NUNCA REGRESARE A SER ESA MUJER, QUE PUEDEN ENGAÑAR

Era por la noche y ya estaban a punto de ir a la cama tanto Jordan como Mariana. Cuando de pronto comenzaron a discutir. Pues los problemas que habían sucedido temprano antes de la cena. Ya que Mariana seguía. Con lo mismo de qué. Suri. No fuese a la escuadra, además. De que estaba muy molesta con el dinero que había gastado en los libros para estudiar…

— Sabes perfectamente bien que no vale la pena que Suri vaya a la escuela. No es necesario que ella siga estudiando. Solamente con que ahí vaya, Haydée vaya, es suficiente para que la familia salga adelante con alguien que tenga estudios. Es más importante que tengamos una entrada de dinero en la casa adicional. Así que necesitamos. Que Suri comience a trabajar inmediato. — dijo Mariana mientras se preparaba para acostarse

— Mariana tal parece que no recuerdas cómo es que vivías tú cuando te conocí ya se te ha olvidado cómo te trataban en tu casa.—Dijo Jordán

Mariana te estaba recordando la forma en la que vivía ella. Ella tenía 3 hermanos más pequeños cuando conoció a Jordan. La trataban como sirvienta en su casa. Aparte de que ella no fue a la escuela. Ella tenía que cuidar a sus 3 hermanos y aparte ayudarlos a hacer las tareas. Aprendió a leer y escribir con los libros de sus hermanos. Cuando cumplió los 15 años, sus padres estaban. Estaban decididos a encontrarles un marido porque pensaban. Que ya era un estorbo en casa, una boca más que alimentar y ellos ya no la necesitaban…

En ese entonces se encontraron un marido para ella un hombre que era incluso mayor que su padre, pero que estaba dispuesto a darles el dinero suficiente para que cuando se casara el hijo mayor pudiera. Un matrimonio una fiesta, incluso pudieran darle algo de dinero para que contribuyera a la compra de su casa.

Eso sin pensar que ese hombre ya había enviado dos veces y en el pueblo a nadie le importaba qué había pasado con sus dos esposas anteriores simplemente sabían que estaban muertas. Además, en el pueblo era bien sabido que ese hombre tenía un humor muy terrible y que en cualquier momento podía encenderse y comenzar a golpear a cualquier persona que se encontrara en su camino.

Mariana, cuando se enteró de que la iban a casar, Conesa Sr. sintió que iba a morir, pero no podía hacer nada para lograr escapar de su destino, o sea. Aunque es su padre. Era un hombre que pensaba que las mujeres eran un gasto innecesario en la familia. ¿Por qué? Iban a dar nada, excepto que las vendieran. Solamente los hijos podían llegar a dar algo a la casa cuando crecieran. Y trabajar por qué ellos eran los que podían llegar a sostenerlos cuando fueran viejos. Ellos tenían 3 hijos varones, así que tenían que casarlos bien y darles lo suficiente para que salieran adelante y cuando fueran viejos y ancianos. Los ayudarán.

—Porque sacas eso ahora?, ¿qué importa como vivía yo a como tengo que educar a mis hijas?

— Porque te estás comportando igual que tu padre, no quieres que nuestra hija vaya a la escuela, que se eduque, que aprenda, que salga adelante, que sea una persona de bien y sobre todo qué es la más inteligente de las dos, solo falta que le busques un marido que sea 30 años mayor. Y que la vendas

Esas palabras encendieron el carácter de lucha dentro de Mariana—No soy igual que mi padre yo amo a mis hijas.

—No, amas a tu hija. Desde que recuerdo siempre has protegido más a nuestra hija mayor. Pasa la menor de todo. De todo lo que nos ha pasado desde que perdimos nuestros empleos en el Gobierno. Además, fuiste tú quien insistió en que tuviese más otro hijo cuando yo te dije que no, que solamente nos quedáramos con la mayor porque nos iba a causar muchos problemas en ese entonces, si tuviésemos otro hijo porque los trabajos. Pendían de un hilo. Si tú te embarazabas, pero no, tú insististe, insististe en que querías un hijo varón. Como si tú pudieras ver el futuro…

— Ahora me culpas, entonces por haberme embarazado y tener una hija. Eso es lo que me estás diciendo yo soy la culpable por solamente tener hijas.

— Mariana no confundas mis palabras, yo amo mis dos hijas, yo. Como tú.

— Lo que yo te estoy diciendo es que es necesario. Que Suri vaya a trabajar por el bien de su hermana mayor.

Gorda no lograba entender por qué esa obsesión por no querer dejar que su hija se fuera a la escuela por qué. Empeñaba tanto en cometer los mismos errores que cometieron sus padres con ella. ¿Qué era lo que estaba pasando realmente?

Jordan recordaba exactamente cómo es que se conocieron. Joel, no tenía papá ni mamá era muy complicado conseguir una novia en ese entonces porque no era aceptable ante la sociedad que un hombre sin familia estuviese buscando novia. O esposa. Ya que no era bien visto para los demás.

Y fue entonces cuando un amigo de su abuelo le dijo lo que le estaba pasando a Mariana y que la iban a casar con un hombre mayor. Y fue cuando los presentaron y les dijeron que se conocieran que, si se daban las cosas, pues podrían llegar a ser algo y así fue como se dieron las cosas y por eso es que cuando él se fue ya habían arreglado para que cuando él regresara del campo de batalla se casaran. Pero fue muy grande la disolución de Jordan cuando, después del nacimiento de su primera hija. Notó el cambio drástico en Mariano. Aunque él tenía un puesto un poco más alto que un soldado raso, ganaba bastante bien. No había dinero que le alcanzara a Mariana…

Era verdad, se cuidaba muy bien de su hija. Pero nunca de un solo céntimo para ahorrar y después cuándo. El llegado de su abuelo le consiguió un empleo, un puesto en el nuevo gobierno. Ella comenzó a gastar su propio dinero, no aportaban nada en la casa. Y después vino el embarazo.

— No quiero volver a escuchar, que digas que Suri no va a ir a la escuela. Ella va a ir a la escuela, va a ir a la universidad, va a ser su vida. Porque yo la voy a apoyar. — Jordan estaba realmente muy molesto a esas alturas. Ya no quería saber nada de Mariana. Tomo una almohada y un cobertor y se salió de la habitación, decidió que mejor dormiría fuera en el salón. Ya no estaba a gusto en esa cama…

— ¿Jordan, a dónde vas? Por culpa de esa chica buena para nada. Estamos peleando. Y todavía no vas a dormir conmigo. Regresa ahora.—A Jordan ya no le importaba nada de lo que dijera su mujer.

Para mañana siguiente, Jordan estaba tranquilo. Javier ha salido a dar su caminata en compañía de Suri. Y regresaron juntos para tomar el desayuno cuando salieron. De la habitación, Mariana estaba con la cara pálida y los ojos hinchados y rojos. Se notaba que había estado llorando durante toda la noche, pero realmente a ninguno de los dos les importó, ellos continuaron con sus actividades normales. Jordan se preparó para ir a trabajar. Y Suri. Estaban listas para ir a estudiar. En la casa de los Goldstein.

Sures la pasó como las últimas semanas estudiando en la casa de los Goldstein, ya estaba por comenzar el colegio y no dejaría que los problemas que su madre se había acarreado sola se los atribuyera a ella.

 Además, sabía que en cuanto comenzaran las clases, a su padre le tendrían que pedir dinero para todos los nuevos libros y uniforme de su hermana y es ahí donde saldría a colación lo de los ahorros que su madre se gastó

¿Qué cara podrían esas dos cuando eso suceda?

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