Después del accidente que deja a Santiago sin caminar por cuatro meses. Él quiere usar a una chica inocente para vengarse de su madrastra Paola. Una mujer que es capaz de todo por quedarse con la fortuna del padre de Santiago y así poder borrar su oscuro pasado.
NovelToon tiene autorización de Lorena Carapia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Ayuda
Empleada __ Señorita, conteste. El señor Wlod, me ha enviado...
La empleada volvió a insistir, mientras constantemente tocaba a la puerta. Paola miraba fijamente a la puerta, al mismo tiempo su atención también estaba en Melisa...
Paola _ Cállate.
Paola __ Si haces algún ruido, no vas a salir de esta habitación con vida.
Melisa solo miraba a la puerta, no podía hacer ningún tipo de ruido. Ya que, Paola no iba a dudar en matarla, si ella cometía un error.
Melisa no era ninguna tonta, cómo para no darse cuenta de lo peligrosa y loca que estaba Paola. Así que preferiría síguele el juego, hasta tener una oportunidad y poder escapar de allí.
Melisa _ No pienso hacer ningún ruido... Yo también quiero escapar de esta locura. No me puedo casar con un hombre que apenas he conocido y que está en una silla de ruedas.
Melisa solo quería ganar un poco más de tiempo. Tenía la esperanza de que Santiago enviara a Marcos a buscarla.
Empleada __ ¡Señorita Melisa, si está ahí, hablé o abra la puerta!. Necesito saber si está bien.
Por mucho tempo, la empleada insistió demasiado. Sin embargo, no hubo una respuesta por parte de Melisa.
La empleada se alejó de la puerta y se dio la vuelta par irle a informar a Santiago lo que estaba pasando con Melisa.
Al no escuchar a la empleada, Paola sonrió, continuación, agarró a Melisa y la obligó a asomarse por la puerta.
Melisa _ No hay nadir afuera, me cambiaré de ropa y me voy a ir en este momento.
En el camino, la empleada se encontró a Marcos. La mujer bajo la cabeza, para pasar a un lado de él.
No obstante, Marcos no miró por ninguna parte a Melisa, la empleada fue la que Santiago envió a buscar a su prometida.
Marcos _ ¿Dónde está la señorita Melisa?. Ya me infamaste que el juez ha llegado.
Empleada _ Fui a la habitación, pero no escuche ni un solo ruido al interior... Estoy por avisarle al joven Santiago...
Marcos _ No lo hagas, hasta que yo regrese.
Marcos pasó a un lado de la empleada, caminando rápidamente, a la habitación de Melisa, Marcos tenía en presentimiento de que algo no estaba bien.
Al llegar a la puerta de la habitación de Melisa. Una aroma que él conocía muy bien se apoderó de su olfato.
Marcos _ Paola.
Marcos se acercó lo más que pudo a la puerta, no tenía duda de que Paola estaba al interior de la habitación de Melisa.
Al interior de la habitación, Paola cada segundo se ponía más nerviosa. Miraba a Melisa con recelo, mientras ella hacía varias llamadas, para desaparecer a la chica en cuando ponga un pie fuera de la mansión.
Melisa se apresuró a agarrar el primer vestido que encontró, en ese momento gritaba en su corazón que Marcos o Santiago fueran allí a buscarla y se dieran cuenta de que Paola está amenazando.
Marcos __ Melisa, debes abrir la puerta, debo decirte algo muy importante.
Marcos llamó a la puerta, para que Paola no lograra tener una escapatoria. Al escuchar la voz de Marcos, Paola entrecerró los ojos.
Paola __ Si le dices algo a Marcos, les cortaré la cabeza a tus hermanos...
Melisa se sintió feliz de escuchar a Marcos a fuera de la puerta... Eso quería decir que Paola no iba a lograr su objetivo.
Melisa _ No diré nada, que no me pueda ayudar. _ Melisa pensó.
Marcos __ Melisa abre la puerta, necesitamos hablar del plan que tenemos.
Marcos quería envenenar la mente de Paola, para que ella misma le ordenara a Melisa abrir la puerta y solo así, poder ayudar a Melisa sin que saliera lastimado.
Marcos __ Melisa, mi amor. Necesito que hablemos de lo que hemos planeado.
Paola no podía creer lo que estaba escuchando, el chofer preferido de su hijastro, era el amante de la mujer que estaba a punto de convertir en su esposa.
Paola _ ¡Vaya!... Vaya, Vaya.
Paola _ Lo debí haber averiguado antes, ahora entiendo por qué ese asqueroso intervino por ti cuando, la anciana y yo, te humillamos en el comedor.
Melisa _ Sí, Marcos y yo hemos sido amantes desde hace mucho tiempo. Él fue el que me convenció para que yo entrara a esta casa y enamorara a su hijastro. Pero, ya que nos ha descubierto, solo me quiero ir ahora mismo de esta casa y vivir mi romance con Marcos...
Melisa se escuchó muy conveniente, fue algo que parecía convenirle mucho a Paola. Paola podía usar esa información, para cuando se llegara el momento destruir por completo a Santiago.
Paola _ He cambiado de opinión. No vas a cancelar tu boda con ese inválido...
Melisa _ Pero, usted acaba de decir que me puedo ir... Yo, no me quiero casar con ese hombre.
Melisa quería escucharse lo más convencida posible... Ahora que sabía que Marcos estaba afuera, y la había ayudado mintiéndole a Paola, Melisa tenía que dejar muy convencida a Paola.
Paola __ ¡¿Qué eres tan estúpida, que no entiendes?!... Has lo que te estoy ordenando y no hagas más preguntas.
Melisa se apresuró a caminar a la puerta, al abrirla, miró a Marcos; sus lágrimas están a nada de caer de sus ojos...
A continuación, Marcos la agarró de la cintura, con su mano derecha, se inclinó un poco hacia adelante, y aparento besar a Melisa en los labios.
Para enseguida cerrar la puerta detrás de ella y dejar a Paola con esa imagen en su mente...
Marcos _ Santiago no está esperando.
Melisa agarró con fuerza el antebrazo de Marcos. Por un momento sintió que su boda con Santiago había terminado y que se iba a ir sin tan solo despedirse de él...
Al llegar al jardín. Melisa soltó la mano de Marcos, para correr al lado de Santiago... Al llegar a él, Melisa se abrazó, dejando caer sus lágrimas en el hombro de su prometido.
Santiago podía de cifrar lo que ha pasado con tan solo mirar a Marcos a los ojos. Sus manos se apretaron con fuerza, al igual que sus mandíbulas.