Un mundo donde los humanos son la raza más débil y hostigada por las demás... Hasta que el primer dios de su raza aparece llenando los corazones de esperanza.
¿Podrá nuestro protagonista ayudar a la humanidad? ¿Descubrirán la verdad?
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Capitulo 19
Punto de vista de Canon.
Me encuentro observando el panorama de la ciudad, le confío a mis chicos el deber de patrullar yo estaré al tanto de todo.
No quiero arruinarla.
Aunque no he visto a Clarissa ni a su equipo ¿Está patrullando la parte de atrás?
Veo al grupo de Zero atrás, ellos están en su lugar.
¿Le pasó algo malo a Clarissa?
— ¡Canon, tenemos problemas! ¡Los elfos nos invaden!—. Declara un demonio preocupado.
— ¡Que lo sepa Clarissa y Zero!—.
—¡Si!—.
Decido subir a uno de los edificios para gritar unas palabras.
— ¡Soy el cuarto demonio infernal Canon, protector de esta ciudad, mantengan su vida a salvo, mi grupo se hará cargo de este problema!—. Declaro con confianza.
Algunos de ellos ya están en la ciudad, significa que o fueron asesinados o fueron esquivados.
No pudieron ser esquivados, estábamos preparados para una posible invasión.
Esto me estresa, me haré cargo yo mismo.
A la vista un elfo imponente, seguro ese es el líder.
Me aproximó a él para atacarlo con mi estoque, lo esquiva con un rápido movimiento.
— Escuché tu nombre Canon, muy valiente para un ser inferior—.
— Me menosprecias, ingresar a la ciudad sin ser invitados los elfos no tienen decoro—.
— Que pueden saber ustedes de decoro, es una ciudad muy bonita, no te mataré, quiero saber cómo hiciste todo esto—.
De un momento a otro nuestras espadas chocan, pateó su pecho para alejarlo, mi arma no está hecha para protegerme de los golpes.
— Me pones de mal humor, pensar que se atreverían a pisar estás tierras sagradas—.
— El grande devora al pequeño, es la ley de la vida, la ley del más fuerte—.
— Como se esperaba de elfos salvajes, no tenemos más que hablar—.
intento golpearlo varias veces sin éxito mientras que ese elfo conecta cortes no profundos en mi cuerpo.
— Experimentado—. Comento en alto sin querer
— Te diste cuenta, tengo doscientos años de experiencia—.
— Así que eres un viejo sin arrugas—.
— ¡Canon, vine a ayudar!—.
— Clarissa, este tipo es fuerte—.
— No habrá diferencia—.
— Eso ya lo veremos—.
No es su fuerza o su capacidad de reacción, este tipo ha experimentado muchas más peleas que nosotros.
Clarissa me asiste con magia a distancia, ráfagas de aire y cortes de aire.
Batallas a distancia es su especialidad, será buen equipo.
Pero aquel elfo a pesar de la dificultad esquiva la mayoría de ataques solo acertando ligeramente algunos de Clarissa.
— Está al nivel de Primera—. Murmura ella.
— Eso estaba pensando, no es un rival que podamos vencer solos—.
Me duele admitirlo, lo único que podemos hacer es retrasarlo, si conseguimos que los demás acaben con los elfos estaremos en ventaja numérica.
No llegaremos a tiempo a que vuelvan los primeros, su misión tomará tiempo.
¿Qué vía debería tomar?
Voy a confiar en mi equipo, Zaphkiel es capaz de liderar y de pelear a un buen nivel, solo necesitamos tiempo y ganaremos.
— Clarissa, esto será una pelea de resistencia, ganemos tiempo—. Murmuro a ella.
— De acuerdo, te asisto desde atrás—.
— Reconozco tu fuerza ¿Cuál es el nombre de mi oponente?—.
— Xion Kalatt, soy un reconocido espadachín mágico en mi patria, tengo el rango A—.
— ¿Rango A? No comprendo su forma de medir la fuerza ¿Eso es alto?—.
— Es la nota más alta que puedes recibir, claro después de los rangos S—.
— Comprendo, así que hay incluso seres que te superan, el mundo es intimidante sin duda—.
— Es como dices, deben entender cuál especie es superior a la suya y entender su posición—.
Sus palabras son algo irritantes, no caeré en sus provocaciones.
— ¿Intentas ganar tiempo?— Xion observa a los costados y se da cuenta de que los elfos caen poco a poco siendo derrotados por los infernales. — No perderé mi tiempo contigo—.
—¡Cuidado!—. Advierte Clarissa mientras se coloca frente a mí.
Dos hojas de viento chocan entre sí creando una explosión de aire.
— Gracias Clarissa, me salvaste—.
Ataco de inmediato y a pesar de todo no soy capaz de tocarlo, me concentro en no recibir daño alguno y doy un paso atrás.
Al dar un paso atrás Xion aprovecha para intentar acertar un golpe y Clarissa lo detiene con un golpe de viento.
— Individualmente, no son la gran cosa; sin embargo, admitiré que son un equipo coordinado, son un problema sin duda—.
— Tus palabras son halagadoras, reconocer el valor de tu oponente es lo que considero como buen espadachín—.
— Ustedes hablan demasiado—. Murmura Clarissa a mi lado.
— Intento ganar tiempo—. Declaro en voz baja.
— Está acumulando magia en su mano sin su espada cuidado—.
— Darte cuenta no te servirá de nada—.
Xion choca otra vez su espada conmigo para colocar su mano casi tocando mi pecho, en ese momento doy un salto hacia atrás.
El sonido sordo de un pitido, interferencia, no escucho nada.
De un momento a otro me encuentro en el suelo.
Levanto mi mano y veo un líquido rojo.
— Así que está es mi sangre... Es hermosa—.
— ¡Canon... Maldición!—.
— Aún puedo luchar—. Me levanto con dificultad frente a Clarissa.
— Debemos escapar Canon—.
— Prefiero morir en servicio que vivir en vergüenza, quieres irte puedes hacerlo—.
— Esto nos supera, otra vez está acumulando magia en su mano—.
— ¿Qué es esa locura que hiciste?—.
— Lo mismo que tu compañera, es magia de elemento viento—.
Así que es igual a lo que Clarissa hace, la diferencia es de unos doscientos años.
—¡Canon cuidado!—.
— Muere—.
Su mano se acerca a mí, el tiempo parece detenerse, mi cuerpo no se mueve... Si recibo otra vez esa cosa voy a—
— Te tengo—.
Una mujer de piel morena se interpone entre nosotros recibiendo su poder de frente.
— Que técnica más interesante, pude sentir algo de daño—. Declara mientras sostiene la muñeca del oponente.
Un monstruo frente a otro, es lo que pensé.
Ella suelta su muñeca y de inmediato se aparta mientras choca espadas con Morrigan.
Protegerse mientras se mueve, es muy bueno.
— No es necesaria tu participación Morrigan, un paso atrás—.
— ¿Quién eres? ¿Cómo soportaste mi explosión?—.
— Ya conozco ese tipo de técnicas, las he visto antes, te haré el favor de pagar por los daños en nuestra ciudad, nos costó mucho construir todo esto y vienen ustedes a estropearlo—. Declara firmemente Primera mientras chasquea la lengua.
Está claramente alterada.
— Solo sigo órdenes, nada personal—.
— Entonces no importa si te torturo, sácame cuando quieras—.
— No me subestimes—.
Los golpes de aire nunca surten efecto cuando Clarissa ataca a Primera, es natural pensar que lo mismo pasaría con Xion.
— ¿Eso es todo? ¿Esto es lo máximo que puede hacer un elfo?—.
Xion responde con múltiples golpes con su espada, un paso atrás junto con un corte de viento, ataca al avanzar con su espada ataca al retroceder con su magia.
Pero parece un chiste, un acto teatral.
Primera no se mueve ni un milímetro y atrapa cada corte con sus dedos desnudos.
¿Acaso no tiene otra forma de pelear? ¿Cómo es que ella es tan fuerte? Es antinatural.
— Yo también puedo hacer eso—. Declara mientras Xion da un paso atrás.
Ella destruye el corte con una mano y con la otra crea el suyo propio cortando el brazo de Xion que cae al suelo.
— ¡AAAAH! ¡NO ES POSIBLE!—.
— ¿Crees que esto es una broma? ¿Venir a desafiarnos con tal bajo nivel? Prepárate para ser torturado hasta la muerte ¡Morrigan, Clarissa capturen a este idiota!—.
—¡Si!—.
Que diferencia de niveles.
No estoy a la altura de ser un buen servidor.
— Lo hiciste bien Canon, te felicito—. Declara Primera.
— Para nada, solo di vergüenza ajena—.
— De eso nada, eres increíble capitán, muy varonil como esperaba de mi superior—. Declara Zaphkiel con alegría.
— Que suerte...—.
...