¡Emi despierta, llegarás nuevamente tarde a la escuela! Escuché desde abajo a mi madre gritar.
¡maldición! Dije en voz baja al darme cuenta de que la luz del sol ya entraba por mi ventana. Rápidamente, tomé mi celular para verificar la hora, y... Mierda, ya es tarde, llegaré nuevamente tarde a la universidad.
De un salto bajé de mi cama y corrí al baño para hacer mis necesidades y por lo menos lavarme la cara. Tome lo primero que encontré a la mano, encontrando una sudadera con capucha y unos jeans rasgados y me los coloque.
Baje las escaleras rápidamente, mi madre ya se encontraba al pie de la misma para invitarme a desayunar
Lo siento madre, pero se me hizo tarde _ le di un abrazo y salí de mi casa, encontrándome con mi mejor amiga justo afuera, en su coche.
De un salto entré en él y le dije
_ no tenemos tiempo para tantos saludos, vámonos o no llegaremos
Sara se rio por mi comentario, pero no dudo en replicar mientras apretaba el acelerador
_ si no supiera que a mi dulce am
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cap 20 s
Sofía (mamá de Emily)
Tengo algo que me está atormentando desde que recobre el sentido en esta manada. (me refiero a la coherencia y el estrés de casi perder a su cachorra)
Resulta que el día que mi cachorra escapó, yo la encontré en un risco, justo a la orilla. Mi corazón casi se me sale del pecho.
Recuerdo querer recuperar mi forma humana, para poder ayudar a mi cachorra, pero mi loba no me lo permitía
Después de un tiempo, un grupo de lobos apareció. resultaron ser, el delta de la manada, el gama y un par de guerreros más.
Después de hacerla entrar en razón, mi loba por fin me dejó tomar el control y volver a mi forma humana. cuando ellos se enteraron de la situación, nos ayudaron. como ya les había dicho anteriormente, mis piernas me fallaron. Uno de los lobos me ayudo, dejando que subiera en su lomo y me traslade al hospital, junto con mi cachorra.
Un olor fresco y juvenil llegó a mis fosas nasales, por un momento, recordé aquel día que encontré a mi mate. Bueno, lo atribuí a qué era la primera vez que me subía a un lobo que no era mi pareja.
Los días pasaron, yo prácticamente vivía en el hospital, allí mismo comía y me duchaba. Conocí al alfa, quien al enterarse de la situación de mi hija, no dudo en ir a mi encuentro.
No pude evitar contarle lo sucedido, claro, no le dije de que manada éramos, ni mucho menos el nombre del perro ese. Creo que no merece siquiera mencionar su nombre.
fue ahí, donde me enteré en qué manada estábamos. Conocía acerca de esta manada por mi difunta pareja.
Sabía que era una manada fuerte, que tras un ataque sorpresa, habían perdido a su alfa y luna. Eso pasó hace aproximadamente 3 años. Lo último que supe, es que el hijo de la pareja, había tomado el cargo y se estaba esforzando. Luego falleció mi pareja y no supe más, hasta hace un año y medio aproximadamente, que la manada se declaró enemiga de esta. Las razones, no las sabemos.
Pero eso no es lo importante, lo importante es que del cuerpo del alfa, desprendía suavemente ese olor que había sentido, hace unos dias atrás.
Eso siempre sucedía cuando estaba hospitalizada mi cachorra y él alfa venía a visitarla.
Vuelvo a recalcar, yo prácticamente vivía en el hospital, así paso un mes. Un maldito mes se requirió para estabilizar a mi pequeña. Después de eso, solo quedó en un sueño profundo, según el médico, solo ella sabría cuando despertar.
Con ese diagnóstico, el alfa me ofreció irme a la casa de la manada con mi cachorra. Yo no tenía dinero, no sabía cómo pagarle tanta amabilidad. Tampoco podía negarme, mi pequeña, necesitaba atención, fue así que, acepte y agarre el valor y le pedí al alfa, unirme a su manada.
Él accedió, hizo un pequeño corte a su mano y en la mía, unió nuestras palmas y dijo unas cosas y listo, así de fácil. Era la primera vez que yo lo hacía y veía esto.
Se podría hacer una ceremonia, pero creo que en este momento, eso es lo que menos quieres _ me dijo
Me sorprendió, él tenía razón, y estaba totalmente agradecida. una ceremonia mientras mi cachorra estaba postrada en una cama, era algo innecesario.
Gracias alfa _ hice una pequeña reverencia en forma de respeto.
Después de esto, el alfa ordenó el traslado de mi cachorra a la casa de la manada, acompañado de instrumentos médicos. solo los que se requerían y una enfermera. Esto último, denegué, eso yo lo haría. Lo único que pedí, es que conectarán su sonda y me dejaran todo lo que iba a necesitar.
"Ya me volví a salir de mi punto"
Bueno, resulta que entre más cerca de la casa de la manada estaba, más loca se volvía mi loba. Parecía ansiosa y yo no sabía el porqué. O tal vez si lo sabía, pero no quería creerlo.
Ese olor tan fresco lleno por completo mis fosas nasales, una vez llegamos a la casa de la manada.
Mis ojos casi se me salen de las órbitas, un joven de... no sé, unos 25 o 27 años, era el portador de dicho aroma. El olor más exquisito que había olido, después del de mi pareja
Él me miró fijamente, no podía apartar su mirada de mí y yo no podía mirarlo. Mi loba quería reclamarlo, pero... Soy una mujer madura de casi 40 años, sé que nuestra especie envejece lento y que tal vez no aparento mi edad, pero eso no quiere decir que los años y las vivencias no hayan pasado sobre mí.
Además, yo tenía una cachorra, ella tal vez si podría ser su tipo, ella tiene 18 años.
Otra cosa, ¿como la diosa luna le puede dar de mate, a una mujer que ya tuvo una vida? Él se merece un primer amor que sea solo para él. además, eso es éticamente imposible
Él se acercó a mí, pero yo retrocedí, me di la vuelta y me acerqué a mi hija. Él debía ver que había alguien más importante en este momento.
Podía sentir su dolor, no sé como era eso posible, si no nos reclamamos y dudo poder hacerlo.
Camine al lado de la camilla de mi cachorra y lo perdí de vista. Después de eso, prácticamente me mantuve escondida. Siempre en la habitación de mi pequeña, cantándole, leyéndole, dándole masajes a sus piernas, en fin.
A él lo había visto en varias ocasiones, él aprovechaba cada momento que podía, para ponerme nerviosa.
En una ocasión, simplemente me giro y me beso, no sabía que hacer, al principio dude, pero, algo me impulso a seguir el beso, hasta que reaccione y salí corriendo. Me sentía como una colegiala, enserio, eso no me podía estar pasando a mí.
Los meses pasaron y ahora, de vez en cuando, platicaba con él, aunque no lo había aceptado, yo le seguía diciendo que él podía buscar su felicidad en otra pareja, que no me enojaría si me rechazaba.
Luego me puse a pensar, en... ¿y si me pasa lo mismo que a Emily? ¿Quién la cuidaría? No, no, no, eso no podía pasar.
Lo más sensato era pedirle tiempo, ese tiempo lo aprovecharía para que mi pequeña despertara. Después, aceptaría su rechazo sin ningún problema.
Cuando mi pequeña despertó, yo estaba feliz, pero no podía evitar sentir un vuelco en mi corazón, el tiempo del rechazo había llegado. Luego las cosas se me complicaron cuando me puse a platicar con Emily y le dije que rezará para que la diosa le diera una segunda oportunidad, ella sonrió y me dijo con malicia que prácticamente estaba bien, pero que fuera para mí, ¿como se le ocurría esa barbaridad?
No pude evitar negar, pero me sorprendió aún más la sugerencia de una pareja guapa, un viudo o un dejado. Imagínense como se pondría si supiera que era un joven apenas unos años mayor que ella.
Sé que ella ama a su padre con locura, pero el vivir con los humanos, la hizo ver el mundo desde otra perspectiva. No se imagina el dolor que siento por la perdida de su padre, y que a raíz de esta segunda oportunidad, tal vez hasta lo llegué a olvidar. Eso no lo puedo permitir.
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¿qué pasara? ¿Se animará a corresponder a sus sentimientos o lo rechazará?
Normalmente las historias de amor lobuno se escriben donde el prota masculino es mayor y por mucho, pero ahora... Chan, chan, chan.