Dayan una chica de familia noble que entrego el corazón pero solo lo hicieron trizas decide no volverlo entregará, Dick un hombre un alto status social, que sabe que solo hay matrimonios por conveniencia y que la ambición de las personas los lleva a comer las peores atrocidades, Dayan y Dick encontrarán el amor sin darse cuenta en la persona menos esperada.
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capitulo 23
Dayan llegó a su primera cita a las 9 de la mañana y espero 40 minutos para que la pasaran a la atendieran después de eso le comunicaron que tendría que esperar un momento más porque tendría que pasar con una segunda entrevista, después de en 30 minutos paso con la segunda persona, para que al final le dieran las gracias, ya que no cubría uno de los requisitos que pedía el perfil , 3 años de experiencia.
Dayan no perdió las esperanzas, así que, fue a la segunda entrevista que llegó exactamente en el horario estipulado, que era a las 11 de la mañana de igual forma, tuvo que esperar está fue una sola persona, pero también la elimino, porque no contaba con la edad estipulada en el perfil de 25 años en adelante.
dayan salió desanimada de la segunda entrevista pero se dijo a ella misma
-la tercera es la vencida dando ánimos a ella misma.
Así que se dispuso a ir a la tercera entrevista llegó y espero, pero tampoco se quedó, porque el hombre que la entrevistó le dio entender muchas cosas, a Dayan no le agrado él como le hablo el hombre, no le gustaba como la miraba y mucho menos cuando la toco por la espalda.
-señorita sí sabe decidir bien en un mes usted podría pasar de ser secretaria a ser gerente de algún departamento, solo tiene que decir que sí.
-Dayan tenía ganas de golpear a ese hombre, pero prefirió salir de ahí.
Ya eran las 3 de la tarde y aún no encontraba trabajo, se sentía desanimada y derrotada
Se dijo a si misma:
-cuando dependía de mis padres no me preocupaba nada, no tenía muchas responsabilidades, pero ahora todo cambió, se están complicando las cosas.
La vida es muy diferente cuando tienes que hacerte responsable de ti misma y cubrir tus propios gastos, la vida no es fácil, metió la mano al bolsillo de su chaleco y saco el pañuelo que le regalo aquel hombre.
En ese instante alguien le dio un jalón que ella solo dejo escapar un sonido de dolor.
-Auch...
-Hola mi amor-dijo Alberto tomando su brazo con fuerza.
-veo que te ves muy bien, hermosa como siempre
-Suéltame, me estás lastimando, Albert
-Ahora que tus padres están muertos, estás sola, solo me tienes a mí, así que te vengo a proponer algo.
-a pesar de que hace unos días me dejaste como imbécil afuera de tu casa, aunque agradezco que no hayas ido en ese auto, si no tampoco estarías aquí.
-No me arrepiento de haberte dejado como imbécil, fuera de mi casa me hubiera gustado ver tu cara.
-Mira Dayan, te voy a proponer una cosa que te va a convenir, a partir de hoy serás mi amante,
Dayan, sintió tanto coraje en ese momento.
- te visitaré en tu casa cuando yo quiera a la hora que yo quiera, tendremos sexo y a cambio yo te daré una suma de dinero cada vez. Albert la miro con rostro de triunfo.
-Mira que estoy siendo generoso las demás no reciben nada de mí, más que placer. comentó dick en tono de orgullo.
En ese momento Dayan recordó las palabras de ese hombre, puedes superarlo.
Tomo la mano de Albert y la retiro de su brazo diciéndole.
-dejame idiota, no vuelvas a tocarme.
-Mira niña estúpida, No te hagas la honrada Porque si quiero, solo con tronar los dedos puedo destruirte y todo aquel que quiera ayudarte como tu amiguito Fernando porque estoy muy por arriba de él, Así que decide ahora Aceptas o no.
-Eres un idiota y mi respuesta es no, aunque no tuviera que comer jamás te pediré algo a ti.
-Estás segura Dayan, porque a partir de este momento todas las puertas en cd. Valencia, se cerraran para ti, recuerda quien soy.
-Puedes hacer lo que quieras, pero jamás voy a ceder, agradezco y estoy feliz por qué jamás me entregue a ti y no lo haré Albert.
En ese momento Albert volvió a tomarla bruscamente ya que quería besarla a la fuerza, Dayan apretó el pañuelo que tenía en la mano y con todas sus fuerzas se safo de Albert y le dio dos bofetadas, se retiró así atrás.
-Te vas a arrepentir, niña estúpida - Albert se acercó a ella nuevamente cuando intervinieron 3 hombres, dos se interpusieron entre ellos y uno tomo a Dayan del brazo y la alejo preguntando.
-está bien señorita.
- Sí gracias, Dayan sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.
-quiere que la acompañe a algún lado señorita.
-no muchas gracias mi auto está cerca comento Dayan, poniendo su mano en su pecho.
Los otros dos hombres se quedaron con Albert , uno de ellos lo empujó comentando.
-retirese, deje a la señorita tranquila, no me obligue a usar la fuerza.
En ese momento Dayan estaba muy nerviosa comenzó a reír, no sabia si era por miedo o de felicidad que por primera vez pudo decirle lo que pensaba a Albert, fue a su auto solo abrió la puerta y se subió
Se dijo a sí misma colocando el rostro en el volante.
- Creo que ahora sí no voy a conseguir trabajo.
Miró el pañuelo que estaba en su mano y dejo escapar una ligera sonrisa y las palabras que se le escaparon fueron
-Gracias- deseaba que ese hombre estuviera ahí en ese momento solo dejó escapar una ligera sonrisa.
Miró el pañuelo como si estuviera hablando con él
Sabes que mis padres solían decirme que el dinero y el poder suelen transformar a la gente, hacen que saquen sus peores demonios o más bien la peor parte de ellos.
Apretó el pañuelo en su mano y suspiro
- tú eres mi amuleto, sé que encontraré un trabajo esas palabras salieron sin que las pensara.
La situación de dayan no era complicada económicamente, solo que no quería estar en casa sin hacer nada, tenía que encontrar un trabajo para alejar todos los malos pensamientos de su cabeza.
aunque sus padres no estuvieran aquí ella quería que se sintieran orgullosos de ella, había tomado la decisión de ir a la empresa de Fernando cuando sonó su celular.
Era el mismo número desconocido de ayer, tomó la llamada.
-bueno
-Buenas tardes señorita Dayan.
-Buenas tardes. comentó Dayan con un poco de duda.
- Soy Dick Anderson Solo llamaba para saber cómo se encuentra?
-estoy bien, señor Anderson Muchas gracias.
-Bien señorita, Me alegro
- Me gustaría hablar con usted en cuanto usted tenga tiempo, si usted acepta.
-usted podría fijar el día, la hora y el lugar, yo pasaría a buscarla a su casa.
Cuando dijo eso en su mente de dayan, sonaron las palabras de su padre, es el único que te puede protegerte y cuidar de ti, solo mantente a su lado.
El hombre volvió a hablar.
- Señorita Dayan me escucha.
-Perdón, Sí disculpé, me distraje, no creo que sea necesario, estoy cerca de su corporativo si le parece lo puedo ver ahí, yo llego en menos de 15 minutos. Si es que tiene tiempo.
-Perfecto señorita Dayana, entonces la veo en un rato más, gracias por tomar la llamada,
-No gracias a usted lo veo en un momento Dayan colgó y encendió su auto y salió del estacionamiento con dirección al corporativo Anderson.