Tentación Prohibida

Apenas se fue la mujer saque mi teléfono del bolsillo de mi pantalón, llame a Kevin para que viniera por mi tardaría un rato en llegar así que comencé a caminar por la calle con la intención de avanzar un poco en el caminó. El nisiquiera se había molestado por bajar a explicarme o por lo menos a ver si estoy bien, es un idiota, pero como más idiota soy yo por qué alguien como el jamás cambiaría por mí.

Llevaba unos minutos caminando cuando logre ver las luces del auto de Kevin el me había visto también a mi, comenzó a orillar el auto y justo en el momento que iba a abrir la puerta para subir Alessandro grito detrás mío.

– Isabella! espera no te vallas, quédate un momento tenemos que hablar. – Por qué me quedaría el me había humillado no me quedaría para que lo siguiera haciendo.

– No hay nada que hablar Alessandro, todo está claro tu jamás dejaras a tus mujeres y yo no me voy a quedar a ser tu juguete todo el tiempo.

– Isabella perdón pero creí que tenías las cosas claras, yo no tengo tiempo de lidiar con una niña como tú y con sus celos, esto termina aquí Isabella vete y continúa con tu novio.

Mi corazón se estaba destrozando por qué yo en el fondo lo amaba a pesar de no poder estar juntos y saber que no llegaríamos a ningún lado quise intentar. Subí al auto y me aleje de él mi corazón se rompía más cada que lo miraba por el retrovisor asta que al fin desapareció de ahí y lo único que pude persibir fue obscuridad, no tenía ganas de mencionar una sola palabra y Kevin lo sabía por qué se había vuelto mi mejor amigo me conocía y sabía que no era el momento para hablar entonces solo me dejó en casa y nos despedimos con un beso en la mejilla.

Llore durante horas y en la mañana mis ojos estaban hinchados nisiquiera tenía ganas de levantarme de la cama, nadie estaba en casa que caso tenía que me levantará bueno por lo menos estaba sola por si quería seguir llorando en mi habitación pero como hacerlo claro que tenía ganas pero mis ojos ya estaban secos.

No quería estar sola pero no podía llamar a Denis por qué me vería mal y entonces sabría o sospecharía que algo pasaba, si llamaba a Kevin está vez no se quedaría callado y lo escucharía decir te lo dije, y si lo dijo me advirtió que Alessandro no era bueno para mí y que aún estaba a tiempo de huir sin salir lastimada pero eso no era verdad de cualquier forma yo hubiera salido lastimada, lo único es que si yo me hubiera alejado sola sabría que yo misma provoque ese sufrimiento pero en cambio deje que el lo rompiera y eso estaba bien por qué me ayudaría a no creer en otros hombres.

Después del medio día ya había logrado juntar un poco de ánimos para levantarme y limpiar mi habitación una hora más tarde el timbre estaba sonando quise no abrir, alguien estaría buscando a mi mamá o a Mauricio pero era domingo tenían que tener en cuenta que no estarían, no había posibilidad alguna de que fuera a mi a quien buscaban hace un momento respondí los mensajes a Denis y a Kevin y ninguno de los dos mencionó que vendría, luego de tanta insistencia el timbre me estaba fastidiando, entonces tomé lo primero que encontré para ponerme y fui a abrir.

– Que haces aquí, tu padre no está y no hay nadie más así que será mejor que te largues.

– Isabella lamento lo de anoche. – Si lo que estaba haciendo era disculparse lo estaba haciendo pésimo, no creía en sus palabras que no tenía nada de sinceridad en ellas, pero de algo yo sí estaba segura si estába aquí fingiendo estar arrepentido era por algo, quería llevarme ala cama.

– Descuida yo sabía lo que teníamos y también estaba muy consciente de que no iba ningún lado lo nuestro.

– Anoche no pudimos hablar te corrí y dije que no quería continuar con esto, pero es que la verdad no quiero dejarte. – Como lo pensaba el quería sexo y yo era muy débil con el pero jamás fui sumisa y no lo sería ahora.

– No quieres dejarme a mi ni a ninguna de tus diversiones pero sabes que yo sí estoy segura de algo ya no quiero formar parte de tu lista.– Intente sonar lo más segura posible.

– Bien entonces mírame a los ojos y dime qué de verdad ya no quieres más que no deseas estar en mis brazos y te juro que ahora mismo me voy a no voy a volver a hablar de esto contigo ni con nadie olvidaré que tuvimos algo. – Como podía hacer algo así, si solo tenerlo cerca me hacía querer lanzarme sobre el se imaginan mirarlo a los ojos y respirar su perfume, tener toda mi atención en el me aria perder la cordura.

– No lo aré, me da igual si lo crees o no está dicho no quiero más de esto, si ya se que siempre fui yo quien te busco pero querías que esto terminará por qué no lo dejas así.

– No lo aras por qué no puedes, no quieres que esto termine y vas a seguir conmigo por así lo queremos ambos.

– Ya te dije que no, si lo que quieres es cojer lárgate con una de tus novias.

– No voy a volver con ninguna de ellas, lo prometo serás la única. – Cuando creí que ya lo estaba logrando me salió con esto y todo mi autocontrol se fue.

– Y cuando te aburras me votarás y me mandaras a qué mi noviecito me consuele y cure mi corazón echo mierda.

– No!

– No? entonces.

– No lo aré, será como te había dicho antes me tendrás asta que no quieras más estar a mi lado pero sin que nadie se entere.

– Claro no quieres que nadie se entere, esperas que crea que no estarás con otra no soy tonta.

– No lo digo por eso es por nuestros padres, si quieres para que estés cien por ciento segura de que no estaré con nadie más puedes dormir en mi departamento cuando quieras.

– No es tan simple Alessandro.

– Y si lo fuera aseptarias. – caminó asta mi dejándome acorralada, atrapó mis labios con los suyos y volví a caer en sus redes, correspondi su beso.

– Eso quiere decir que si.

– Si que. – Susurramos ambos en nuestros labios.

– Aceptas, prometo no fallarte.

Terminamos enredados en las sábanas de mi cama, cuando todo era silencio sus labios se estamparon en los míos, esto era tan bello pero algo me decía que huyera que lo volvería a hacer por qué haci era Alessandro cada vez salía con algo.

– Isabella ya yo te prometí que serías la única te estoy dando lo que pides ser la única entonces yo pido lo mismo de tu parte. – A que se refería con lo mismo.

– No entiendo que quieres decir con lo mismo.

Se acomodo para quedar frente a mi me miró con esos ojos azules profundo y sentí pánico por lo que diría.

– Me pediste exclusividad pues yo quiero lo mismo, no quiero compartirte con nadie así que vas a terminar con noviecito lo antes posible.

Queridos lectores perdón por abandonar la escritura y dejar mis obras a medias, pero tengo mis motivos que no puedo explicar por aquí.

***Solo les puedo decir que cambiaré de plataforma.

Pueden seguir leyendo en la plataforma de Dream y sueñonovela.

Si pueden dejar en los comentarios cuántos de ustedes usan alguna de esas aplicaciones, de eso dependerá si termino o no las obras que ya comencé en esta aplicación.

También les digo lo que me sigan en Dream y sueñonovela podrán leer lo nuevo que tengo.

Escribiré una nueva versión de Si tengo corazón. ( edición especial)

Y tengo en emisión el libro llamado Lucifer.

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