La Apuesta

-¡Oh! Eso no me lo esperaba, que nos dijera colegas

Dice Mauricio muy emocionado, el chico no oculta su emoción por estar en ese lugar, pero al parecer no cuido el volumen de su voz porque el doctor Hernán lo escuchó, él director del nosocomio sonríe al ver al entusiasta joven

-Eso es lo que son, mis colegas la mayoría de ustedes ya tienen un título en medicina solo buscan una especialidad, así que son mis colegas, yo soy el doctor Hernán Ibargüengoitia el director de este hospital, les pido una disculpa por no haberles dado la bienvenida el día de ayer, pero me fue imposible, por lo que hoy no quise dejar pasar la ocasión para mí y para este hospital es muy importante contar con su presencia, bien saben que al presentar un examen de admisión se someten a una selección y como ustedes obtuvieron las mejores notas es por eso que están ahora formando parte de nuestro equipo

Al escuchar que fueron de los mejores hace que Regina se sienta muy orgullosa de sí misma, el esfuerzo que hace rinde frutos y eso es lo más importante, cuando se es reconocida por tan importante figura.

Cuenta un poco de sus inicios en la medicina, su especialidad es internista y como fue que llegó al lugar en el que está, a ser el director de semejante institución médica, sin duda como todo y como todos con constancia y determinación, es muy inspirador escucharlo

-Bueno doctores no les entretengo más y les dejó continuar con su día, los que se vayan a integrar conmigo los espero en cinco minutos en él área de urgencias

-Yo soy una de ellas

Dice Stephanie muy emocionada, el doctor Hernán solo asiente y sale de la sala

Salen de ese lugar y van a cambiarse a Regina le corresponde estar en el equipo de la doctora Mejía en pediatría, así que se apresura en llegar, el pasillo por el que va casi corriendo se le hace inmenso, la pintura en sus paredes es tan blanca que parece no tener fin

Va tan rápido que terminó chocando con otro doctor, él es alto, moreno, joven como de unos treinta años, guapo, sus ojos claros se vuelven negros al ver a tan bella mujer frente a él

-Perdón no lo ví

Se disculpa de inmediato, la joven doctora le dirige una sonrisa un poco avergonzada, a ella no le gusta dar malas impresiones en el primer encuentro y en este caso piensa que no lo va a poder evitar, lo primero que se le ocurre es que ese guapo doctor va a pensar que ella es una mujer descuidada

-No te preocupes, pero ten más cuidado, si haces eso constantemente puedes ocasionar un accidente, es un pasillo por el que muchas veces trasladamos pacientes en camilla o en sillas de ruedas para llevarlos a los laboratorios

Le aconseja el doctor viéndola detenidamente, para él no pasa desapercibida su belleza y su personalidad, nunca ha estado una mujer así en ese hospital

-Lo tomaré en cuenta, gracias por su consejo, ahora sí me permite tengo que seguir con mi camino

Da la vuelta y se marcha, tal vez pareció un poco grosera pero de verdad que lleva prisa

El doctor se va a presentar, pero de la urgencia que tiene por llegar a dónde va a iniciar con su clase no le da la oportunidad, si se queda ahí socializando se va a perder su clase con la doctora Mejía y aparte de perder conocimientos no le dejaría en una buena posición ante ella

Entró a pediatría saludo a la doctora y unos compañeros que no había visto, se presenta ante ellos de forma rápida y superficial, ya después lo hará con más calma, comienza lo interesante, piensa, de inmediato se pone a tomar nota de lo que la doctora está explicando, el paciente es un pequeño de tres años que nació con un solo riñón, no es que sea una emergencia pero tiene que seguir un cuidado para que en un futuro no tenga complicaciones

Su primer cátedra ha estado de lo más interesante, pero de repente se ha distraído pensando en el hombre que se encontró en el pasillo, sabe que es doctor de ahí, pero siente curiosidad por saber quién es.

Esteban también ha estado pensando en la chica del pasillo, como le habría gustado que formara parte de su equipo, así por lo menos pudiera saber cómo se llama