Me Case En Las Vegas

Los novios llegaron a la recepción donde la mayoría de los invitados se encontraban, ya fueron recibidos con abrazos, y buenos deseos por su matrimonio, incluso su hermano le deseo buena suerte, a sabiendas de que todo era un teatro, ya que se le notaba la manera tan impersonal de tratar a su ahora esposa.

La recepción se llevaba a cabo con total tranquilidad, los novios lograron bailar el primer baile, de allí no se volvieron hablar, Reinaldo se dedicó a tomar, y Logan también lo hacía, desde una mesa kitty vigilaba los movimientos de su amante y desde la otra, Reinaldo la vigilaba a ella.

Le daba rabia que no hiciera otra cosa que mirar a su hermano mayor, le daba rabia lo descarada que era la mujer, pero el primer paso estaba dado, ahora lo único que queda es embarazar a Daniela y hacerse de la herencia para divorciarse y tener por fin a Kitty.

Él sabía o mejor dicho, sentía que ella sentía por Logan más de lo que decía, pero después de que estuvieran casados él sabía que su hermano no la buscaría más, sabía que la iba a aborrecer.

Bueno, quién iba a querer a una mujer que jugó con ambos, que lo rechazó en matrimonio, pero, en cambio, se casa con el heredero.

Sonrió para sí mismo al imaginar el día que Logan se entere de todo, va a disfrutar de aquello tanto como el día que su padre murió.

—Logan, quiero irme ya, estoy cansada—Lo cierto es que Sabrina está aburrida por qué su esposo lo único que hace es tomar, ella siente que algo le preocupa a su esposo, pero no sé atreve a preguntar qué es.

—Vamos entonces, está farsa, me tiene aburrido—Le dijo con desagrado—Solo espera un momento, voy al baño y nos largamos de aquí—Se levantó y se dirigió al baño.

Kitty espero un poco para ver qué hacía Sabrina, como ella se quedó sentada, se levantó y fue tras Logan.

Lo consiguió saliendo del baño, pero lo halo a otro lugar sin que él pudiera hacer nada.

—¿Qué haces Kitty?, ¡suéltame!—Exclamo confundido, ya que no estaba del todo bien.

La pelirroja lo pego contra la pared—Te me has escurrido toda la noche querido y sabes que, quiero que me lo hagas aquí mismo.

—¡Estás loca!—Dijo no sorprendido por qué ellos acostumbraban hacer ese tipo de locura—No lo haré, mi esposa está esperando por mí.

—Acaso Eso me importa—dijo con una sonrisa—eso lo hace más emocionante, es más, ya estoy muy mojada de imaginar la escena— susurro muy muy sensual.

Logan por un momento se dejó llevar por las sucias palabras de la mujer y se dejó besar en los labios.

Sabrina estaba en la mesa esperando por su esposo, pero, en cambio, llegó su cuñado.

—¿Me puedo sentar?

—Claro —le dijo sin temor a que su esposo llegará.

—¿Y mi hermano?— Inquirió el joven mirando a todos lados, pero no en busca de Logan sino de Kitty.

—Fue al baño, es que ya nos vamos— Sonrió con amabilidad.

—¡Oh!—Exclamo—Si no fuera el novio ya me habría ido también —Dijo Reinaldo con una sonrisa divertida.

Ella también se echó a reír, pero estaba inquieta, Logan llevaba mucho rato que no aparecía.

—¿Si quieres vamos a buscarlo?—le dijo su cuñado como si adivinara lo que ella pensaba, pero él solo quería saber si ellos estaban juntos.

Se pusieron de pie y se dirigieron al baño Reinaldo entro y no había nadie.

—¡No está aquí!—Dijo un poco pensativo.

Se dieron la vuelta para volver, tal vez se había conseguido a alguien y estaba conversando, pero antes de salir escucharon una risa, Reinaldo la conocía muy bien, su corazón se aceleró y el de Sabrina también, sin saber por qué, se asomaron y Kitty besaba a Logan metiendo las manos por dentro de su saco.

La escena conmocionó a ambos, los dos estaban en sus propios pensamientos, fue Sabrina la primera en reaccionar—¿Me llevas a casa?—Pregunto en un hilo de voz.

Reinaldo salió de su letargo y asintió, los dos salieron del hotel en busca del auto del novio.

Logan reaccionó y alejo a Kitty antes que perdiera la cordura con la mujer, no se perdonará si Sabrina se llega a enterar de semejante estupidez.

Salió de allí dejando a Kitty furiosa, busco a su esposa en la mesa, pero no estaba, buscó por un rato, pero nada, hasta que Dominico lo consiguió—Señor, la señora se ha ido con su hermano—Dijo el custodio y Logan se tensó.

—¿Seguro?—Pregunto incrédulo de lo que oía.

—Si señor trate de detenerla, pero no me dejó, en cambio, se subió a su auto y se fueron.

—¡Maldita sea Reinaldo! Llévame a casa—Ordeno para salir del lugar, en todo el trayecto solo se envenenó por lo que su esposa hizo, que olvidó por completo lo que había sucedido con Kitty, lo único que deseaba era llegar a su casa y que ella ya estuviera allí.

Llegaron y casi salto de la camioneta antes que se detuviera, entro apresurado, subió a la habitación y ella no estaba, salió y bajo, pero no la veía, busco por todos lados hasta que la vio sentada en el jardín.

Furioso camino hasta ella—¿Por qué demonios te fuiste con Reinaldo?—Dijo con una tranquilidad que no sentía.

Sabrina estaba hundida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de su esposo, su voz la saco de sus cavilaciones, pero no respondió, solo veía a la nada.

Logan estaba parado frente a ella con las manos en los bolsillos y con furia en los ojos.

—Te dije que quería venirme—Dijo sin darle importancia a su molestia.

—Te dije que nos íbamos a venir—Dijo como si eso lo solucionará todo.

—Te tardaste mucho y tu hermano se ofreció, a él si le importó que yo me quería venir—Dijo con tranquilidad.

—Sabrina me has hecho quedar en ridículo, ¿Te gusta mi hermano?—Dijo con los dientes apretados.

Ella se levantó con toda la calma, se paró frente a él y paso, por un lado, dejándolo con la pregunta en el aire.

—No me dejes hablando solo Sabrina —grito y ella se detuvo en seco.

No se giró ni nada, ya que tenía los ojos llenos de lágrimas y no quería derrumbarse ahí mismo, era posible que Logan es quien estaba de lo más feliz con su amante, pero es ella quien falla.

—¡Piensa lo que quieras!—Dijo apenas audible porque no podía hablar, siguió su camino hasta la mansión.

Logan caminó detrás de ella, hasta la habitación donde ella se metió, entro al baño y un segundo después escucho el agua correr, estaba furioso su esposa lo había dejado solo en el hotel y no contenta con eso lo estaba ignorando.

Ella salió del baño con la bata de paño, lo ignoro por completo como si el hombre no estuviera en la habitación echando fuego con la mirada, ella secó su cabello, entro al vestidor y se colocó un pijama, se metió a la cama y apagó la luz.

Eso enfureció un poco más a Logan, quien prefirió salir a su despacho antes de cometer quien sabe que locura.

En la recepción Reinaldo tenía una discusión acalorada con Kitty por lo que había visto horas atrás, Kitty fingía haber sido seducida.

—¡Eres una cualquiera!—Grito furioso.

—Si lo soy; sin embargo, eso te encanta, por qué de no ser así no me hubiera metido contigo—Dijo con todo el descaro posible.

—Sabes que no mereces que me case contigo cuando obtenga la herencia— Escupió el hombre preso de la furia.

—¡No me digas!—Dijo la cínica—Eso lo veremos, mi padre no se quedará tranquilo de ver qué le muerdes la mano—Dijo con una sonrisa.

Daniela veía la escena desde lejos y lloraba con discreción para que los pocos invitados no dijeran nada, se molestó mucho al ver cómo se iba de la fiesta para llevar a Sabrina y después discutir celoso por la perra de Kitty.

Lo que la mujer más deseaba era poder quitarla del camino, y deseo que Sabrina no fuera un estorbo también.

Reinaldo dejó sola a Kitty quien se sentía una reina, una diosa en medio de ambos hermanos disputándose por ella, miro a todos lados y se fue no sin antes lanzarle un beso a Daniela y reír con ironía—Estúpidos Wilson, ambos son tan idiotas.