A sus 24 años, Anaís creía tener la vida resuelta, hasta que todo le fue arrebatado de un golpe. Un trágico accidente la lleva a una segunda oportunidad, pero en el cuerpo de alguien más: una chica de 17 años que tiene todo un pasado oscuro del que escapar. Con recuerdos vívidos de su vida pasada, Anaís busca vengarse de quienes la traicionaron, pero se encuentra atrapada en una nueva familia, nuevos amigos, y un joven inesperado que despierta emociones en ella. Entre risas, desafíos y lecciones, deberá aprender que a veces la redención puede ser más poderosa que la venganza.
¿Podrá encontrar la paz en un cuerpo joven, mientras decide si destruir o reconstruir su futuro?
NovelToon tiene autorización de Araceli Settecase para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20: Memorias de una Vida Pasada
Anaís sentía que las piezas del juego comenzaban a encajar, pero una sensación incómoda no la dejaba tranquila. Sabía que el grupo disidente tenía su propia agenda, y confiar completamente en ellos sería un error fatal. Lo que no esperaba era que los fantasmas de su nueva identidad, Sofía, volvieran para complicar las cosas.
En el almacén abandonado donde se habían reunido previamente, el líder del grupo disidente, Viktor, le pidió a Anaís que lo acompañara a revisar un supuesto escondite donde almacenaban información clave sobre el líder de la organización. Nicolás insistió en ir también, pero Anaís lo convenció de quedarse y vigilar los movimientos de los demás.
El escondite estaba ubicado en un edificio deteriorado en las afueras de la ciudad. Mientras Viktor inspeccionaba documentos polvorientos y Anaís fingía interés, algo llamó su atención: una carpeta marcada con el apellido de Sofía.
“¿Qué es esto?”, preguntó, intentando sonar casual mientras la tomaba.
Viktor levantó la mirada, sus ojos analizándola con cautela. “Archivos antiguos. Sofía Grekov tuvo su importancia en el pasado, pero no creo que te interese. Ahora todo lo que importa es lo que puedas aportar tú”.
Anaís sintió un escalofrío. Claramente, había más sobre Sofía de lo que le habían contado, pero no podía permitirse levantar sospechas. “Tienes razón, solo me pareció curioso ver su nombre aquí”, dijo, devolviendo la carpeta al lugar.
Sin embargo, en el camino de regreso, robó la carpeta cuando Viktor no estaba mirando.
De vuelta en el departamento, Anaís y Nicolás analizaron los documentos. La verdad detrás del apellido Grekov era más oscura de lo que Anaís había imaginado. Sofía no era simplemente una joven atrapada en la órbita de la organización; su familia había sido una de las piezas clave en su fundación. El abuelo de Sofía no solo manejaba información: era un traidor que había vendido a sus aliados más cercanos a cambio de poder.
“Esto lo cambia todo”, dijo Nicolás, mirando los papeles con una mezcla de incredulidad y preocupación. “Si alguien descubre que eres Sofía, creerán que estás aquí para continuar el legado de tu familia. Serás una amenaza para todos”.
“Y eso es exactamente lo que quiero que piensen”, respondió Anaís con una sonrisa maliciosa.
Nicolás la miró, desconcertado. “¿De qué estás hablando?”
“Es simple. Usaremos esto a nuestro favor. Dejaremos que crean que estoy aquí para reclamar lo que, según ellos, me pertenece. Eso los dividirá aún más y nos dará la ventaja que necesitamos”.
Nicolás se quedó en silencio, evaluando la audacia del plan. “Estás jugando con fuego, Anaís. Si algo sale mal…”
“Ya estamos en el fuego, Nicolás”, lo interrumpió ella. “La diferencia es que yo no pienso quemarme”.
El Giro: La Traición Cercana
Mientras Anaís y Nicolás elaboraban su estrategia, un nuevo jugador entró en escena: Elena. Durante semanas había sido un contacto confiable, pero ahora comenzaba a actuar de forma extraña. Anaís sospechaba que estaba jugando para ambos bandos, vendiendo información tanto al grupo disidente como al líder.
Una noche, mientras Anaís revisaba los papeles en solitario, encontró un mensaje encriptado escondido en el interior de uno de los documentos que Viktor le había entregado. Decía: "El enemigo más peligroso no es el que ves venir, sino el que tienes al lado."
El corazón de Anaís se aceleró. ¿Era una advertencia de Viktor o una trampa? ¿Y qué papel estaba jugando realmente Elena?
Romance y Conflicto
En medio de la tensión, la relación entre Anaís y Nicolás comenzó a transformarse. Nicolás, que siempre había sido su apoyo incondicional, comenzó a mostrar señales de que sus sentimientos iban más allá de la amistad.
Una noche, después de una discusión acalorada sobre los riesgos del plan, Nicolás tomó a Anaís por los hombros y la miró a los ojos.
“No sé cuánto más puedo soportar esto”, confesó. “Te veo arriesgar tu vida una y otra vez, y no puedo dejar de pensar en lo que pasaría si te pierdo”.
Anaís intentó apartarse, pero Nicolás la sostuvo con firmeza. “No soy solo tu aliado, Anaís. Soy el único que realmente te conoce, que entiende por qué estás haciendo esto. Y no quiero perderte”.
El beso que siguió fue inesperado, intenso y lleno de emociones reprimidas. Anaís respondió por un momento antes de apartarse, confundida.
“No podemos hacer esto, Nicolás. No ahora”, dijo, intentando recuperar la compostura.
“¿Por qué no?”, insistió él.
“Porque aún no hemos ganado”, respondió ella, con la determinación brillando en sus ojos. “Y no pienso perder de vista mi objetivo”.
El juego de poder se tornaba cada vez más peligroso, y Anaís sabía que debía mantenerse concentrada. Pero con nuevas traiciones en el horizonte y un vínculo emocional que comenzaba a complicar las cosas, la batalla apenas estaba comenzando.