La Diabla

Ante esas pocas palabras me quedé helada, reaccione cuando una mujer se acercó a mí a preguntarme como estaba o si precisaba algo, pero lo único que hice fue agarrar a mi madre de un brazo, sacarla y llevarla a casa, sólo quería esconderme y eso haría porque tenía claro que a partir de ahora todo iba a ser peor.

Mi madre me miraba mientras yo guardaba ropa en unas maletas y no decía nada, me siguió la corriente e hizo lo mismo, cuando subimos al auto me pregunto a donde iríamos, y le dije la verdad, debíamos huir, escondernos, y separarnos, aunque ella no estaba de acuerdo pero entendía que juntas nos iban a encontrar más rápido y cabía la posibilidad de que separadas la usaran a ella para que yo volviera pero eso era lo que menos quería imaginarme, en el camino mi madre pregunto unas mil veces a donde nos íbamos cada una, para saber el paradero por si teníamos que volver a estar juntas.

No le conteste, ya tenía los boletos electrónicos y solo debía subirla a un avión, su destino sería España, el mío planeaba ser Rusia, llegada la hora mi madre con mucha tristeza subió al avión, yo estaba segura de que ella iba a estar bien, tenía planeado con unos amigos de la ciudad donde alojar a mi madre y ellos mismos la cuidarían (porque se mudaron semanas antes de irnos nosotras), eran mis mejores amigos hombres, los únicos que me trataron desde un principio bien y jamás intentaron llevarme a la cama, cuando les conté la desgracia que estaba pasando por voluntad propia casi viajan hasta Italia solo para darme unas nalgadas y ponerme en el buen camino por decirlo así, pero los ignore y me aleje, hasta que los llame y sin dudar me ayudaron con mi Madre.

Me rompía el alma ver a mi madre irse por seguridad, odiaba saber que todo fue por mi culpa, por meter a ese chico en nuestras vidas.

Cuando fue mi turno de subir al avión solté el aire que contenía de tanta angustia, pero no todo fue como lo planifique, me estaba entrando la ansiedad porque no despegábamos, por altavoz nos avisaron que eran problemas con las luces, pero en mi interior sabía que eso no era así, él tenía mucho que ver en el atraso.

Y como lo supuse, unos hombres entraron al avión con una foto en la mano, mirando a cada mujer que tenían en frente, y obvio, llegaron a mí, sólo me dijeron "no puedes escapar de tu ruina", lo entendí, me bajé con ellos como una mujer sumisa y cuando creían que haría caso sólo golpee a uno en su entrepierna y corrí, no fui lejos pero lo intente, me agarraron y me llevaron frente a ese asesino, ese que una vez amé, ese que era el creador y el que le dio el final a mi hijo, el hijo de su papi, al que tanto protegen, se llama Omar.

No podía creer lo que veía...