Anastasia Williams solo quiere olvidar a aquel hombre que la destrozó cuando la dejó plantada ante el juez y sus amigos el día de su matrimonio, han pasado 2 años desde entonces, se ha negado a volver a enamorarse.
Por su parte Maikcol Vans, solo quiere buscar venganza, ha regresado para castigar a aquella mala mujer que destruyó la vida de su hermano hace dos años.
¿Que pasara cuando estas dos almas se encuentren?
Acompáñame a leer esta bella historia la cual es de mi autoría.
PROHIBIDO EL PLAGIO, OBRA REGISTRADA DEBIDAMENTE POR MI.
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Capítulo 20
Ana observaba el lugar de manera detenida.
-¡Oh, Dios! ¿Que será este lugar?, ¿Estaré secuestrada?, ni siquiera tengo mis cosas mi celular, ¿Como escapar de aquí?
Se interrogada así misma de manera desesperada.
De repente se escucharon dos golpes suaves en la puerta.
-Adelante.
Pronunció asustada.
La puerta se abrió y por ella ingresó el apuesto caballero.
-Anastasia, me avisaron que ya despertaste.
-¿Maikcol?
Observo con asombro al hombre.
-¿Pero ¿qué hago aquí? Digo ¿Qué haces aquí?, ¿En dónde estamos?
-Primero: Estas aquí, porque yo te traje, pues no considere conveniente llevarte a tu casa en las condiciones en las que te encontrabas. Segundo y tercero: Estoy aquí porque esta es mi casa, bienvenida.
La chica continuaba sin comprender, Maikcol empezó a relatar lo sucedido con Brad, Ana estaba sorprendida al escuchar las palabras del hombre.
-Pero ¡Por Dios! No puedo creer todo lo que me has dicho.
-Créeme así es, ahora mismo Smith se encuentra bajo custodia, debes tomar las medicinas que están en la mesa, para terminar de sacar el afrodisiaco de tu organismo.
-No sé qué decirte.
Decía confundida.
-Bu-bueno si, gracias, muchas gracias por salvarme.
Le decía mientras se lanzaba para abrazarlo.
Este acto tomó por sorpresa al hombre, quien segundos después le correspondió apretándola contra su pecho, pues por un momento temió que algo malo le sucediera a la chica.
-Pero ¿Que carajos me está pasando contigo?
Se interrogó así mismo.
Ana corto el abrazo y se alejó del hombre.
-Maikcol, esto es vergonzoso, pero, cuando desperté me encontraba desnuda.
Le decía sin evitar sonrojarse.
El hombre sonrió.
-Si, respecto a eso, pues por la emergencia me vi obligado a meterte a la bañera para que se te pasara la temperatura, pues no sabía que era lo que te había dado a beber ese maldito.
La chica se sonrojo un poco más.
-¿Ósea que tú? ¿Tú me...?
Maikcol asintió, mientras la observaba con esa mirada penetrante.
-Así es, tuve que quitarte tu ropa interior, pues Smith ya te había retirado tu vestido.
-Qué vergüenza.
Exclamó bastante sonrojada.
-Anastasia era un momento de emergencia, además no pienses que me he aprovechado de ti, porque no es así.
Aunque la verdad era que el hombre no pudo soportar la tentación y después de dejar a la chica en su cama, salió de la habitación e ingresó al baño de otra habitación y tuvo que acudir a viejas prácticas para descargar el deseo que ella había dejado.
-Gracias Maikcol, desde que llegaste a mi vida has sido mi ángel guardián.
El hombre sonrió de manera sincera, aunque de inmediato se maldijo, pues no entendía que era lo que la chica estaba haciendo en él.
-Debes comunicarte con tu familia, han de estar preocupados por que ayer no fuiste a ver a tu padre.
-Tienes razón ya me comunicó con mi Mamá, aunque ayer fui a ver a mi padre, necesito saber cómo sigue.
-Bien, en un momento traeré tu bolso y por favor, después de que termines tu llamada búscame para que hablemos de algo que sé que te interesa.
La chica asintió, minutos después Maikcol envío su bolso con la empleada y la espero en el estudio, sabía que esta vez ella no se podía negar a su propuesta.
Toc-Toc
-Adelante.
-Maikcol, dime de que tema necesitas hablar, por que debo salir con urgencia hacia la empresa.
-Precisamente de eso necesitamos hablar.
La chica lo observó sin comprender.
-Sé que hoy se llevara a cabo el embargo en la empresa de tu padre.
Ana bajó su rostro, pues le dolía saber que no había podido hacer nada para evitar que embargaran la empresa, que con tanto esfuerzo su padre levantó.
-Así es.
-Bien, ¿Recuerdas mi propuesta?
-¿Hablas de casarme contigo?, ¿Aún te interesa?
-Así es, Anastasia soy un hombre de negocios, y tú eres una chica inteligente, así que con todo lo sucedido asumo que sabrás tomar una buena decisión en esta ocasión.
La chica se acercó al hombre y lo miró a los ojos.
-¿Tanto te gustó?
El hombre la observó confundido.
-Me refiero, a que no entiendo por qué aun insistes en tu propuesta, cuando por lo visto yo ganaré más que tú, y no me mires así; es que la verdad no te creo mucho ese cuento de que lo haces por tu herencia, cuando dejaste claro que ese dinero no te interesaba. Como ves yo saldría ganando más si me caso contigo, así que te vuelvo a preguntar ¿Tanto te gustó yo? Como para que estés dispuesto a casarte conmigo y ayudar a mi familia a salir de la ruina.
El hombre enfureció de inmediato.
-Anastasia no me malinterpretes, estas equivocada. Soy un hombre de negocios que solo vio la oportunidad perfecta para hacer crecer su fortuna, ya que si no te interesa no te insistiré.
-No tienes necesidad de molestarte, aún no he dicho que no.
El hombre levantó su mirada y se enfrentó a la de ella.
-¿Eso quiere decir...?
-Quiere decir que acepto tu propuesta, como lo dices soy una mujer inteligente y no permitiré que mi familia quede en la ruina, cuando yo tengo en mis manos la opción de sacarlos adelante, además mi padre está mal de salud, tuvo una recaída y no sabemos qué consecuencias le dejara, así que no tengo otra salida más que aceptar tu propuesta.
-Ouch, pero no lo digas de esa manera, mira que no soy un viejo verde ni nada por el estilo, haces ver como si fuera un sacrificio tenerme como esposo.
La chica sonrió.
-No me malentiendas.
El hombre sonrió y se acercó para acariciar el rostro de la chica.
-Créeme no te vas a arrepentir.
-Bien, ¿Cuándo sería?
-¿Que?
-La boda, lo digo porque como ya lo mencionaste hoy será el embargo de la empresa, necesito que me ayudes con eso.
-No te preocupes, ya mismo me comunico con mis abogados para que se encarguen de ello, respecto a la boda seria lo más pronto posible, ¿Te parece bien en una semana?
-Una semana es muy pronto, además no quiero que por ningún motivo mi familia se entere de nuestro acuerdo.
Maikcol sonrió de manera perversa.
-Mucho mejor para mí querida, mucho mejor.
Se decía así mismo.
-En ese caso, podemos hacerles creer que estamos en una relación y así nos comprometernos pronto, pero no puedo dejar pasar más de un mes para que seas mi esposa, recuerda que de eso depende que reciba mi herencia para sacar adelante a tu empresa.
La chica asintió.
-Vamos te llevo, tú auto lo llevo mi asistente ayer a tu apartamento.
-Gracias, por favor llévame a mi casa.
-¿Y por qué no vamos mejor hacia la clínica?
-Bien, gracias.
Le decía mientras asentía.