Incondicionalmente

Este capítulo tiene mensiones de violación, leer bajo su propia responsabilidad

James y yo nos distanciamos cada vez más. En clases seguimos conviviendo, pero fuera de la escuela no.

Se acerca la graduación y Dylan me ha invitado a ir con él.

Debemos ir a comprar nuestros vestidos para la graduación, Sam.

Vayamos saliendo de clases.

Perfecto, pensé que pondrías algún pretexto.

Para nada, estoy entusiasmada por asistir.

¿Irás con Dylan?

Sí, ¿y tú?

Christopher y yo no tenemos pareja, así que iremos juntos.

Ustedes deberían comenzar a salir, se ven muy lindos juntos.

Prefiero esperar a ir a la Universidad, allá habrá demasiadas opciones y quiero estar libre.

-Yo también quiero estar libre para enfocarme en los estudios.

He notado que James y tú se han distanciado.

Sí, desde lo que paso intento evitarlo.

Debes de extrañarlo, se la vivían juntos. No salía de tu casa.

De cierto modo extraño a mi amigo, pero he descansado bastante al no tener que escuchar sobre sus conquistas.

Me imagino, sobre todo ahora que Heather no lo deja en paz.

Se lo merece, es él quien siempre juega con las chicas. Ya es tiempo de que alguien lo ponga en su lugar.

Salimos de nuestra última clase y nos vamos directamente a buscar vestidos. Va a ser algo complicado y seguramente nos llevará toda la tarde.

Me encantó un vestido negro, sé que a mi mamá no le va a gustar y elijo otro color. Para mi sorpresa elegimos bastante rápido y al tener tiempo de sobra nos vamos por un helado.

Ahí nos encontramos con James y Christopher.

Hola, chicos. ¿También vinieron por lo que usaran en el baile de graduación?- pregunta Stephanie.

Sí, debemos vernos bien esa noche- responde Christopher.

Espero que hayas elegido algo que combine bien con mi vestido- sentencia Stephanie.

¿Tú con quién iras, Sam?- cuestiona James.

Con Dylan, y supongo que tú con Heather.

Sí, iré con ella.

Ay amigo, te compadezco.

También yo- apoya Stephanie.

Nosotras nos vamos- corto la conversación. No me interesa saber nada sobre su relación con esa chica.

Nos vemos mañana en la escuela- se despide mi amiga.

Los días transcurren rápido y llega el esperado baile de graduación. Stephanie vendrá a mi casa para arreglarnos juntas y el chófer de mis padres se encargará de llevarnos y traernos de vuelta.

Ay amiga, creo que seremos las únicas que no tendrán hoy su primera vez.

¿De verdad estás pensando en eso?

Si, muchos chicos alquilaron una habitación en el hotel donde será la fiesta y llevarán ahí a sus novias al terminar el baile.

No es algo que me preocupe, honestamente no me estorba mi virginidad.

A mí tampoco, pero quiero encontrar al chico que me anime a deshacerme de ella.

Mejor nos damos prisa o llegaremos tarde.

Outfit de Samantha

Outfit de Stephanie

Chicas, lucen maravillosas.

Gracias, mamá.

Diviértanse y no se olviden de ser responsables, nuestro chófer las estará esperando para traerlas de vuelta.

Gracias, papá.

Nos encontraremos con Dylan y Christopher en el baile.

Sam, te ves espectacular- dice Dylan al verme y besa mi mejilla.

También estás muy guapo, Dylan.

Steph, tú y yo seremos la sensación.

Claro que sí, seremos los reyes del baile.

Entramos y lo primero que veo es a James con Heather. Para que negarlo, son los más atractivos del baile.

Mis amigos y yo solo queremos bailar y divertirnos, obviamente Heather no le permite a James acercarse a nosotros.

Hay momentos en los que Dylan se acerca demasiado a mí y comienzo a sentirme incómoda.

Vamos al tocador, Sam- mi amiga me salva en el momento justo.

Gracias, Steph. Dylan está demasiado intenso.

Pude notarlo, creí que ya habían hablado y quedado solo como amigos.

Lo hicimos, por eso no entiendo su actitud.

Sí quieres nos vamos.

No, no quiero arruinarte la noche. Creo poder mantenerlo a raya.

Ok, cuando quieras irte solo me lo dices.

Claro, amiga. Vamos.

Seguimos bailando y llega el anuncio de la pareja que será coronada como reyes del baile y efectivamente son James y Heather.

Después de coronarlos la fiesta sigue.

Tengo sed, bebamos algo- le pido a Dylan.

Claro, hermosa- me toma por la cintura y yo me adelanto para separarme discretamente de él.

Nos sirven las bebidas y Dylan sugiere que salgamos a tomar aire.

La noche esta fresca, permíteme- coloca su saco sobre mis hombros.

Gracias- tomo algunos sorbos de mi bebida.

De verdad me encantaría que aceptarás algo más que mi amistad.

Prefiero que sigamos siendo amigos- respondo y comienzo a sentirme algo mareada. Toco mi cabeza y mi vista se nubla.

¿Estás bien, Sam?

No, me siento muy mareada.

Déjame ayudarte.

Me toma por la cintura y me ayuda a caminar, cada vez me cuesta más mantenerme despierta. Mis párpados se sienten pesados.

Es muy difícil seguir caminando y me levanta en brazos, quiero resistirme y no puedo. Pierdo totalmente la consciencia.

Despierto totalmente desorientada, el pánico se apodera de mí cuando me doy cuenta de que estoy en una habitación de hotel completamente desnuda y a mi lado observándome está Dylan.

Por fin despiertas, ahora sí podemos seguir divirtiéndonos.

¡No te acerques!- grito mientras me cubro con la sábana- ¿Qué me hiciste?

Hice algo que tú también querías, pero como eres tan mojigata no te atrevías.

¡Me violaste! Esto no se va a quedar así.

No me amenaces, esto fue algo que ambos quisimos.

En ese momento se abre la puerta e ingresan mis padres acompañados de Stephanie. Estoy avergonzada e intento explicar lo sucedido mientras el cobarde de Dylan intenta escapar.

Mi padre lo detiene y está a punto de golpearlo cuando ingresan dos policías y lo evitan. Yo solo puedo llorar, mi madre y mi amiga me abrazan.

Me ayudan a vestirme y me llevan a un hospital en donde me hacen varios análisis y una prueba de violación. Es lo más horrible que he vivido. Me duele todo el cuerpo, mi parte íntima está muy lastimada.

No quiero hablar con nadie, solo quiero que esto termine. Después de las pruebas que me realizan me permiten darme un baño. Mi mamá quiere acompañarme y me niego.

Entro a la ducha, mi cuerpo tiene marcas. Me froto con fuerza con una esponja queriendo borrar lo sucedido. Ahí, bajo en agua puedo llorar todo lo que necesito.

Dylan me robo algo que yo esperaba entregar por amor. Fui tan tonta, tan ingenua al no darme cuenta de sus verdaderas intenciones.

No permitiré que se salga con la suya, debe pagar por lo que me hizo. A pesar del dolor salgo del baño decidida a no dejar que esto me destruya, por el contrario, me hará más fuerte.

Mamá, quiero que Dylan pague por lo que me hizo- digo al salir.

Así será mi niña, nos encargaremos de eso.

Me abraza y lloro como si fuera una niña pequeña. Mi padre entra y se une a nosotras. Puedo sentir que están sufriendo al igual que yo.

Los análisis muestran que Dylan me drogo, el maldito ni siquiera utilizo protección y los próximos meses deberé de seguirme haciendo pruebas para descartar cualquier infección y el VIH. Me han dado la pastilla del día siguiente para prevenir un embarazo.

Viene una detective y toma mi declaración. No quiero quedarme en el hospital, quiero irme a casa.

Los días posteriores son un infierno. Al principio no recordaba nada, ahora llegan a mi mente pequeños flashes de lo que sucedió. Me despierto por las noches bañada en sudor, llorando.

Las imágenes de él besándome y tocándome me asquean. James ha querido hablar conmigo, me he negado.

Solo tengo contacto con Stephanie, que viene a verme todos los días. Intenta distraerme, escuchamos música o vemos películas.

Los padres de Dylan queriendo evitar el escándalo han ofrecido una considerable suma de dinero a lo que por supuesto mis padres se han negado.

Iremos a juicio, será difícil para mí revivir lo que sucedió. Es mi deber evitar que esto le suceda a otra chica.

Ahora me entero de que dieron conmigo gracias a que mis padres tenían una aplicación para rastrear mi celular. Stephanie tardó en darse cuenta de que no me encontraba en el salón y comenzó a buscarme, al no dar conmigo les aviso a mis padres y ellos llegaron de inmediato al lugar. Lamentablemente, ya era tarde, Dylan había logrado su objetivo.

James está muy preocupado por ti- externa Stephanie.

No puedo hablar con él, siento mucha vergüenza.

Amiga, no fue tu culpa y no tienes por qué sentir vergüenza. Eres una víctima.

Eso no cambia como me siento. Debí darme cuenta de cuáles eran sus intenciones.

No había manera de que lo supieras y lo sabes.

Físicamente, ¿estás mejor?

Sí, mis heridas están sanando.

Pero anímicamente no lo estás, necesitas ir a terapia.

Comenzaré la próxima semana. Antes de que inicie el juicio.

Comencé la terapia y sí me está ayudando, podré enfrentar el juicio más tranquila.