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LA JOVEN ESPOSA DEL TÍO DEL REY

LA JOVEN ESPOSA DEL TÍO DEL REY

Status: Terminada
Genre:Completas / Amor a primera vista / Diferencia de edad / Pareja destinada / Amor eterno / Cambio de Imagen / Mundo de fantasía
Popularitas:141.6k
Nilai: 4.6
nombre de autor: Guadalupe Nieves

Como hermano del antiguo rey, no había heredado ni siquiera una cualidad mágica. No obstante, su nivel de inteligencia lo llevó a ser asignado como el capitán del escuadrón de espías encargado de recopilar información contra un emperador enemigo. Esperando que aquella misión fuera su retirada, jamás pensó que le terminaría quitando la virginidad a una joven mujer. Así mismo se sorprendió al saber por parte del rey, que habían pedido su mano en matrimonio. Resultando que su futura esposa sería aquella chica de 20 años que desvirgó e hija del emperador enemigo.

“¿Es qué acaso no podré retirarme tranquilo” pensó con pesar.

“Esposo, ¡Me gusta que seas mayor! ¡Quiero ser tuya para siempre!” expresó su prometida.

NovelToon tiene autorización de Guadalupe Nieves para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 3

De inmediato Elwin quedó mudo y pálido, no solo le costaba creer que una mujer le dijera eso a un hombre, sino que también fuera una más joven que él. No sabía si su inocencia era descarada por ser inocente o que en verdad estaba ella mal de la cabeza, ¡Ni siquiera era su criada para atenderlo de esa forma!

—¡No!—respondió—¡Date la vuelta! Yo me bañaré solo.

Tras asegurarse de que la inocente chica se había dado la vuelta, se quitó el pantalón y el bóxer, que era la única prenda de ropa que tenía puesta; sin embargo, cuando estaba por sumergirse en el manantial, la voz de Abril lo detuvo.

—¡Es muy grande!—expresó la chica—¿Por qué tiene una tercera pierna?

Sorprendido, se resbaló y terminó por entrar de bruces al agua; sin embargo, enseguida pudo sentir el bienestar que aquellas tibias y curativas aguas producían.

—¡Te dije que miraras al otro lado!—respondió una vez salió a la superficie.

—¡Es que quería ver de nuevo la belleza de mi príncipe!—respondió con una sonrisa—aparte, yo ya lo observé cuando lo curaba, aunque en ese momento estaba menos grueso que antes.

Por primera vez sintió que su cabeza estaba a punto de estallar, por lo que se sumergió algunos segundos en el agua, en espera de calmarse un poco.

—¡Se siente bien!—expresó—¿Abril?

Empezó a angustiarse cuando no vio a nadie; sin embargo, sintió una corriente traspasar hasta lo más profundo de su corazón cuando sintió una leve presión que movía con delicadeza el agua y un chapoteo tras eso.

—¡Se siente genial!—gritó Abril con una sonrisa.

Aquella sucia y andrajosa chica había quedado atrás, para mostrar a una jovencita en sus plenos 20 años de edad, bien formada físicamente hablando. Si bien era muy pequeña, supondría él menos de 1.55 cm, casi la mitad de lo que él medía, poseía un cuerpo bien cuidado y un busto que parecían ser dos sandías andantes.

Con una sonrisa, dejando que su largo cabello cubriera un poco de las partes más prometedoras de su cuerpo; sin embargo, pese a la clara sensualidad que ella desbordaba, aun cuando su cuerpo seguía un poco sucio pese a darse también un chapuzón en el manantial, su inocencia seguía siendo su mayor cualidad.

—¡Tú!—exclamó cerrando los ojos y dándole la espalda—¿No te da vergüenza bañarte en el mismo manantial con un hombre?

—Pero el príncipe es un hombre bueno—respondió con una sonrisa—¡Es un héroe! ¡No me hará daño como lo hicieron los solda...dos...

Sabiendo que había dicho más de lo que quería hacer, Abril bajó la mirada y sintiéndose regañada, así como dolida por aquellos recuerdos que comenzaban a atormentarla, se acercó a su sucia ropa y se la colocó, ahora siendo ella quien le daba la espalda.

—¿Abril?—preguntó con incertidumbre—¿Te sucede algo?

—Lo siento, seré una buena niña—respondió colocándose la mugrienta capa—iré a caminar un poco, puede bañarse cómodamente.

No sabía porque, o si era simple lástima, pero el ver como aquella chica dulce e inocente caminaba con la cabeza gacha, como si fuera un perro herido, hacía que le doliera su corazón. Por lo que, tomándose rápidamente un baño, se colocó la ropa que le habían dado, con el fin de ir tras ella.

—Es cómoda—dijo observando su ropa—casi igual a la que traía antes, pero de un color blanco,

Moviéndose con cuidado, a la par que su capa blanca también ondeaba, comenzó a buscar a la chica; sin embargo, no fue sino hasta que llegó un poco más profundo de aquella caverna subterránea que pudo observar como Abril miraba su reflejo en un cristal, casi del tamaño de su rostro, en la pared.

—Ma...—dijo en un susurro la chica—mi...

Aunque Elwin no podía verlo, en aquel tétrico cristal se podía ver reflejadas algunas imágenes que conformaban un antiguo pero vívido recuerdo. Podía observar como su desaparecida madre, caminaba con ella en sus brazos, mientras lloraba lágrimas de sangre.

—Bebé—había dicho ella mientras la depositaba, desnuda y llena de sangre, aun consciente en uno de los manantiales—te pondrás bien, bebé. Tu mamá te jura que hará pagar al emperador.

Mordiéndose el labio, llena de una furia indescriptible, comenzó a golpear el cristal con sus pequeñas manos, provocando que este se rompiera mientras la sangre comenzaba a aflorar de sus manos. Lleno de pánico, agarró en sus brazos a Abril, con el fin de evitar que se siguiera lastimando.

—¡Abril!—gritó mientras caminaba a un manantial.

—Mamita—habló mientras hundía su cabeza en el pecho de su príncipe—me siento solita, mamita.

Sin siquiera importarle de que la ropa estuviera nueva o seca, saltó a un manantial cercano con la chica aún en sus brazos. Mientras ambos se sumergían, podía observar como el anillo en su mano se encendía provocando que el agua acelerara su proceso de curación. Así mismo, vio como todo a su alrededor se tornaba de un rosa palo, casi similar al color intermedio en el atardecer.

—¡Abril!—llamó apenas salieron en el agua—¿Qué ocurre?

Sintiéndose embobada por la calidez del agua, así como la fuerza y el temple del hombre, esta lo abrazó con mayor fuerza en su abdomen, mientras hundía su cabeza.

—No quiero que cenicienta se quede con el príncipe—dijo en un susurro casi audible—quiero que el príncipe sea mío, ¿es algo malo? ¿Está mal si me robo algo que aún no tiene dueño?

—¿Perdón?—preguntó sintiéndose incómodo.

No solo el aroma de la sangre de Abril era raro, casi embriagante, sino que del agua emergían pétalos de rosas que volvían aún más afrodisíaco aquel aroma. Fue así que, con la vista borrosa, vio como Abril subió su mirada y comenzó a cantar una melodía que lo hipnotizaba.

La ira por como había terminado viviendo, por la desaparición de su madre, por todo lo que sufrió, así como la envidia de que alguien se quedara con un hombre tan hermoso como Elwin corroía a tal nivel su inocente alma, que podía ver como sus ojos se tornaban más oscuros de lo normal.

Mientras seguía la melodía, como si de una sirena se tratara, los orbes a su alrededor comenzaron a danzar, haciendo que aquello fuera un espectáculo de luces, como si de estrellas fugaces se trataran. Sin esperarlo, aquella chica dulce e inocente que le había salvado ahora lo miraba de una forma extraña, para luego besarlo de manera tosca, pero provocando que poco a poco perdiera la voluntad de sus acciones.

Lo poco que pudo recordar, antes de perder la consciencia, fue abrazaba a Abril mientras la besaba, estando ella bajo de él, a su vez que la sangre que emanaba de su entrepierna se convertía en rosas. Poco a poco todo se volvió oscuro, hasta que finalmente recobró la consciencia.

Recordando solo con certeza que había ingresado al manantial con Abril para curar sus ensangrentadas manos, vio todo a su alrededor, sintiendo que había hecho algo malo; sin embargo, lo único que había notado era a Abril dormida, aun con su ropa puesta, a su lado, mientras lo abrazaba.

—¿Fue un sueño?—preguntó al ver unas extrañas rosas cerca de ellos.

A lo lejos, un pequeño orbe, más oscuro que los demás, se alejaba hasta finalmente transformarse en una mujer de cabellera plateada, la cual se escondía tras unas rocas. Observando por última vez a Abril, mientras dormía en los brazos de Elwin, la mujer lloraba con la cabeza gacha.

—Lo siento...—respondió—por favor, protégela.

Viendo como en la mano que tenía en la roca, la cual poseía unas extrañas venas negras marcadas, comenzaba a tornarse aún más negra, la mujer se dio la vuelta con sumo dolor y salió en forma de orbe de la caverna.

1
Silvana Beatriz Velazquez
Excelente
MarlingJCF
Sera ua sirena
MarlingJCF
upa
jajajajaja jajaja
Melany T
Excelente
Martha Lucia Garcia Gomez
Normal
T@ty Torres 💫✨
😬🤔 aquí hay un montón de gente loca jajaja 😂
Adriana Eugenia Espinoza Fernandez
Hasta aquí su trabajo es excelente y hermoso autora, ahora ¿hay segunda parte?
Yanira Esmeralda
Excelente
Elsy de Jimenez
/Facepalm//Facepalm//Facepalm/
Garzza Nayelii
Excelente
Sandra Lopez
me gusta esta nueva novela /Kiss/
scarlet
Excelente
scarlet
Es que el rey es idiota o se hace
Lucila Del Rio Becerra
Excelente
Inoelia Lantigua Garcia
Tanta fantasía me tiene enferma
KAMELIA
Aparte de arrogante prepotente, si que te sabes lucir con quién no debes, por eso estas sufriendo
KAMELIA
Desela y doble🤚💢
KAMELIA
Oyee te pasaste de desgraciado también, aun viendo todo lo que le hicieron y la sigues tratando así, no se vale, por eso estas sufriendo ahora te JODES
KAMELIA
Así se habla carajo
KAMELIA
Sigue soñando que soñar no cuesta nada, aparte ya elwin está comprometido y ni si se lo ordena el rey lo hace
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