EXTRAÑANDO-TE

Oliver: Así que dejaste a esa pobre chica con ganas.?

Saroth: ....

Oliver: Jamás habías dejado a alguien lista y alborotada, ¿que ocurrió.?

Saroth: ..... No preguntes nada, yo también me estoy haciendo la misma pregunta.

Oliver: Acaso... ya no te dan deseos por las chicas, y por fin te diste cuenta que me quieres.?

Saroth: Sabes que amo a las chicas, solo no se que ocurrió esta vez.

—En realidad, sabía muy bien lo que me ocurría, solo no quería aceptarlo.—

Saroth: Vete de mi oficina, tengo trabajo por hacer.

—Este idiota sabía todo de mí, hasta con que chica dormía en mi cama, al igual que yo de él, aveces nos contábamos hasta como teníamos sexo con esas chicas, teníamos una relación extrañamente particular y de confianza absoluta.

Él  es mi mejor amigo claro que debe saber todo al igual que yo. Anoche salimos como siempre a un bar, chicas lindas por todos lados, pero hubo una que me llamó la atención, pero en el momento de hacerla ver las estrellas y que nunca se olvide de mí.... no pude, simplemente no pude. A mi mente se vino la imagen de una chica que había visto hace unas horas atrás en un centro comercial, no se porque... solo no podía olvidarme de ella, era tan hermosa, tan inocente, una risa cautivadora, unos ojos que podrían iluminar la vida de cualquiera, la chica de ese bar me gustó... pero esa chica del centro comercial me cautivó, se había apoderado de mi mente sin siquiera ella saberlo, no se si la vuelva a ver, "y espero que sí". pero ella ya se había metido en todo mi ser con tan solo unos segundos que la vi.—

Oliver: Sabes que a mí no me mientes, sé que sabes muy bien de lo que ocurre contigo.

—Desde siempre juntos, es obvio que sepa cuando miento y cuando no.—

Saroth: Eres increíblemente insoportable, lo sabias.?

Oliver: Como sé que aún así, así me quieres.

—que idiota—

Saroth: Vete de mi oficina, tengo cosas que hacer.

Oliver: Esta bien, te dejo tranquila, pero me lo contarás luego... ¿bien.?

Saroth: Sí, te contaré luego.

—El salió de mi oficina, yo ya estando sola llevé mi cuerpo contra el espaldar de la silla y suspiré profundo.—

Saroth: Será que la volveré a ver.?

—Me pregunté girando la silla para quedar frente a la pared de  crista  dándome una increíble vista de la ciudad. Mi empresa estaba en unos de los edificios más grande de la ciudad de Londres, que de hecho le pertenece a mi familia, "la familia Russell". No es por presumir... pero pertenecía a unas de las familias más poderosas del país, eso aveces tenía ventajas como desventajas, ventajas; Podía tener lo que quisiera y cuando quisiera, desventajas; Debías aparentar demasiado, las decisiones sobre tu vida ya no eran tuya ni por tu felicidad, era para tener contento a la gente, que por las cuales 'siendo sincera' por ellos tenía ahora esta vida de lujos y gastos innecesarios algunas veces, y adoro eso, pero no me gusta que todo dependa de ellos, porque me gustaría estar con quien realmente ame pero eso no iba a pasar por mantener el linaje y por el estatus social, bueno, eso no lo pienso yo, eso lo piensa mi madre a la cual adoro con todo mi ser, y sé que ella hará lo mejor para mí, por eso ahora estoy comprometida con Oliver Miller; Mi mejor amigo desde la infancia, su padre ha sido socio de mi familia desde que tengo memoria,  por eso nuestras familias decidieron comprometernos para mantener ese linaje como ellos les dicen, por eso ahora los dos somos socios de nuestra propia empresa llamada "Your Dream Home" Yo soy diseñadora de interiores, él es abogado y el que se encarga de las finanzas, hacemos muy buen equipo, nuestra empresa desde hace 6 años que la abrimos solo nos costó 3 años para convertirnos en unas de las mejores empresa de diseño interiores en el país, soy muy estricta cuando se trata del trabajo, me gusta que los clientes queden contento, Oliver dice que por eso ahora estamos en unas las mejores empresa del país,  y nuestra meta es ser unas de las mejores mundialmente, y sé que sí seguimos así... lo lograremos. El sabe que soy Lesbiana como dicen, aunque yo le digo "Disfrutar de las maravillas del mundo" Porque eso es, es demasiado delicioso todo eso. El no ve problemas a eso, ante el mundo estamos comprometidos pero en la vida privada tanto él  como yo amanecemos cada mañana con una chica diferente en nuestras cama, Muchos le dicen a eso "mujerieg@s" yo le digo "libres de hacer lo que quieras y cuando quieras". 

El día corría a la velocidad de la luz, tanto así que ni cuenta me di que eran las 2 de la tarde y yo aun no había almorzado, y también porque Oliver entró a mi oficina con una bolsa, la cual dentro de esta venia lo que seria mi almuerzo.—

Oliver: La gente pensara que mi comprometida esta pasando hambre mientras el novio almuerza solo en un restaurante.

—dice él entrando a mi oficina y dirigiéndose a sentar frente a mí escritorio, yo apenas levanto la vista para verlo y luego volver a lo que estaba.—

Saroth: Entonces no lo hagas.

Oliver: No hacer que.?

—Aun concentrada en la pantalla frente a mí le respondo.—

Saroth: Almorzar.

Oliver: Eres cruel. Yo no aguantaré hambre solo por no almorzar solo, eso si jamas.

—él se puede saltar todo tipo de cosas en su vida, pero después que se trate de su comida... siempre es puntual, jamás lo he visto saltarse comidas. Una vez estábamos en una reunión, y cuando se hizo las 12:30 de la tarde... como todo un niño malcriado se disculpo de los accionistas y salió de la reunión, sabía porque había salido, pero déjarme  sola solo porque su hora de comida había llegado fue demasiado, esa vez me enojé con él como por una semana.—

Oliver: Sabes que mi hora de la comida es muy sagrada, no puedo negociar con nadie sobre eso, no, no y no.

—Al finalizar levante la vista para verlo sonriendo un poco.—

Saroth: Lo sé.

Oliver: Vamos, para un rato y come algo, quiero que tengas fuerzas para esta noche en el club.

—Al él decir aquello recuerdo lo que pasó anoche y el motivo de eso, y a diferencia de las otras veces... por primera vez esta noche no quisiera salir, y así se lo di saber.—

Saroth: No saldré esta noche, diviértete tú.

—Él se quedó callado, yo al sentir su mirada de decepción y enfado lo volví a mirar, esta vez quitando me los lentes y ubicándolos  sobre el escritorio, recuesto mi cuerpo en el espaldar de mi silla y digo.—

Saroth: Me siento agotada hoy, mañana debo ir a ver la casa de la señora Grace para poder diseñar mejor su sala, entonces me dormiré temprano.

—le dije tratando de convencerlo, pero... viendo su rostro creo que no me creyó nada.—

Oliver: Recuerdo que una vez llegaste a casa a las 4 de la mañana y cuando dijo las 8 ya estabas listas para ir a otra ciudad por trabajo, ahora, me dirás o vamos a comenzar con los secretos entre los dos.?

—cierto, entre nosotros no había secretos. Suspiré profundo y resignada.—

Saroth: No sé que me pasa, ayer fui al centro comercial, en las horas de la tarde.

Oliver: Lo recuerdo.

Saroth: Bien. Allí vi a una chica y no logro sacarla de mi mente, desde entonces solo puedo revivir esa imagen una y otra vez, solo fueron unos segundos y con eso basto para tenerme así.

—Finalice viéndolo a la cara, y por experiencia, al ver su rostro sé que se va a burlar de mí, y así fue, una risa se apoderó de él, y lo que a le resultaba gracioso... para mí  era todo lo contrario, pero lo conocía, eso solo le iba a durar  unos segundos cuando viera que yo no estaba riendo.—

Oliver: Es enserió.?

—preguntó parando de reír al acto, yo solo le afirme con la cabeza.—

Saroth: Solo fue un segundo pero no logro olvidarme de ella, tenía una sonrisa tan tierna que me embobe  por unos segundos y me quede mirándola como una idiota.

Oliver: Así como estas ahora mientras hablas de ella.

—Conocía este sentimiento que estaba sintiendo ahora, y me asusta saber eso.—

Saroth: Ya sabes el motivo, así que ve a divertirte sin mi, hoy no tengo cabeza para eso.

Oliver: Ambos sabemos que eso no cambiara nada, ademas, acaso sabes si la volveras a ver.?, mejor es salir y tratar de olvidarte de ella.

—El tenia razón, la mejor opción de olvidarse de algo o de alguien es salir a distraerse, pero realmente no quería salir hoy.—

Oliver: Y no quiero un no como respuestas. Allí te traje almuerzo, come, y nos vemos en el club.

—Dijo, y sin dejar que le respondiera se paró de la silla y salió de mi oficina, intenté  decirle algo pero mejor me quede callada, a lo mejor el tiene razón. Tome la bolsa y la abrí, allí adentro venían dos bandejas, y la verdad ahora que huelo la comida.... creo que tengo hambre. Saque las bandejas de la bolsa y las abrí, en una bandeja había ensalada verde y patatas, la otra tenía un bistec de carne. Él  me conocía demasiado bien, amaba el filete de carne, era mi comida favorita, entonces llamé a mi secretaria para que me sirviera aquello en unos platos más cómodos. Ella entró y se llevó las bandejas, luego volvió ahora si como lo quería, y adicional me trajo una copa de vino.—

Saroth: Eres genial, gracias.

—Le dije y ella solo me sonrió y salió de mi oficina.—

Oliver: Y bien, lista para esta noche.?

—Faltaban una hora de su salida del trabajo y él ya estaba en mi oficina, y recuerdo que él me dijo que nos veríamos en el club—

Saroth: De aquí en adelante mi oficina tendrá seguro.

—dije bromeando.—

Oliver: Vamos, apaga esa laptop, tenemos que llegar a casa y volver a salir, así que apaga y vamos.

—El mismo bajo la pantalla de mi laptop, me agarro de la mano y me comenzó a halar para que me parada.—

Oliver: Vamos, sé que quieres.

—el 50% de mi quería ir y la otra no.—

Saroth: Es que si voy terminaré enredada con alguien allí y no quiero eso hoy.

—Le dije ya caminando a la salida de mi oficina .—

Oliver: No te preocupes, serán más para mí.

—eso me sacó una sonrisa, que idiota.—

Oliver: Ja, sonreíste, eso es buena señal.

Saroth: Pensé que nos veríamos en el club.

—Más que pregunta era una afirmación.—

Oliver: Lo sé, pero pensé que no irías, así que me voy contigo. No puedes estar pensando en alguien que ni siquiera sabe que existes.

—Apenas dijo eso me solté de su agarre y lo quede mirando.—

Saroth: Acaso eres mi mejor amigo.?

Oliver: Claro que lo soy, por eso te dije eso. Es mi deber como tu mejor amigo decirte la verdad cueste lo que cueste.

Saroth: Tú.... Eres increíble... increíble.

—Dije irónicamente pasando por su lado en dirección al escensor.—

Oliver: Lo sé, pero no me puedes culpa, sabes que tengo razón. ¡Ah..! tu madre me llamó

—frunci mi ceño ante eso último sin voltear a mirarlo.—

Oliver: Preguntó porque no le respondías las llamadas, y porque no habías ido a casa, y nos invitó a desayunar mañana.

—Podría imaginar para que era ese desayuno. Adoro a mi madre, y sé que todo es por algo bueno... pero ahora no se que hacer con esto.—

Saroth: Sabes para que nos quieres a los dos mañana verdad.?, además, voy todos los días, solo los dos últimos días que no he ido y tú lo sabes.

—El ascensor se abrió y ambos entramos en el—

Oliver: Lo sé, tendremos que inventar algo para ganar tiempo, pero... sabes que no nos durará para siempre seguir mintiendo, con el tiempo pueden que comiencen a sospechar.—

—Odio que tenga razón, pero... así es, tengo que decirle la verdad o hacer lo que me pide.—

Saroth: Lo sé, esta vez no dirás nada, déjame lo a mí.

—suspiré llevándome el pelo hacia atrás.

Ahora ya estábamos en el club, eran apenas las 9 de la noche y Oliver ya se había tomado unas cuantas cervezas mientras yo apenas me había terminado dos, la mayoría de las veces él se emborrachaba antes de las doces, y con unas cuantas vomitadas y unas botellas de agua quedaba como nuevo, no se cual es su secreto pero le funciona para aguantar unas tres horas más.

No se que horas eran, o es que estaba algo pasada de comas o estaba alucinando, pero juro que vi a la chica del centro comercial pasar al baño. Yo me encontraba en el segundo piso, lo cual podía ver todo en el primer piso, me propuse a esperar que salieran todas las personas que se iban por aquel pasillo para ver si era ella, y después de unos minutos la vi, y sí, si era ella, apoyándome en el varandar que permitía no caer del segundo piso... la seguí con la mirada hasta que se encontró con otras chicas en una mesa en la esquina, debido a las luces no podía  verla como quería, pero aún así estaba satisfecha por volverla a ver, como podía ser tan hermosa.?. No le había quitado la vista desde que la vi, veía como baila, como movía su pelo de un lado a otro, como reía, y hasta como se pegaba a esos chicos extraños que se pegaban a ella cuando baila, sentí un poco de molestia cuando veía eso sin motivo alguno, pero sabía que era ese sentimiento, pero no tenia el derecho de decirle que no bailara con ellos, igual ella no sabía de mis existencia como lo dijo Oliver, nada más podía llenarme la boca a alcohol ante aquello, también había un chico que ya había varias veces se le había pegado, pero en las últimas dos ocasiones podía percibí que ella no se sentía cómodo, apenas él  se le pegaba ella se retiraba, eso significaba que no se sentía cómodo con él, entonces decidí bajar al primer piso cuando cuando vi las intenciones que ella tenía de salir de nuevo a bailar acompañada de ahora todas sus amigas. No podía perder esta oportunidad, debía hablarle y al menos conseguir su nombre. Me iba acercando cuando otra vez ese chico se estaba pegando a ella, sentí que algo recorrió todo mi cuerpo, cerré mis ojos mientras apretaba con fuerzas mis puños, y no era por celos, era porque no tenia el derecho de acercarme a ella y matar a golpe a ese idiota que no la dejaba tranquila, así que me quede observándola cerca, cuando de repente ese chico la agarra del brazo, se podía ver que la estaba lastimando, luego se acercó a su oído y le dijo algo, que al parecer algo indecente porque ella de una le pego una cachetada llamando la atención de sus amigas y obvio la mía, que le pasa a ese pendejo.?, ante eso me acerque a ella y sin decir nada agarre el brazo de el chico y lo obligue a soltarla, apenas la soltó apreté mis puños y lo estreche contra su estúpida cara, él  calló al piso, luego tomé la mano de ella y la saque de allí, y vaya... si que huele bien. Ya estando afuera le dije.—

Saroth: ¡Que crees que haces.!?, ¡acaso no viste las intenciones de ese idiota desde el inicio.!?, ¡no salgas a bailar si eres así de inocente.!

—Ella solo me estaba mirando algo confundida, y con toda razón, una extraña la había sacado de un club y ahora la estaba regañando.—

Saroth: ¡Debes tener más cuidado en estos lugares.! no sabes que malnacido encontraras.

-Lo dices enserió.?

— Preguntó mirándome de arriba a bajo mientras se cruzaba de brazos, entonces entendí su pregunta.—

Saroth: Soy diferente.

—dije algo ofendida por lo que ella estaba pensando de mí, pero podía comprenderla.—

-Y como es eso.?

Saroth: Te ayude con ese idiota, es obvio que soy diferente.

—ella levantó sus cejas—

-Eso no lo se, eres una completa desconocida para mí.

—como podía responder a eso.?—

Saroth: Bien, entonces hay que cambiar eso..

—extendí  mi mano para presentarme.—

Saroth: Mucho gusto, Saroth.

—ella solo me estaba mirando, luego de un rato estiro su mano para tomar la mia y presentarse.—

-Mucho gusto, Mia.

—No podía esperar un nombre más linda para una persona linda. Una sonrisa se dibujo en mi rostro mientras la miraba y sentía el calor de su mano, ella después de un rato también sonrió mirándome fijo, diablos, que ojos tan lindos, que sonrisa tan perfecta. Mi corazón parecía contento, no dejaba de latir rápido y fuerte, parecía que se me iba a salir, y no lo culpaba, hacia tiempo que no sentía este tipo de emoción, y después de tanto tiempo por fin siente calor.—