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Un Salto A Otra Vida

Un Salto A Otra Vida

Status: Terminada
Genre:Edad media / Romance / Reencarnación / Amor a primera vista / Viaje En El Tiempo / Fantasía épica / Completas
Popularitas:76.9k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Crisbella

​La última bocanada de aire se le escapó a Elena en una exhalación tan vacía como los últimos dos años de su matrimonio. No fue una muerte dramática; fue un apagón silencioso en medio de una carretera nevada, una pausa abrupta en su huida sin rumbo. A sus veinte años, acababa de descubrir la traición de su esposo, el hombre que juró amarla en una iglesia llena de lirios, y la única escapatoria que encontró fue meterse en su viejo auto con una maleta y el corazón roto. Había conducido hasta que el mundo se convirtió en una neblina gris, buscando un lugar donde el eco de la mentira no pudiera alcanzarla. Encontrándose con la nada absoluta viendo su cuerpo inerte en medio de la oscuridad.
¿Qué pasará con Elena? ¿Cuál será su destino? Es momento de empezar a leer y descubrir los designios que le tiene preparado la vida.

NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo III Despertar ajeno

El aire ya no era frío. No olía a neumáticos quemados ni a gasolina, sino a lavanda y cera de abeja. La oscuridad no era la del vacío, sino una oscuridad suave, cálida, interrumpida por finos hilos de luz que se filtraban por las cortinas.

Elena abrió los ojos.

La cama era inmensa, con un dosel de terciopelo y columnas talladas que se alzaban hasta un techo altísimo. La seda de las sábanas era extraña, lujosa, una caricia desconocida contra su piel. Parpadeó, intentando enfocar. La habitación era vasta, adornada con muebles de madera noble y un espejo con marco dorado que reflejaba el tenue resplandor de una chimenea lejana.

Un murmullo, una voz áspera y preocupada, llegó a sus oídos.

—Al fin despiertas, Lady Elena.

La cabeza le dolía, una punzada sorda detrás de los ojos. Elena intentó incorporarse, y una anciana de rostro severo, con un tocado blanco y un delantal inmaculado, se inclinó sobre ella. No era el uniforme de una enfermera de hospital.

—El Conde Alistair ha mandado llamar al médico. No debiste salir en medio de la tormenta —continuó la anciana, su tono impregnado de una fría amonestación.

¿Lady Elena? ¿Conde Alistair? ¿Tormenta? Las palabras danzaban en su cabeza, sin sentido. La neblina de la carretera se había desvanecido, reemplazada por una niebla más densa de confusión. Intentó hablar, pero solo un gemido escapó de sus labios.

Entonces, sus ojos se posaron en el espejo dorado.

En él, se reflejaba una mujer que no era ella, y sin embargo, sus movimientos eran los suyos. Era la misma estructura ósea, pero más pulida, más fina, con unos ojos color miel que le devolvían una mirada cargada de desprecio y furia que ella no había puesto allí. Su cabello, antes castaño, ahora era de un rubio oscuro, casi dorado.

Una comprensión gélida, un terror que superaba el de su propio accidente, la invadió. Había muerto. Y, de alguna manera incomprensible, había despertado en otro cuerpo, en otra vida.

Los murmullos de la anciana, que ahora se identificaba como su ama de llaves, y los de otras sirvientas que entraban y salían, fueron armando el rompecabezas. La dueña de ese cuerpo, supo pronto, se llamaba Elena y había intentado huir innumerables veces de su esposo, el Conde Alistair. Había vivido en un infierno de rencor autoimpuesto. La otra Elena no amaba a su conde. Había hecho lo imposible por separarse de él, y su última huida en la tormenta había terminado, al parecer, con su vida.

Y ahora, esa vida era suya.

De pronto, un silencio se extendió por la habitación. Las sirvientas se inclinaron, y la anciana ama de llaves hizo una reverencia profunda.

—El Conde Alistair —susurró una de las doncellas.

Elena levantó la vista. En el umbral de la puerta, una figura imponente se recortaba contra la luz del pasillo. Era alto, de cabello oscuro como el ébano pulido y unos ojos grises, fríos pero perfectos, que la evaluaban con una impaciencia digna de la nobleza. Llevaba ropa de montar, una camisa blanca impecable y unos pantalones ajustados que realzaban su figura atlética.

Era, sin adornos, el hombre más atractivo que sus ojos de veinte años hubieran visto jamás.

El recuerdo de Lían, el traidor, se desvaneció, reemplazado por la visión de este conde. En su vida anterior, solo había conocido la falsedad y la amargura de un amor que la había destrozado. Aquí, de repente, se le ofrecía un lienzo en blanco, una vida lujosa y un esposo que no deseaba, pero que, a la luz del nuevo día, parecía un regalo inmerecido de la providencia.

Una resolución férrea se instaló en el pecho de la nueva Elena.

Ella no huiría. No, la otra Elena había fracasado en el amor por elección. Ella, en cambio, estaba dispuesta a luchar por esa segunda oportunidad, a tomar las piezas rotas de esta nueva vida y, por fin, ser feliz. Estaba decidida a amar a este conde perfecto, y si era posible, a sanar la herida de su propia alma a través de la dicha que no pudo encontrar en su primera y corta existencia.

Solo había un obstáculo: la mujer que habitaba ese cuerpo había dejado muy claro a Alistair que lo odiaba. Y ahora, la nueva Elena debía convencerlo de que, de la noche a la mañana, ese odio se había transformado en un ardiente e innegable deseo.

—Fue imprudente de tu parte salir en plena tormenta, — su voz grave, segura lleno la habitación.

Elena se quedó en silencio viendo como su nuevo esposo caminaba hacia una habitación que parecía ser un vestier. No se atrevió a decir nada, no sabía qué decir en realidad.

—Señor, la señora recibió un fuerte golpe en la cabeza, creo que aún está algo desorientada. —Intervino la anciana con respeto manteniendo la cabeza gacha.

—Cuando lady Elena se recupere me hace saber, es hora de definir esta situación.

El conde entró al vestier y solo volvió a salir cuando él atuendo anterior fue cambiado por un traje digno de la realeza. Los ojos de Elena se posaron sobre el hombre sintiendo cómo su piel era recorrida por una corriente eléctrica extraña para ella, pues a pesar de haber estado casada con Lían por dos años ella nunca sintió algo así.

La puerta se cerró tras la figura impecable del Conde Alistair, liberando el aire tenso que Elena había estado conteniendo. El oxígeno fresco llenó sus pulmones y una parte de ella agradeció, por primera vez, estar viva. O al menos, viva en este cuerpo ajeno.

—Lady Elena, debe darle una oportunidad al conde. Él no es tan malo, al menos no como lo pintan —insistió la anciana, cuyo nombre, dedujo Elena por el contexto, era probablemente la ama de llaves.

Elena se quedó pensativa, evaluando el comentario. ¿Cómo lo pintaban? ¿Cruel? ¿Indiferente? La dueña original de este cuerpo, Lady Elena, lo odiaba lo suficiente como para intentar una fuga fatal. La nueva Elena no tenía esos recuerdos, pero tenía una ventaja: no tenía rencor.

El problema de la falta de recuerdos, pensó rápidamente, podría ser su mayor herramienta.

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Wolfita Albarez
Excelente autora!!! Su fluida imaginacion nos llevo a meternos en la trama y sufrir junto a Elena y Alister pero tambien a reconocer que ese amor, confianza y respeto logro vencer a todas las adversidades que tuvieron que atravesar!!!! BRAVO!!!! FELICITACIONES! Y no hagas caso autora a las lectoras que no entendieron la trama porque no desplegaron su imaginacion!!! 👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
Aura Prieto MPH
😈
Quica Romero
Ahora entiendo porque su "viudo" te consideraba como ADORNO; si no eres más bruta porque no te a dado tiempo.°\🤨/°😒🤦‍♀️🤷‍♀️🙎‍♀️
Quica Romero
¿En serio?.🤨 ¿Acaso NUNCA fuiste a la escuela?.😒 Y sí fuiste por lo que se ve no acudias o nada más ibas a calentar el asiento y nunca pusiste atención a las clases de historia.🤨😒🤷‍♀️🤦‍♀️🙍‍♀️
Quica Romero
No era la "INOCENCIA".😒🤷‍♀️ ¡Es el AMOR taraaan gordo y alto que tiene por el gusano aquel que NO la dejaba ver a REALIDAD y la VERDAD.🤨🤷‍♀️🙎‍♀️
Quica Romero
O se cambiaba de calzones.😒🤷‍♀️ ¡Bueno, si es que se los cambiaba o usaba! 🤨🙆‍♀️🤷‍♀️🙎‍♀️🤣😈😂😈😆😈😅😈😏🤣
Quica Romero
Tú lo has dicho, una BURBUJA y como toda burbuja hace...¡PLOP!🫧🪡 😳🫧 Despertando a tú terrible realidad.😒🤷‍♀️🙆‍♀️🙎‍♀️😥😢😓
T@ty Torres 💫✨
bueno esto está medio enredado, pero no voy a negar que está emocionante la cosa 😅
T@ty Torres 💫✨
bueno, la verdad estoy confundida 🤔 hay muchos vacíos al leer y una se pierde totalmente. era una cosa ahora es otra 🙄.. espero una explicación a esto
Roberta Alcázar
Empezó muy bien, pero a la mitad se fue distorsionando demasiado. Al final ya no supe qué, ni quién, ni porqué. Demasiadas inconsistencias y agujeros en la trama. En fin.
susej orta
muy entretenida
susej orta
muy entretenida
Cristina Beyeh
Yo me quede en blanco y negro no entendí nada pensé que iba hacer divertida pero tanta palabrería me aburrieron la verdad me pareció fatal no me gusto para nada ni siquiera la entendí
Pao
Tremenda obra! felicidades por esta historia estuvo muy buena de principio a fin, muy atrapante e interesante! me encanto!!! 😍
Pao
excelente historia de principio a fin, felicidades al autor por esta obra! 👏
Esther Miranda
Me hubiera gustado saber q fue del sinvergüenza de su ex, y como tomaron su muerte
Maria Nuñez
excelente trabajo!!! 😁👍
Brighit Charpentier
se notó que la muchacha solo era un florero ni siquiera estudio
Brighit Charpentier
me aburre su estupidez 🥱
Maria Elena Maciel Campusano
Pues está saliendo nueva información, que si bien la trama sigue, parece haber perdido congruencia, pero veré como sigue desarrollando la historia 🤔🤔🤔
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