Una historia sobre un adolescente Riko que se enamora de una ramera
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**Capítulo 18: Fabiola se Enfrenta a su Pasado**
**Capítulo 18: Fabiola se Enfrenta a su Pasado**
El aire en el estudio de Fabiola estaba impregnado de creatividad y determinación. Después de la exitosa presentación de su colección, se sentía más fuerte que nunca. Sin embargo, la sombra de su pasado seguía acechando, y aunque había tomado la valiente decisión de no colaborar más con Samuel, había algo que sabía que debía enfrentar: su historia con él y las heridas que aún llevaba dentro.
Una mañana, mientras revisaba algunos bocetos, Fabiola sintió que el peso de sus recuerdos la invadía. Recordó los momentos difíciles que había pasado bajo la supervisión de Samuel, cómo su confianza había sido minada y cómo había luchado por encontrar su voz. "No puedo seguir huyendo de esto. Necesito cerrar este capítulo de una vez por todas", pensó, sintiendo que la determinación comenzaba a florecer.
Decidida a enfrentar su pasado, Fabiola decidió que era el momento de hablar con Samuel una vez más. "No puedo permitir que su comportamiento me siga afectando. Debo ser honesta conmigo misma y con él", se dijo a sí misma, sintiendo que la resolución crecía en su interior.
Al día siguiente, envió un mensaje a Samuel. "Hola, Samuel. Me gustaría hablar contigo en persona. Hay cosas que necesito aclarar", escribió, sintiendo que el aire se le escapaba de los pulmones. No sabía cómo reaccionaría él, pero estaba lista para enfrentar lo que fuera necesario.
Cuando llegó el día de la reunión, Fabiola se sintió nerviosa pero empoderada. Había decidido que esta vez no permitiría que Samuel la intimidara. Al entrar al estudio, encontró a Samuel revisando algunos documentos. Al notar su presencia, levantó la vista y sonrió. "Hola, Fabiola. ¿Qué tal?", preguntó, su tono amistoso pero con un matiz de distancia.
"Hola, Samuel. Gracias por reunirte conmigo. Hay cosas que necesito decirte", comenzó Fabiola, sintiendo que la tensión se acumulaba en el aire. "He estado reflexionando sobre nuestra colaboración y los efectos que tuvo en mí".
Samuel frunció el ceño, como si no entendiera a qué se refería. "Claro, adelante. Estoy aquí para escucharte", dijo, su tono más serio.
Fabiola tomó una respiración profunda, sintiendo que era el momento de ser honesta. "No puedo ignorar lo que pasó entre nosotros. Durante nuestra colaboración, a menudo me sentí menospreciada y traicionada. Tus palabras y acciones me afectaron profundamente", confesó, sintiendo que la vulnerabilidad se hacía evidente.
Samuel la miró, y por un momento, Fabiola creyó ver una chispa de comprensión en sus ojos. "Lo siento si te hice sentir así. No era mi intención. He estado lidiando con muchos cambios en mi vida y no manejé bien la situación", dijo, su tono lleno de sinceridad.
Fabiola sintió una mezcla de frustración y alivio. "Entiendo que todos enfrentamos luchas, pero eso no justifica el hecho de que mis ideas fueran ignoradas. He trabajado duro por llegar aquí, y no estoy dispuesta a dejar que alguien me haga sentir menos", afirmó, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
"Lo sé, y lamento que te haya afectado. Quiero que sepas que he reflexionado sobre mis acciones y estoy intentando cambiar. Me gustaría que pudiéramos encontrar una forma de trabajar juntos nuevamente", sugirió Samuel, su voz llena de esperanza.
Fabiola sintió que la confusión la invadía. "No estoy segura de que eso sea lo que quiero. Mi experiencia contigo fue difícil, y no quiero arriesgarme a volver a un entorno tóxico", respondió, sintiendo que la angustia la envolvía.
La conversación continuó, y a medida que Samuel hablaba sobre su deseo de mejorar, Fabiola comenzó a cuestionar su sinceridad. ¿Realmente había cambiado, o estaba simplemente intentando manipularla una vez más? A pesar de sus palabras, la desconfianza seguía acechando.
"Fabiola, creo que podríamos hacer cosas increíbles juntos. Te necesito en mi equipo", dijo Samuel, su tono persuasivo resonando en el aire.
Fabiola sintió que su corazón se aceleraba. "No puedo ignorar lo que ha pasado. Necesito tiempo para pensar en esto. No quiero apresurarme a tomar una decisión", respondió, sintiendo que la presión aumentaba.
Al salir del estudio, Fabiola sintió una mezcla de alivio y confusión. Había expresado sus sentimientos, pero las palabras de Samuel seguían resonando en su mente. "¿Realmente ha cambiado? ¿Puedo confiar en él?", se preguntaba, sintiendo que la angustia la invadía.
Esa noche, mientras se sentaba con Fernando, le compartió lo que había experimentado. "Hablé con Samuel, y aunque parece que ha cambiado, no estoy segura de si debo confiar en él", confesó, sintiendo que la angustia la invadía.
Fernando la miró con atención. "Si sientes que no puedes confiar en él, entonces no deberías. Tu instinto es importante, y no debes ignorarlo. Tómate el tiempo que necesites para decidir qué es lo mejor para ti", dijo, su voz llena de apoyo.
Fabiola asintió, sintiendo que la sabiduría de Fernando la empoderaba. "Debo recordar que tengo el control sobre mi vida y mi carrera. No permitiré que las dudas me dominen", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación comenzaba a renacer.
A medida que pasaban los días, Fabiola continuó trabajando en su colección. Aunque la confrontación con Samuel había dejado cicatrices, se dio cuenta de que había aprendido a enfrentar sus miedos. La decisión de confrontar a Samuel había sido un paso importante en su viaje hacia la sanación.
Sin embargo, había un momento crucial que sabía que debía enfrentar: su propia historia. "Debo reconciliarme con mi pasado y dejarlo atrás", pensó, sintiendo que la determinación crecía en su interior. Había luchado durante tanto tiempo para encontrar su voz, y ya era hora de que se liberara de las cadenas que la habían mantenido prisionera.
Fabiola decidió que era el momento de escribir sobre su experiencia. Se sentó en su estudio, rodeada de bocetos y telas, y comenzó a plasmar sus pensamientos en papel. "Es hora de enfrentar mis miedos y contar mi historia", se dijo a sí misma, sintiendo que la liberación comenzaba a brotar.
A medida que escribía, las palabras fluían como un torrente. Recordó los momentos de inseguridad, las luchas que había enfrentado y las lecciones que había aprendido. "He pasado por tanto, y cada experiencia ha sido una parte importante de mi viaje", reflexionó, sintiendo que la catharsis la invadía.
A medida que pasaban las horas, Fabiola se sumergió en su escritura. Las lágrimas caían por su rostro mientras recordaba los momentos difíciles que había vivido. "No puedo permitir que esto me defina. He crecido y he aprendido a ser fuerte", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación comenzaba a florecer.
Finalmente, cuando terminó, se sintió aliviada. Había enfrentado su pasado y había encontrado la fuerza para compartir su historia. "Esto es solo el comienzo de mi viaje hacia la sanación", pensó, sintiendo que la esperanza comenzaba a florecer.
Esa noche, mientras se sentaba con Fernando, decidió compartir lo que había escrito. "Fernando, he estado trabajando en algo que siento que es importante para mí. He escrito sobre mi experiencia con Samuel y todo lo que he pasado", dijo, sintiendo que la vulnerabilidad la envolvía.
Fernando la miró con atención, su expresión llena de respeto. "Eso es increíble, Fabiola. Compartir tu historia es un paso valiente hacia la sanación. Estoy aquí para apoyarte, sin importar lo que decidas hacer", dijo, su voz llena de amor y comprensión.
Fabiola sonrió, sintiendo que el apoyo de Fernando la animaba. "Quiero que mi historia sirva de inspiración para otros. Quiero demostrar que es posible superar el pasado y encontrar la fuerza dentro de uno mismo", dijo, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Con el tiempo, Fabiola decidió que era el momento de compartir su historia con el mundo. Comenzó a planificar una presentación en la que pudiera hablar sobre su experiencia y lo que había aprendido a lo largo del camino. "Quiero que otros sepan que no están solos en sus luchas", pensó, sintiendo que la pasión por compartir su historia la invadía.
El día de la presentación llegó, y Fabiola se sintió nerviosa pero emocionada. Había invitado a amigos, colegas y personas que habían estado a su lado en su viaje. "Es hora de enfrentar mi pasado y mostrar al mundo quién soy realmente", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Cuando llegó el momento de hablar, Fabiola se sintió abrumada por la emoción. Miró a su audiencia y sintió que el amor y el apoyo la rodeaban. "Hoy quiero compartir mi historia con ustedes. He pasado por momentos difíciles, pero he aprendido a encontrar mi voz y a ser fuerte", comenzó, sintiendo que la vulnerabilidad la invadía.
A medida que compartía su experiencia, las lágrimas brotaban de sus ojos. "La traición de alguien en quien confiaba me hizo sentir pequeña, pero no permití que eso me definiera. Aprendí a enfrentar mis miedos y a encontrar la fuerza dentro de mí", dijo, sintiendo que la conexión con su audiencia se profundizaba.
Mientras hablaba, Fabiola notó que algunas personas en la audiencia asentían con la cabeza, sintiendo que sus palabras resonaban en sus corazones. "No están solos en sus luchas. Todos enfrentamos desafíos, pero lo importante es no rendirse. Siempre hay esperanza", afirmó, sintiendo que la determinación comenzaba a florecer.
Al finalizar la presentación, la audiencia la aplaudió con entusiasmo. Fabiola sintió una oleada de alivio y satisfacción al ver que su historia había resonado con otros. "He enfrentado mi pasado y he encontrado la fuerza para seguir adelante", pensó, sintiendo que la liberación la invadía.
Esa noche, mientras regresaba a casa con Fernando, sintió una profunda gratitud. "Gracias por estar a mi lado en este viaje. No podría haberlo hecho sin tu apoyo", dijo, sintiendo que el amor que compartían se fortalecía.
Fernando sonrió, su expresión llena de amor y orgullo. "Siempre estaré aquí para ti, Fabiola. Has demostrado una valentía increíble, y estoy tan orgulloso de ti", dijo, sintiendo que la conexión entre ellos se profundizaba.
Con el tiempo, Fabiola comenzó a notar que su historia estaba teniendo un impacto en otros. Recibió mensajes de apoyo y aliento de personas que habían escuchado su presentación. "Tu historia me inspiró a enfrentar mis propios miedos", decía uno de los mensajes, y Fabiola sintió que la determinación crecía en su interior.
A medida que pasaban los días, Fabiola se dio cuenta de que había superado una gran barrera. Había enfrentado su pasado y había encontrado la fuerza para seguir adelante. "No puedo permitir que las sombras de mi historia me definan. Soy más fuerte de lo que nunca imaginé", pensó, sintiendo que la esperanza comenzaba a florecer.
Finalmente, Fabiola se dio cuenta de que su viaje no había sido en vano. Cada experiencia, cada lucha, la había llevado a convertirse en la mujer fuerte que era hoy. "Estoy lista para enfrentar cualquier cosa que me depare el futuro", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Con Fernando a su lado, Fabiola sabía que estaba lista para enfrentar lo que viniera. Había aprendido que el amor y el apoyo mutuo podían superar cualquier obstáculo, y estaba emocionada por el futuro que les esperaba. "Este es solo el comienzo de mi viaje", pensó, sintiendo que la esperanza y la determinación la envolvían.