelve realmente difícil crear los grabados, mi sentido divino esta atascado por los grilletes, y no puedo usar energía divina para ayudarme.

Dia tras día intento pero solo puedo echar a perder el material refinado.

Por último en mi entrenamiento de batallas, al depender únicamente de mi cuerpo he logrado evadir algunos ataques de los maestros, sus ataques mortales desde ángulos complicados me han obligado a no depender de mis ojos sino de todo lo que me rodea, escucho sus respiraciones, cuando están a punto de moverse sus músculos resuenan indicándome que vendrán a por mi.

He vivido el infierno durante este tiempo pero no he podido darme por vencido, un día cuando estaba a punto de rendirme realmente Siria se acerco y me dijo al oído.

- ¿No estarás pensando en rendirte cierto?\, tenia tantas ganas de tener una cita contigo ¿No me vas a decepcionar cierto?

Su voz es tan suave, tan seductora que me regresan todas las energías para continuar entrenando, me sonríe tiernamente y se da la vuelta para irse.

¡Maldición...! si me rindo no soy un hombre.

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Ha pasado un año completo nuevamente y por fin he logrado hacer mi primera arma funcional, es una espada corta del elemento fuego, en cuanto Siria se entero, vino corriendo con una mirada de incredulidad.

- ¡Es imposible...!!

No entiendo su reacción, ¿acaso esperaba que yo no pudiera forjar nunca un arma?, voltea a ver a Douglas y este niega agitando su cabeza frenéticamente.

-Debo disculparme Sebastián, tu talento es aun mas impresionante de lo que esperaba

Siria inclina su cabeza mientas coloca su mano en su pecho inclinándose levemente hacia mi en un gesto de saludo.

-En este mundo el poder es el Rey, aun si estas equivocado mientras seas el mas fuerte solo tu palabra será la ley, en este momento me inclino por subestimarte y ya no te tratare como un niño sino como un guerrero.

Mi boca se abre por completo, no puedo creer las palabras que escucho, pero también estoy incrédulo no entiendo que está pasando.

-Se que tienes dudas, déjame explicarte, esos grilletes están hechos para restringirte por completo, es imposible forjar armas con ellos puestos, el primer día que los usaste Douglas no te dijo esto porque pensó que era mi instrucción, la verdad es que lo olvide....

En su rostro se forma una expresión juguetona, parece una niña alegre que hizo una travesura.

-Solo quería enseñarte un poco de humildad, pero perseveraste, no te detuviste hasta que lograste crearla y solo esa acción es digna de todo mi respeto.

¡Estoy en shock...! ¿todo esto solo fue una novatada?, enserio quiero gritar, pero al ver su expresión tan solemne y arrepentida lo único que puedo hacer es perdonarla, al final del día soy un hombre y eso es lo que debemos hacer.