Maryory Williams es una mujer de 33 años de edad periodista de profesión cuya carrera está a punto de ser destruida por defender a su antiguo amor de la secundaria y se encuentra en un momento muy importante de su vida porque debe enfrentar su mayor reto profesional, Porfirio Ruíz es un hombre de 33 años, un exfutbolista exitoso el cual está enfrentando el peor momento de su vida
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Capítulo III: La única constante es el cambio parte 3
“Divina a los 50” era una columna en la cual las lectoras hacían preguntas y el periodista se encargaba de darle una respuesta y estaba dirigida a un público de mujeres de mediana edad, el problema es que las preguntas respondidas eran muy tontas y se había convertido en un chiste y la razón por la cual no era cancelada se debía a que la persona que creó esa columna fue la esposa del fundador del periódico
-Ya me imagino respondiendo preguntas sobre qué hacer con la aparición de las canas, entre otros – Dijo Maryory con frustración
Maryory se llevó las manos a la cabeza porque cuando su carrera se encontraba en su mejor momento tomó un
riesgo y lo que obtuvo fue una terrible dosis de realidad
-Deberías leer esto – Sugirió Carolina
Carolina le entregó a Maryory una serie de correos impresos para que los leyera, eran muchos, así que le tomaría un tiempo comprender por qué su asistente se los había entregado
-Sabes que no era necesario que aceptaras esta promoción – Dijo Maryory con preocupación
Carolina frunció el ceño porque su jefa era una persona muy generosa, pero a la vez muy desconfiada y no comprendía que estaba muy agradecida por todo lo que había hecho por ella durante todo este tiempo
-¿Qué otra opción tenía? – Preguntó Carolina
-Podías trabajar para otro periodista, porque todos en el departamento te aprecian – Respondió Maryory
-Maryory si me quedaba en ese departamento terminarían tratándome como a un paria ahora que tu exesposo y
tu examiga son los periodistas estrellas del periódico
-Tienes razón Caro a ese par se le subió la fama a la cabeza – Dijo Maryory
-No creo que les vaya a durar mucho el éxito con esa opinión tan sesgada que tienen ambos – Dijo Carolina con desdén
Maryory observaba los papeles en sus manos y luego de organizar sus cosas en su escritorio se sentó y comenzó a leerlos más para complacer a su asistente que por sentir un verdadero interés.
-¿Qué es esto Caro? – Preguntó Maryory con curiosidad
-Estos son los correos clasificados como no contestar – Respondió Carolina
Maryory no lo podía creer porque si estas preguntas eran contestadas haría que la columna se convirtiera en algo muy interesante
Maryory estaba sonriente a medida que leía la información y estaba de acuerdo con Carolina porque habían descubierto un tesoro
-Caro esta es la información que le interesa a nuestras lectoras, ¿Por qué no las toman en cuenta? – Dijo Maryory
-Porque van en contra de la línea editorial de la columna – Respondió Carolina con un tono de burla
“Divina a los 50” era una columna creada durante los años 60 y los intereses de las mujeres para ese momento eran muy diferente porque en ese entonces tener 50 años era ser considerada como una anciana, sin embargo, la sociedad en la actualidad había cambiado y una mujer de mediana edad era muy activa y sus intereses eran muy diferentes a los que planteaba a la columna
-Entonces es momento de hacer un cambio – Dijo Maryory con decisión
Porfirio regresó a su casa, por suerte este lugar recientemente lo había comprado y no estaba contaminado con los recuerdos de Dalia y los niños, muchas personas de su entorno privado lo criticaban por cortar el contacto con sus hijos, pero si comprendieran todo lo que estaba sufriendo en ese momento además de que su exesposa lo estaba usando para literalmente desangrarlo con una pensión alimenticia lo comprendería
-¿Alguna llamada de mis padres? – Preguntó Porfirio
Desde lo que ocurrió con Dalia, sus padres dejaron de hablarle y se pusieron del lado de ella.
-Lo siento, pero no lo han hecho – Respondió Santiago
-No los necesito – Dijo Porfirio con amargura
Santiago observaba a su amigo y cliente y negaba con la cabeza porque siempre fue un hombre amable, pero ahora estaba lleno de ira y amargura
-Volvieron a llamar del diario “la noticia del día”
-Recuérdales que la única entrevista exclusiva que voy a darles es solo si Maryory Williams la hace – Dijo Porfirio Ruiz
Porfirio Ruiz movía su cuello de un lado al otro porque estaba muy tenso, casi como cuando iba a salir a jugar un partido, aunque esta vez era diferente porque se preparaba para una rueda de prensa al día siguiente porque desde el veredicto fue su equipo de relaciones públicas y sus abogados los responsables de dar entrevistas
-Porfirio eso no va a ser posible porque ella ya no hace periodismo de investigación
Porfirio negó con la cabeza y se sentía muy mal porque sospechaba que era debido a lo que hizo para ayudarlo, que la habían cambiado a otra columna
-No me importa diles que si no es ella o no hay una entrevista exclusiva
Maryory y Carolina se pusieron a trabajar de inmediato a pesar de que sus equipos no eran los más adecuados y ese mismo día tenían la primera edición para su revisión
-Vanesa va a enloquecer cuando lea el borrador– Dijo Maryory con diversión
-Honestamente, creo que le va a gustar – Respondió Carolina
Maryory envió en correo y decidió que era momento de irse a casa después de todo la esperaba su familia para cenar, como siempre que llegaba encontraba a su madre en la cocina mientras sus sobrinos de 5 y 6 años observaban un programa en la televisión
-Por tu expresión veo que tuviste un mal día – Dijo su madre
Maryory le dio un abrazo a su madre porque era lo que necesitaba en ese momento, luego de explicarle a su mamá todo lo ocurrido se sintió bien porque hizo lo correcto
-Estoy muy orgullosa de lo que hiciste, ayudaste a una persona a limpiar su nombre
-Sí, aunque Probablemente voy a estar sin empleo en un par de días
-Eres muy talentosa y si esos tontos no se dan cuenta no deberías trabajar para ellos
-Mamá, no sé nada sobre mujeres de 50 años – Dijo Maryory con frustración
Matilde, la madre de Maryory se dio la vuelta ante el asombro de su hija, la cual no comprendía por qué su madre se comportaba de esa manera
-No sé si te diste cuenta Maryory, pero vives con una de 53 años, así que puedes preguntarme – Respondió Matilde en tono de broma
Vanesa se encontraba en su casa mientras su esposa Berenice la ayudaba con sus correos del trabajo
-Sigo pensando que cometiste un error al cambiar a Maryory a la columna de “Divina a los 50” – Dijo Berenice
-Tenía que hacerlo y es culpa tuya porque nunca rechazaste sus reportajes
Berenice negó con la cabeza porque le parecía que cada uno de esos reportajes eran excelentes y se notaba toda la investigación que había tras ellos
-No podía hacerlo no solo porque eran muy buenos sino porque decían la verdad y gracias a eso ahora somos el primer diario que le mostró su apoyo al deportista orgullo de la ciudad
Vanesa sabía que Berenice tenía razón, el problema es que estaba bajo mucha presión, muchos anunciantes amenazaron con irse si Maryory no era sancionada
-Luego de tres meses la restituyo a su puesto
Berenice le dio un abrazo porque esta severa mujer, aunque tenía apariencia de una mala persona, en realidad era muy amable, el problema es que nunca le llevaba la contraria a su familia, Berenice continuaba leyendo
el correo, cuando se topó con el enviado por Maryory, sintió curiosidad y comenzó a revisar su contenido y esbozó una amplia sonrisa
- ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? – Preguntó Vanesa
-Léelo tú misma – Respondió Berenice
Vanesa se sentó a su lado y comenzó a leer el borrador de la columna y casi escupe su bebida debido a la impresión
-Bere, si publicamos esto la junta directiva se va a enojar – Advirtió Vanesa
-Deberíamos darle una oportunidad a ver que pasa
Aunque un poco escéptica, revisaron el contenido y le hicieron un par de correcciones antes de enviar el archivo para ser incluido en la edición del día siguiente, Maryory y Carolina le darían un giro de 180° a una columna
en decadencia y su efecto en las personas sería algo inesperado