Katty Velásquez, la nerd menos querida de la prepa, se transforma de una fea oruga en una hermosa mariposa, después de 10 largos años se encuentra con su amor platónico de quien solo Tiene recuerdos nada agradables, para su mala suerte su padre arregló un matrimonio con el.
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Pelea.
Después de despedirme de Jey, me dispuse subir las escaleras para descansar. Los tacos me estaban matando.
"¿Segura que estarás bien?, puedes dormir en la habitación de huéspedes, Daniel bebió mucho".
Me detuvo de la mano en el primer escalón.
"No te preocupes, no dormiré con el, solo iré a la habitación por mi pijama".
"Perfecto, entonces le diré a una de las sirvientas que ordene la habitación".
"Okis".
Retomé el ritmo y subí. Al estar frente a la puerta apreté mis puños y dudé por un segundo, si deberia o no entrar.
¡Al diablo ese tonto!.
Entré a la habitación y por suerte ese no estaba. Cogí mi pijama a prisa y me giré para marcharme, de pronto escuché la puerta del baño abrirse.
"¿Te divertiste mucho, viéndome la cara de idiota?"
Su voz profunda y serena sonó a mis espaldas.
Quise ignorar a ese borracho, así que me apresuré para salir.
Cuando estuve por girar la perilla de la puerta sus brazos me detuvieron de la cintura, presionándome con fuerza hacia el.
"¡Que haces!, ¡Suéltame idiota!". Forcé contra el.
"No pienso dejarte ir". Giró mi cuerpo, a pesar de estar ebrio sus fuerzas seguian siendo las de un búfalo. Me presionó contra la puerta y estampó sus labios en mi boca sin previo aviso.
"¡Suéltame! ¡Estas loco!" Grité envuelta en pánico.
Le di una patada en su cosa y salí corriendo, ignorando por completo sus gritos desesperados llamando mi nombre.
Al salír me topé con Jey que venía del lado izquierdo, al verme en ese estado me tomó de los hombros con preocupación.
"¿Estás bien? dime que pasó".
Mi cuerpo temblaba, aún estaba impactada por lo que me hizo ese idiota.
"No es nada". Respondí intentando calmar mis nervios.
"¡Estas pálida! dime que te hizo ese imbécil!". Exigió molesto.
"Ya dije nada pasó".
"Ese me va a conocer". Los ojos de Jey se pusieron sombríos, su enojo era visible, dedujo que su hermano me había echo algo malo y eso le hizo enfurecer.. Estuvo por entrar a la habitación cuando lo detuve, antes de cometa alguna tontería por mi culpa.
"Está borracho, no tiene caso" .
Sus manos viajaron a mis mejías, se acercó más a mi rostro y volvió a ingadar.
"Dime que te hizo".
"Me besó".
"¡Imbécil, como se atreve!". Maldijo a regañadientes. Luego sus brazos me consolaron, me abrazó tan fuerte que me dio esa sensación de paz que necesitaba. "Tranquila, no voy a permitir que te haga daño". Susurró a mis oídos.
"Gracias, Jey".
Me apartó por un momento y sonrió para mi como siempre.
"Vamos, tu habitación está lista".
Me acompañó a la habitación y cuando estuvo por irse lo detuve.
"Jey ¿podrias conseguirme una pijama?, dejé la mia en el forcejeo.".
"Está bien".
Ni bien entré, me senté en la cama con frustración, ese infeliz logró herir mi orgullo otra ves.
Sus labios revivieron la devoción que sentía por el hace 10 años, pensé que eso jamás pasaría, pero me equivoqué. Mi corazón aún seguía inquieto y miles de sentimientos encontrados daban vueltas en mi interior. ¡Estaba muy confundida!.
Los toques en la puerta me sacaron de mis profundos pensamientos melancólicos.
"Capullito ¿puedo pasar?".
"Adelante".
Jey me entregó la pijama y se sentó a mi lado.
"¿Estás bien?".
"Si".
"Si deseas te acompaño, Daniel es un loco, no se que tonterías pueda hacer. No me malinterpretes solo quiero cuidar de ti".
"Estaré bien, descuida. Cerraré con llave". Forcé una sonrisa y lo despedí. Al cerrar la puerta le puse el seguro, por si algo sucedía.
Luego me di una ducha e intenté dormir. Pero por mas que lo intenté no pude, la escena del beso daba vueltas en mi cabeza, volviéndome loca.
No me di cuenta de cuando me dormí pero ya era de mañana entonces.
{Perspectiva de Daniel}.
Me metí a la ducha para aliviar un poco mi resaca. Al salir de ducharme el rostro inexpresivo de Jheyson me estaba esperando, sentado en mi sofá.
"¿Qué demonios quieres?".
Reproché mientras me vestía.
Permaneció en silencio hasta terminar de vestirme, luego se puso en pie y caminó directamente hacia mi, tomándome del cuello.
"Idiota, ¡Te lo advertí!, no vuelvas a tocar a Amanda, ¡Si la vuelves a besar te irá muy mal".
"¡Suéltame idiota!" Me solté de su agarre y lo empuje. ¿Beso?. ¿De que estaba hablando?. Ayer bebí demasiado, no me acuerdo mucho.
En silencio me desvané los sesos y pude acordarme de algo vago. Ayer inmovilicé a Amanda bajo la puerta y la besé.
¡Idiota de mi!.
Me reprendí en mi interior.
"No voy permitir que te propaces con ella" Advirtió colérico, sin dejar de señalarme con el dedo.
"¡Que demonios te importa lo que haga!. ¿A caso estas enamorada de ella? te recuerdo que es tu cuñada.".
"Lo tuyo sólo es un contrato, dentro de poco ella será libre".
"¿Y si no le doy el divorcio ?" Sonreí con malicia mientras lo miraba desafiante. Era evidente que Amanda le gustaba aunque el se esfuerza por negarlo.
Paff. Un puñete se estrelló en mi rostro.
"Idiota, ni pienses en hacerle esto".
"¿A caso me lo vas a impedir?" Le devolví el mismo puñetazo triplicado, que cayó al piso.
Al escuchar el alboroto que se armaba, Amanda entró a la habitación desesperada, me ignoró por completo y se arrodilló ante mi hermano.
"Jey, dime que estas bien". Su rostro lleno de preocupación hizo doler mi corazón. Luego dirigió su mirada hacia mi con odio. "¡Estas loco!, ¡como te atreves a golpearlo!.
"Esto es un mal entendido Ammy". Dije con suavidad.
"¡¿No te conformas con haber destruido mi vida hace 10 años?!, ¡¿volverás a hacerme lo mismo otra vez?!".
Gritó histérica, sin dejar de llorar, mientras sujetaba a Jheyson.
"¡Qué!" Su acusación me petrificó.
¿De que estaba hablando?.
"¡Que!, ¿Aún no sabes quién soy?, o quizás deba de refrescar tu memoria. ¿Cerebrus tal vez?, ¿la palabra "gotita de miel" te suena?."
Imposible. ¿ Katt?. Mi mente se puso en blanco por la conmoción. Katt, siempre estuvo torturándome en mis sueños por lo que le hice, como una fea maldición difícil de olvidar.
Esto era otra bomba más que no podría soportar, sentí claramente como mi presión sanguínea bajó, causándome un frío intenso incapáz de calentarme.
Muchos éxitos, en su narrativa./Smile//Smile//Smile/
ves, inflexión del verbo ver
Idea muy trillada y novela, al fin de cuentas.
La hice empoderada, decidida a darle una lección de respeto por las mujeres y de manejo de negocios...
Pero no un amor cursi