Es un libro sobre un romance entre dos jovenes universitarios, Nyx Frost y Jasper Brooks. Nyx es fría y distante, mientras que Jasper es cariñoso y comprensivo. La historia se centra en cómo Jasper se involucra en el oscuro mundo de Nyx, afectando su relación con sus seres queridos y explorando temas de manipulación y relaciones tóxicas.
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Capitulo 2: Encuentros
...Jasper Brooks ...
Estaba muy cansado, el día anterior en la casa de Zack habíamos terminado muy tarde de jugar videojuegos, tan tarde que tuve que quedarme a dormir en su casa.
—Vamos Jasper, reacciona. —dijo Zack mientras me sacudía.
—No estoy acostumbrado a dormir tan tarde, ¿Que esperabas? —dije mientras nos adentrabamos al campus.
—Al menos valió la pena, tenía tiempo que no nos juntábamos después de clases. —dijo en un todo divertido.
—Si bueno, hemos estado muy ocupados, la universidad es fatal, debería ser ilegal ir a la escuela —dije con un poco de fastidio
—Bueno, no deberías quejarte, si pudieras vivirías en el campus. —dijo riéndose
—Ja-ja que gracioso —dije sarcásticamente
—Lo soy —dijo sonriendo —¿Qué te toca?
—Filosofia.
—Agh, que aburrido, bueno me iré a mi clase, que está por comenzar, nos vemos en el descanso —dijo mientras se alejaba.
Al llegar al aula me senté y me recosté sobre mis brazos, joder en realidad si estaba muy cansado. La clase de filosofía siempre había sido mi favorita. El profesor Harris tenía una manera única de hacer que los temas más abstractos y complejos cobraran vida. Aquel día, sin embargo, algo más captó mi atención. Nyx Frost, sentada en la última fila, estaba leyendo un libro que no pude reconocer a simple vista.
El profesor Harris se aclaró la garganta, llamando la atención de todos.
—Bien, clase, tenemos un proyecto grupal para este trimestre. Quiero que analicen diferentes teorías filosóficas y presenten sus conclusiones. Sera en parejas que hare yo.
Los murmullos llenaron el aula. Siempre había una mezcla de expectación y temor cuando se trataba de asignaciones en grupo. Yo solo esperaba que me tocara con alguien con quien pudiera trabajar bien.
—Jasper Brooks —anunció el profesor —estarás emparejado con... Nyx Frost.
Un silencio pesado cayó sobre la clase. Sentí muchas miradas sorprendidas sobre mí. Miré hacia el fondo del aula, donde Nyx levantó lentamente la mirada de su libro y me miró fijamente. Su expresión era impasible, como si ya supiera que esto iba a suceder.
—Y recuerden —continuó el profesor Harris, sin notar la tensión en el aire —quiero que trabajen juntos para profundizar en el tema. No solo busquen información superficial. Exploren, cuestionen y debatan.
Cuando la clase terminó, recogí mis cosas y me dirigí hacia Nyx. Ella estaba guardando su libro en su mochila, moviéndose con una precisión casi mecánica.
—Hola, Nyx —dije, tratando de sonar casual —Parece que seremos compañeros de proyecto.
—Eso parece —respondió sin levantar la vista.
—Pensé que podríamos empezar a trabajar en mi casa. Es un lugar tranquilo y mis padres no molestan mucho —sugerí, esperando que aceptara.
Nyx finalmente levantó la mirada y me miró directamente a los ojos.
—Está bien —dijo con voz suave pero firme —Dame tu dirección y estaré allí a las cuatro.
Le di mi dirección y ella asintió antes de salir del aula, dejándome con una extraña mezcla de emoción y aprensión.
Más tarde, durante el descanso, me dirigí a la cafetería donde Zack ya estaba sentado, esperándome con una bandeja llena de comida. Me acerqué a él y me dejé caer en la silla frente a él.
—¿Qué pasa, Jasper? Pareces haber visto un fantasma. —bromeó Zack, mordiendo su sándwich.
—¿Recuerdas tus advertencias sobre no acercarme a Nyx? —empecé, abriendo mi refresco.
—Sí, claro. ¿Qué pasa con eso?
—En mi clase de filosofia el profesor Harris me emparejó con ella —dije, tratando de sonar casual, aunque sabía que no podría ocultar mi emoción.
Zack dejó de masticar y me miró fijamente. —¿Con Nyx Frost? ¿La chica de la que te advertí? ¡Wow! Eso sí que es interesante.
—Sí, es... intrigante —respondí, revolviendo mi ensalada sin mucho interés.
Zack se inclinó hacia adelante, bajando la voz. —¿Y cómo te sientes al respecto? Quiero decir, ella es... diferente.
—Lo sé —dije, suspirando —Hay algo en ella que no puedo descifrar. Es como si cada palabra que dice tuviera un significado oculto.
—Eso suena profundo —dijo Zack, levantando una ceja —¿Y ya hablaste con ella sobre el proyecto?
—Sí, vamos a trabajar en mi casa esta tarde.
—¡Wow, te estás moviendo rápido! —Zack rió. —Pero en serio, ten cuidado. Ella tiene esa aura que dice 'no te acerques demasiado'.
—Lo sé -admití. —Pero eso es lo que la hace tan fascinante. Es como un rompecabezas que quiero resolver.
Zack me miró con seriedad por un momento. —Solo prométeme que mantendrás los ojos abiertos. No dejes que esa fascinación te ciegue.
—Lo prometo —dije, aunque una parte de mí sabía que ya estaba demasiado intrigado como para mantener mi distancia.
Terminamos nuestro almuerzo hablando de temas más ligeros, pero en el fondo de mi mente, Nyx ocupaba cada pensamiento. ¿Qué secretos guardaba? ¿Qué encontraría al trabajar con ella?
Habíamos acordado trabajar en mi casa. Mis padres, siempre acogedores, estaban encantados de tener visitas, aunque no conocieran a Nyx. Mientras esperaba en la sala, podía escuchar el murmullo de sus voces en la cocina, preparando bocadillos para nosotros.
El timbre sonó. Me levanté rápidamente y fui a abrir la puerta. Ahí estaba ella, con su andar seguro y elegante, llevando un libro bajo el brazo. Sus ojos grises brillaban con una intensidad que me dejó sin aliento.
—Hola, Nyx —dije, tratando de mantener la compostura. —Pasa, por favor.
—Hola, Jasper —respondió con una voz que era un susurro y una orden al mismo tiempo. Entró y observó a su alrededor, tomando nota de cada detalle. Nos dirigimos a mi habitación, un espacio acogedor con libros apilados en el escritorio y posters en las paredes.
—Pensé que podríamos empezar con el análisis del mito de la caverna de Platón —sugerí, sacando mis notas.
Ella me miró fijamente, como si pudiera ver a través de mí. —Interesante elección —dijo —Pero dime, ¿crees que alguna vez podemos realmente salir de nuestra propia caverna?
Su pregunta me tomó por sorpresa. No era una pregunta típica de tarea. Había algo más profundo en su tono, algo que me retaba a pensar más allá de lo obvio.
—Supongo que depende de qué tan dispuesto estés a enfrentar la realidad —respondí después de un momento de reflexión.
Una leve sonrisa apareció en sus labios, casi imperceptible.
—Exactamente —murmuró, y se inclinó hacia adelante, acercándose más a mí. —La mayoría de las personas no están dispuestas a hacerlo. Prefieren la comodidad de las sombras.
—¿Y tú, Nyx? ¿Estás dispuesta a salir de las sombras? —Pregunté, intrigado.
—Las sombras son donde me siento más cómoda, Jasper. En ellas encuentro mi verdadera esencia —dijo, sus ojos clavados en los míos con una intensidad que me desarmaba.
—Pero eso suena... solitario —respondí.
—Tal vez lo es —dijo ella, su voz bajando un tono —pero la soledad puede ser una compañera interesante. Te permite ver el mundo sin distracciones.
En ese momento, mi madre asomó la cabeza por la puerta. —Jasper, cariño, traje algunos bocadillos para ti y tu amiga, —dijo con una sonrisa cálida.
—Gracias, mamá —respondí, un poco avergonzado. —Ella es Nyx Frost
—Encantada de conocerte, Nyx —dijo mi madre, dejando la bandeja sobre el escritorio —Si necesitan algo más, no duden en pedírmelo.
—Gracias, señora Brooks, —dijo Nyx cortésmente, pero su tono seguía siendo frío. Mi madre salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella.
—Tu madre parece muy amable —comentó Nyx, mirando los bocadillos sin mucha intención de comer.
—Sí, lo es. Mis padres siempre han sido muy acogedores —respondí, sintiendo la necesidad de justificar la calidez de mi hogar.
—Debe ser agradable tener una familia así —murmuró Nyx, casi para sí misma. —No todos tienen esa suerte. Muchas veces te arrebatan a tu familia.
—¿Cómo es tu familia, Nyx? —Pregunté, curioso.
Ella me miró con una expresión indescifrable. —Prefiero no hablar de ellos. No es relevante para nuestro proyecto, ¿verdad?
—Lo siento, no quería ser entrometido —me disculpé rápidamente.
—No te preocupes —dijo ella, cambiando de tema con la misma facilidad con la que cambiaba de página en un libro. —Hablemos de Platón. ¿Qué piensas sobre la idea de que la realidad que percibimos es solo una sombra de la verdadera realidad?
—Es fascinante —dije, agradecido por la oportunidad de volver a un terreno más seguro. —La idea de que estamos limitados por nuestras percepciones me hace pensar en cuántas cosas desconocemos.
—Exactamente —dijo Nyx, asintiendo. —Y es por eso que me gusta explorar las sombras. Porque allí, lejos de la luz cegadora de la 'realidad', puedes descubrir verdades que otros ni siquiera se atreven a imaginar.
La tarde pasó en un suspiro. Discutimos más que filosofía; hablamos de literatura, de la vida, de la muerte. Nyx tenía una perspectiva única sobre todo, una manera de ver el mundo que era tan atrayente como perturbadora. Cada vez que intentaba profundizar más en sus pensamientos, ella cambiaba de tema, manteniéndome siempre al borde de un descubrimiento.
Cuando empezaba a oscurecer Nyx cerró su cuaderno y me miró. —Es suficiente por hoy —dijo. —Nos veremos mañana.
La acompañé hasta la puerta. Mis padres estaban en la sala, viendo la televisión. —Espero verte de nuevo, Nyx —dijo mi padre con su habitual amabilidad.
—Gracias por recibirme —respondió ella con una leve inclinación de cabeza. Salió de la casa y la vi alejarse. Sentí que había algo en ella que debía descubrir, algo irresistiblemente atrayente.
Mientras regresaba a mi habitación, supe que mi vida estaba a punto de cambiar de maneras que no podía imaginar. Nyx Frost no era solo una compañera de clase; era una puerta a un mundo desconocido y aterrador.
Y yo estaba listo para cruzarla.