Maldita Sea Mi Suerte

Llegó el día de la fiesta de compromiso de Julio y Paloma y cómo era de esperarse llegó la familia Hidalgo, Isabel pocas veces era invitada a una fiesta tan distinguida desde que se había casado con Joaquín toda la gente rica no la soportaba, Isabel sabía que murmuraban a sus espaldas, pero eso a ella no le importaba, mientras que su hija Romina era igual de ambiciosa que ella así que no perdió ni un solo minuto para tratar de conquistar algún hombre, Romina desde que vio a Julio pudo manos a la obra pues tenía todo lo que una mujer puede desear, su que sabía que el era el próximo a contraer matrimonio no le importo coquetear con él, Julio como era todo un don Juan le siguió el juego mientras que Paloma solo observaba sabía que debía de aguantar por el bien de su familia, Julio sabía que no era el momento para seguir adelante así que quedó de verse con Romina en cualquier otro lugar, ella acepto con gusto después de todo ese hombre le gustaba y si no era para matrimonio por lo menos sería para pasar un buen rato, la fiesta terminó Nadia la madre de Julio no puedo evitar preguntar por la pequeña Fátima a lo que contestaron que estaba en un internado por su propia decisión que mentiras como si una niña de tan solo cinco años quisiera apartarse de su familia y del único lugar que conocía, Joaquín se incómodo con la pregunta inventando excusas para salir de ahí lo más rápido.

Los días seguían pasando y la boda se acercaba cada día más, Julio no podía evitar sentirse triste en esa hacienda donde había muerto su padre en los últimos días regresaba al mismo lugar donde había muerto su padre, esa mañana salió muy temprano pues quería dar un paseo solo antes de ir a pasear con Romina, como de costumbre monto su caballo conforme iba a avanzando sintió que la silla de caballo se había aflojado pero fue demasiado tarde, cayó al suelo golpeándose con una roca, no se supo con precisión cuánto tiempo estuvo inconsciente fue hasta que uno de los peones lo vio tirado con un gran charco de sangre, enseguida aviso a todos, Julio fue llevado a un hospital cercano, sin embargo había caído con coma, pasaron algunos días y Julio no reaccionaba Paloma al igual que Genaro y Melquiades lo iban a visitar muy frecuentemente, Nadia estaba muy triste pues los médicos no le daban esperanzas, pero Julio desafío todo pronóstico a las dos semanas de su accidente despertó del coma los médicos fueron muy rápidamente, los médicos rápidamente comenzaron hacer algunas pruebas, Julio quiso levantarse pero no puedo era como si sus pies estuvieran tiesos, no los podía mover al principio los doctores le dijeron que se podía tratar por el tiempo que había estado en coma, sin embargo más tarde llevarían con los resultados de los análisis y no había buenas noticias al parecer Julio perdería el movimiento de la cintura para abajo, Nadia quiso consolar a su hijo, Julio sabía que tal vez la opinión de otros médicos le dirían que era falso quizá con algunas terapias o una cirugía el volvería a caminar pero cada que consultaban un especialista estos siempre le decían lo mismo.

Julio pensó que Paloma estaría con él en los peores momentos, pero no fue así a pocos días de que fuera la fecha de la boda le dijo: —Julio quiero que nuestro matrimonio se termine yo no puedo estar con un hombre incompleto —, Para Julio fue un golpe muy duro aunque no amaba a Paloma le tenía un gran cariño, fue duro enterarse de que la mujer que decía amarlo lo boto cuando no le sirvió, Julio decidió que lo mejor era refugiarse en la hacienda.

Julio se llenó de amargura y como si no fuera su maldita suerte a los pocos días recibió una invitación de su tío Melquiades para su próximo boda y nada más y nada menos que con Paloma la mujer que dijo que lo amaría toda la vida, si antes creía que el amor no existía ahora lo estaba confirmando, Julio no se iba a quedar con las manos cruzadas así que llamo a su madre y le dijo: —!Quiero que me compres una esposa! —.

Su madre no podía creer lo que estaba escuchando —¿Qué has dicho?—

—Lo que has escuchado ¡Quiero que me compres una esposa! Y ya tengo a la candidata ideal y esa es Romina Hidalgo, ofrecerle una buena cantidad de dinero y por lo que he escuchado no tienen quien procese sus cultivos ofrecerles un buen trato así no podrán negarse—

Julio sabía que debía casarse para cumplir con lo estipulado en el testamento de su abuelo, pero el destino le tenía preparado otra cosa.