ÉLITE II: AMOR INMORAL.

—Hola familia, ya llegué. — Anuncia la alegre Lia al llegar a su casa.

—Hola mi amor, como estás. —Responde Gia.

—Hola Lia. —dice el padre de la joven y eso a ella no le huele bien.

—Hola sobrina —Dicen sus tíos

—Hola Enana —Ese fue André.

—Hola Lia. _ También saluda Tomás.

—Okay, un momento, que ocurre. —Pregunta preocupada.

—Lía Harrington, al despacho ahora. —Espeta Andrew y camina al despacho junto a los demás, ella mira a su madre que se queda en la sala.

—A mí no me veas, me dejaron fuera de la reunión, pero tienes mi apoyo moral. —Le dice Gia y Lia niega riendo.

—Bueno, reina mía, deséame suerte —Dice de manera dramática y su madre sonríe.

Lía camina al despacho y los seis hombres la esperan.

—Bueno, que es lo que sucede… —Dice al entrar al despacho.

—Siéntese en esa silla, señorita —Dice su padre, ella obedece y los mira a todos con cara de susto.

—Y bien… Me explican.

—Lía Harrington queremos saber si tú y tu equipo tuvieron que ver con lo sucedido hace dos días en la selva Papúa. — pregunta, serio.

—¿Qué? No te entiendo padre.

—Lía, respóndeme, tuviste o no que ver… —Lía lo interrumpe.

—Papito, no sé qué ocurrió en la selva de Papúa, pero sabes que aun habiendo Sido yo no te podría decir. —Dice Lia.

—Lía en serio, solo queremos saber si fue tu escuadrón. —Dice Lorenzo, tío de Lía.

—No, tío, ni siquiera sé que ocurrió allá, pero igual sabes que no puedo decirles lo que hago ni a ti por muy presidente de Italia que seas.

—Lía, entiende los espías de la elite son muy sanguinarios y a esos hombres los masacraron, empañaron sus cabezas. —Dice Tomás y Lia le levanta la mirada poniendo sus ojos tan tiernos como puede.

—No, Lia, baja la cabeza, no vas a manipularnos esta vez. — Espeta Andrew.

—Bueno, ya basta todos, no fui yo de acuerdo y esta conversación se acaba, no puedo revelar mis misiones y lo saben. —Se levanta de su asiento molesta.

—Les conté todo para que no se enteraran de otra manera y me lo permitieron porque son ustedes, pero no me vengan con acusaciones. —Dice fúrica.

—No te estamos acusando, simplemente nos preocupas, yo fui parte de los espías y son mafiosos con licencia o asta peor… —se excusa Andrew.

—No quiero que cargues con cosas feas en tu conciencia, eso es todo hija —Termina diciendo.

—¿Me ven sin poder dormir? Pues no, al contrario, duermo mucho mejor y eso es porque no hago nada malo. —Dice muy segura.

—Sobrina hay personas que no están de acuerdo con los espías y quieren disolverlos y llevarlos a la Elite. —Dice Leo

—Lo sé, hay personas que no toleran que tengamos inmunidad, pero es problema de ellos. —Dice confiada.

—Ahora me arrepiento de haberme opuesto a que fueras parte de la elite, prefiero eso a que sea espía de la élite. —Dice Gino.

—Me sé cuidar, tío.

—Enana, hay un general que los quiere exterminar, llega pronto y quiere acabar con los espías de la elite, empezará por entorpecer su trabajo. —Dice Andre.

—Quiero ver, a ese dinosaurio intentándolo. —Contesta Lia.

—si él es un dinosaurio, que seré yo. —Dice su padre.

—Créeme que esos fósiles no se comparan con ustedes y si tú fueras un dinosaurio serías un T-Rex muy guapo. —Dice ella.

—No intentes adularme jovencita. —advierte Andrew.

—Solo digo la verdad, papá.

—Solo no quiero que te descubran… —Dice de nuevo.

—No voy a dañar la imagen del futuro presidente de los estados unidos papá.

—Me importa un camión de mierda el que dirán, lo que en serio nos preocupa es la cantidad de gente a la que has acabado o le has destruido su imperio, diaria, que te ocurriera algo…

—No lo hará, además, los tengo a ustedes, ahora si me voy a descansar, desmembré muchos cuerpos hoy. —Dice riendo.

—Muy graciosa princesa. —dice tomas y ella lo mira y luego al resto.

—Lía, me llamo Lia Harrington, ¿ustedes no me llamaron? Pues hasta que se me pase seré lía, ni princesa, ni niña, ni nada, adiós.

Los hombres quedan de piedra y Lia suspira una vez está fuera del despacho.

—Hay Lia, a veces yo mismo me asusto —Susurra para sí y se dirige a su habitación.

La joven descansó todo ese día, pues se venía trabajo fuerte y ahora había un idiota que quería su cabeza, la joven solo esperaba al fósil como lo bautizó para ponerlo en su lugar y enseñarle que con Emperatriz, no.

Al día siguiente Lía fue a visitar a su novio hermoso y le llegó al cuartel, la joven entró y se robó las miradas de todos, su hermano la vio y tocó el hombro de su mejor amigo.

.—Hey casanova, mira quién vino a verte. —Le dice André a Alessandro Donati.

—Mi amor… estás aquí. —Dice y le planta un beso que la deja sin aire, algunas mujeres de la élite sienten celos y hasta envidia de la despampanante Lia Harrington.

—No te molesta que venga, hoy no tuve sesión de fotos y vine a ver a mi hermoso novio. —Dice y lo besa, pero es arrebatada de esos brazos por otros.

—Bueno, ya… No vas a besuquear a mi hermanita pequeña en mis narices. —Se queja André.

—Tú sabes que te adoro pequeño, celoso, y no te abrazo para que no me digas que aquí eres el Coronel. —Se defiende Lia.

—La gente y sus opiniones me importan poco y lo sabes, ahora vamos a la oficina donde puedan hablar con vigilancia de por medio. —Ella lo golpea en el hombre y él se ríe, luego caminan a su oficina.

—Y tu novia galán. —Pregunta ella.

—Sabes que eso de novias no va conmigo o sí, pero de u a noche. —Dice orgulloso y ella voltea sus ojos.

—Tú no cambias, pero bueno, no es mi problema, amor, vine a informarte que me iré de viaje para una sesión de fotos, ya sabes y quería verte antes de partir. —Alessandro la mira y suspira pesado.

—No soporto que viajes, tampoco que seas modelo… —Dice él.

—Preferirías que fuese soldado. —Dice riendo.

—No, de eso nada, esto no es para mujeres… —Contesta y ella levanta una de sus frondosas cejas.

—Y ellas qué. —Señala afuera con su mano.

—La mayoría es por todo menos por esfuerzo, además esto no lo aguanta una mujer. —Lía suspira y se levanta.

—Tu suegra fue la mejor de la elite y no fue por ningún tipo de favores, adiós. —Espeta y se va molesta.

—Imbécil, en verdad dijiste eso… —Lo mira mal André.

Lía toma su Ferrari y sale directo al aeropuerto, sé irá de viaje por una misión, pero primero va a disfrutar de los lugares nocturnos de Francia.

La joven sube y ya la están esperando, su grupo de amigas.

Sharpei, Scarlet y Ashley, las demás, están en su grupo.

—Lía por acá. —Exclama sharpei, son mejores amigas cuando está fuera del trabajo.

—Pensamos que no viajarías —Dice Ashley con un puchero.

—Exageradas, quien les va a gritar después. —Se ríe Lia.

—Sí, sí, pero eso es en el trabajo, ahora eres Lía, nuestra amiga y nos vamos a divertir. —Grita Scarlet mientras las otras las miran con desdén.

—Tu amiga la reina te quiere mucho, te ve con ojos de amor. —Se burla sharpei.

—Ojos que apagaré algún día, sonríe Lia.

—Yo tengo ácido. —Dice Ashley.

—yo sé limpiar huellas. —Apoya Scarlet.

—Gracias, pero mi pequeño Alex hará ese trabajo.

Todas se ríen.

Alessandro Donati.

Andre Harrington