Para Amar No Hay Edad

Nacido en Dublín, Irlanda, en una de las familias más ricas del lugar, mis padres se casaron muy jóvenes, ya saben arreglos de familias, y la verdad que me enamoré desde el primer día que la vi, fuera o no un arreglo, ella y yo nos enamoramos, eso de amor a primera vista, sí que existe.

 Soy Paul Sheridan, sesenta y cuatro años, todos sabemos que la ley de la vida es que naces, creces, te casas haces tu familia y mueres, pero casi nadie piensa en, cuando tenga cierta edad, que será de mí? Pocas veces lo pensamos, es más, no queremos ni pensarlo, cuando somos jóvenes y nos enamoramos, creemos que ese amor es para toda la vida, y algunas personas si son destinadas para vivir juntos hasta el fin de sus días, en fin.

Mi hermana y yo somos gemelos, claro yo nací primero, ella unos minutos después, tengo dos hijos, Brianna de treinta y seis años, casada con Robert O'Neil, con quién tiene a Harry, Paulina. Mi hijo mayor casado con Sara, tienen a Noah, Ronan y a la pequeña Moira.

Cuando mi hermana y yo teníamos veinte años, mis padres tomaron la decisión de viajar a Texas, allí mi padre tenía una sede de su compañía, trabajé unos años junto con él, pero yo deseaba tener mi propia compañía, ya para ese entonces yo era novio de Amelia Farrell, quién ahora es solo mi exesposa, mis padres murieron en un accidente, se nos fueron siendo mi hermana y yo muy jóvenes, me casé con Amelia, la herencia de mis padres estaba dividida en cincuenta y cincuenta, yo le di su parte a mi hermana y con la mía levanté lo que ahora tengo una compañía llamada, Technology, S.P.

Fui feliz con mi exesposa, no lo niego, pero todo cambió, su amor por mí cambió, ella cambió, vivía o más bien vive en su burbuja de fantasía, cree que todo es dinero, cuando nos divorciamos, hace aproximadamente cinco años, por decisión mía, le di una buena suma de dinero, que claramente no debí darle, ella me traicionó, no una, sino muchas veces, pero por ser la madre de mis hijos por los años que me dedicó decidí darle no solo dinero, le dejé la mansión un coche y por si fuera poco tiene un cinco porciento de acciones en mi compañía, el trato con ella, es muy poco, no puedo cruzar un par de palabras, que de una vez salimos discutiendo. Vivo solo en un departamento, mis hijos cada uno tienen su vida, Kevin tiene una compañía automotriz y Brianna trabaja conmigo, es la vicepresidenta, ella siempre ha sido mi pequeña princesa, a veces no le gusta que se lo diga, ya que es una mujer casada y con hijos, pero para nosotros los hijos siempre serán nuestros pequeños hijos.

Después del divorcio, me he dedicado solamente a mi trabajo y a pasar tiempo con mis hijos y nietos, aparte de mi compañía, tengo varios restaurantes y uno de ellos está al lado de la compañía, es un lujoso restaurante, allí también ofrezco un buen menú a módico precio para mis empleados, aquellos que no ganan tanto como las aseadoras, el mensajero, en fin aquellos que tiene un sueldo mínimo.

Aunque soy un sesenton, no dejo de cuidar mi físico y me alimento muy bien, mi cabello ya está blanco, tengo ojos grises un cuerpo trabajado, siempre me gustó hacer ejercicio, mi hijo me dice que me vuelva a enamorar, que la edad no importa, pero claramente que mi hija no piensa eso y yo la verdad no pienso en volver amar, es el mismo infierno con diferente diablo, bueno es lo que pienso. Nunca le fui infiel a mi ex, vivía por ella y aunque había cosas que no me gustaban yo la amaba, ya han pasado cinco años y no me hace falta, al principio sí, fueron muchos años de convivencia, los hijos, los nietos, las fiestas en familia, todo eso, cuando me traicionó, se lo perdoné, por lo que siempre decimos," por amor". Pero el que la hace una, la hace dos, es mi manera de pensar, después de aquella traición, algunas cosas cambiaron, por un tiempo se quedó quieta, pero le empezó a gustar estar con chicos, pagaba para estar con ellos, tenía uno en especial al que le tenía apartamento y un auto, lo descubrí y por eso decidí divorciarme, mis hijos me apoyaron, ellos aman a su madre, pero no estaban de acuerdo a lo que ella me hizo, sé que Amelia está saliendo con un nuevo chico, rayos, pero puede ser su hijo, ya los he visto juntos en varias ocasiones, el chico se ve que no es de nuestra clase social, y por lo que investigue es uno de esos jóvenes que pasa más en la cárcel que en la calle, lleva una vida loca como dicen ellos.

La vida de Amelia no me interesa, pero tampoco quiero que alguien le haga daño, es la madre de mis hijos y si a ella le sucede algo, sé que mis hijos sufrirán.

Hoy será un día agotador, hay muchas reuniones, pero al final del día tengo una reunión con mis hijos, es el cumpleaños de mi hijo Kevin y lo vamos a celebrar en el restaurante que está al lado de la compañía y claro que le voy a ver la cara a Amelia, ojalá no le dé por llevar a su nueva conquista, bueno y al parecer va a llover, siempre que Kevin cumple llueve le decimos el llorón, la pasamos bien, a pesar de que Amelia se pasa de tragos y comienza a decir cada estupidez, pero toca aguantar a la madre de mis hijos.

Ya casi es la hora de reunirme con mi familia, guardo todo y llamo a mi jefe de seguridad, tenemos un viaje muy temprano el día siguiente y siempre me lo llevo, ya he sufrido varios atentados, alguien quiere deshacerse de mí, pero ya mandé a investigar, sin éxito, se que daré con la persona que está atentando contra mi vida.